Un Error

737 50 16
                                    

En respuesta a lo poco que había podido decir en ese momento, saco su lengua y lamió justo donde habia dejado el beso, esta vez no pude evitar soltar un pequeño jadeo que salió de mis labios sin compasión. Su lengua junto con sus labios chupó mi lóbulo y lo sentí entre mis piernas como si lo estuviera haciendolo allí.

No sabía lo que estába haciendo pero estaba muy segura que no quería que parará. Pero entonces volvió a posar sus labios por mi cuello y fue ahí cuando mandé mi orgullo *no hebrio* a la mierda. Carlos me tomo por la cintura para pegarme más a él y quedar frente a frente, mirada con mirada. Su azul se había oscurecido un poco podía ver destellos de deseo en ellos, los míos muy seguramente estaban igual o peor que los de él. Mi pecho subía y bajaba rápidamente esto me estaba afectando más de lo normal.

Antes de poder decir algo más Carlos me arrastró hacia el escritorio , haciendo que me sentara sobre este quedando con mis piernas abiertas, no sé si antes les dije que pero.. llevaba puesta una falda no tan corta pero lo suficiente para que mis piernas quedarán expuestas dándole permiso a él de hacer lo que le diera la gana, ¡que cabrona no!

--- Porque no contestaste ninguno de mis mensajes, ni mis llamadas... Sabes que has sido una chica mala. Carlos definitivamente quería acabar conmigo pero no de una forma sangríenta. Sus dedos comenzaron a desabrochar los botones de mi camisa floreada, y yo estaba ahí mirandolo sin hacer nada más, estaba muda en medio de un debate entre quedarme a disfrutar o parar e irme de ahí.

--- Estaba borracha... Dije tratando de explicarle aunque ya no me importaba ni sentía vergüenza. El estaba muy concentrado con cada botón.

Cuando terminó de desabotonar mi camisa, quedé totalmente expuesta, definitivamente el sostén no era el mejor para la ocasión era uno simple color blanco, como el apellido de la mujer que nos dejó solos acá. Pero la vista tuvo que haberle gustado porque a pesar de no tener pechos grandes el los miraba con excitación. Beso uno de mis senos justo en el borde dónde comenzaba a cubrir mi pezón, me quedé quieta esperando lo que iba hacer a continuación.

Sus manos bajaron lentamente tocando la piel de mis piernas, adentrándose debajo de la falda, mi sangre comenzó a calentarse estaba tan ansiosa, había estado meses sin estar con alguien en realidad la última vez fue con el mismo hombre que me estaba tocando en estos momentos. Estaba tan necesitada que cuando la yema de sus dedos que pasaban con lentitud llegaron a mi ropa interior mojadas quise gemir.

Presiono mi botón de deseó y eso fue mucho para mí deje caer mi cabeza hacia atrás, mientras el seguía atacando mis senos con su boca, subió con sus besos hasta llegar a mi cuello y volvió hacer lo que tanto me gustaba jugando con su lengua en el lóbulo de mi oreja, lo que me llevo casi a un orgasmo, Dios se sentía tan bien había extrañado tanto estos momentos entre nosotros, tenerlo aquí besandome  mientras me masturbaba, era mil veces mejor que tocame a mi misma imaginandome sus manos.

--- Cada día que pasaba eran eternos, cada día quise hacerte esto una y otra vez... De verdad era una tortura no tenerte. Dijo susurrando en mi oído haciéndome estremecer. Y anoche tuve que masturbarme después de haber leído tu mensaje imaginandote entre mis brazos. Dios mío esto era tan excitante ¿ Porqué no habíamos hecho esto antes?.

--- Carlos... Susurré pero la verdad era que no sabía ni que decir.. no sigas diciendo esas cosas.

Me dió una sonrisa de lado encantadora y sexy. En respuesta mi panty fue echada a un lado cuando metió un dedo dentro mí, nuestros ojos se encontraron de nuevo pero no quise besarlo si el no lo habia hecho tenía alguna razón además no quería dañar el momento, depues de todo no sabía que pasaría después.

Preferiría dejar esto como una fantasía cumplida y ya. Metió otro dedo y comencé a moverme un poco, buscando mas placer mientras por mi boca salían bajos gemidos , aunque me interesa muy poco que alguien nos consiguiera en estás la cara de blanco sería todo un poema. mordí mi labio inferior y sus ojos se posaron en ellos pero no sé movió a besarme al menos aún no.

Sentí estrellas en mi cabezas y vidrios romperse desde adentro cuando el climax me alcanzó. Apreté los brazos de Carlos tan fuerte como pude para no caerme hacia atrás gemi una y otra vez un poco más fuerte mientras el seguía con su ataque hasta que poco a poco los espasmos del orgasmo fueron bajando.

Cuando volví en si, me encontré con los ojos de Carlos clavados en mí, a través del pantalón pude ver lo excitadisimo que estaba y en la forma que me miraba me quería decir que quería muchas cosas, pero ahora que podía pensar con claridad no podía permitirlo, no no podía dejar que llegáramos a ese punto ya habíamos cruzado los límites pero aún estábamos a tiempo. Lo empuje hacia atrás a pesar que no quería hacerlo el no puso resistencia y se dejo llevar por el empujón retrocediendo.

--- Esto fue un error.. dije bajando del escritorio.

--- ¿Desde cuándo los errores te hacen sentir tan bien?... pregunto mientras me miraba abotonar la camisa.

Dió un paso hacia a mi de nuevo y antes de que me envolviera otra vez, de deseó y lujuria salí corriendo de la oficina, Abriendo la puerta y saliendo lo más rápido posible del lugar. Mire a todod lados viendo si alguien había escuchado algo pero todo el mundo estaba consentrado en lo suyo, yo necesitaba asimilar todo esto. Así que preferí dejarle un mensaje a mi representante invéntarle cualquier escusa, pero algo estaba olvidado y era que muy posiblemente tendríamos que trabajar juntos. Mi celular comenzó a sonar avisando que un me mensaje había llegado, al abrirlo me percate que era de el, no habían pasado minutos.

Caro Ramirez, esto no se queda así

Iré por tí a dónde sea

😉


Cómo podía ser tan perfecto y tan Jodidamente necio a la vez, definitivamente este no era el mismo Carlos de siempre. Y aunque quisiera no asustarme me da miedo de lo que quisiera hacer, después de todo yo siempre lo he despreciado. Camine en un centro comercial tanto que mis piernas ya no podían más tuve que volver a mi apartamento. Pero.....

Carlos nunca salió de mis pensamientos.

Ahora Que Te Tengo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora