El Mejor Desastre

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Parpadee varias veces para acostumbrarme a la luz sola , estaba un poco aturdida pero definitivamente esta no era mi habitación cada cosa que sucedió anoche pasaba por mi mente como una película. Mire a mi lado y ahí estaba Carlos dormido plácidamente se veía tan tranquilo que su respiración era pausada, pasamos toda la noche haciendo el amor, en la cama, en la sala, en la cocina, en el baño y otra vez en su cama toda la casa quedó saldada por nosotros quien me viera en estos momentos podría decir que era una ninfómana pero no había manera que dejara de desearlo.

Me levanté sin hacer mucho ruido quería que durmiera un poco más, me coloque una de sus franelas y salí a la cocina ya moría de hambre.
Fui directo a la nevera aunque no había muchas cosas podría decir que estaban las mismas cosas de cuando le cocine la sopa.

Tome unos huevos, miel junto con unas fresas, leche  y de la despensa harina de trigo para hacer unas ricas panquecas y no precisamente de yuca. Mientras preparaba todo rápido escuché a Carlos levantarse entro al baño y al escuchar la ducha debía apurarme, cuando salió vestido ya tenía todo listo pero su expresión estaba un poco fruncida.

--- Buenos días. Le di una sonrisa.

--- Pensé que te habías ido. ¿Por qué no estás vestida?. Parecía algo como molesto.

--- ¿Cuál es tu apuro? Pregunté algo molesta.

--- No se si no lo recuerdas pero hoy teníamos una reunión a las 9:00am y ya son pasadas las 11:00. No podemos darnos el lujos de que crean que somos las divas del proyecto y dar el ejemplo.

Mierda no me acordaba de esa reunión. Pero había hecho el desayuno y el ni se había dado cuenta.

--- Prepare esto para que comamos, hagamos esto y nos vamos.

--- Carolina es tarde, no puedo tengo muchas cosas que hacer no solo dependo de lo que hacemos Juntos. Debíste levantarme.

--- Disculpame pero pensé primero en que tendrías hambre no es tus jodidas responsabilidades.

Comemos algo en el camino debemos llegar a la oficina de Blanco antes que nos empiecen a explotar los celulares, ve a vestirte.

Mucho perro.. tire el delantal a la encima y me encaminé al baño, estuve casi una hora haciendo su desayuno para que el nisiquiera diera las gracias, que coma mierda ahora algo estaba claro y era que Carlos no era el mismo hombre de anoche entre al baño y tire lo más fuerte que pide de la puerta no perdí tiempo me bañe y me vestí quería irme a casa pero también tenía muchas ganas de insultarlo.

Íbamos en su camioneta en total silencio yo me mantuve pegada a mi teléfono revisando cualquier cosa que me distrajera no quería estar aquí y menos a su lado.

--- Dejame en mi casa por favor. El solo asintió no dijo nada siguió con su vista al frente. Cuando finalmente llegamos a mi apartamento el se digno hablar.

--- Estás molesta. Pregunto pero me lo comí con la mirada.

--- ¡Para nada! Es muy agradable que a uno la dejen con el desayuno preparado y ni las gracias te dan. Solo te falto sacarme a empujones de la casa donde la noche anterior me habías invitado a pasar la noche.

Puso sus ojos en blanco.

--- No seas exagerada Caro. Vamos a comprar lo querías para desayunar.

Quería golpearlo darle duro en esa cabezota que aveces se atoraba quizás de tanta belleza.

--- No te preocupes Torres , ya estoy en mi casa acá puedo desayunar. Dije abriendo la puerta de la camioneta para salir cuánto antes de ahí.

--- Ahora vuelvo hacer Torres. Lo dice alzando una de sus cejas.

Salí de la caminata y antes de tirar la puerta le dije
---  ¡Si!.

Subí a mi apartamento prendida en fuego tenía mucha rabia, pero estaba segura que esto era estaba siendo tomar un poco de mi propias acciones abri la puerta de mi apartamento, cerra la puerta tire las llaves y mi cartera de mano. Sentía tanta frustración que debía drenar todo lo que sentía si me ponía a gritar mis vecinos iba a decir que estaba realmente loca, debo respirar profundo entre ha mi habitación y dejé caer mi cuerpo sobre la cama. Pero luego me levanté a buscar mi celular reporti los mismos movimientos anteriores comencé a buscar a mi paño de lágrimas marqué su número esperé unos segundos pero no contesto, marque a mi segundo paño de lágrimas mierda quedó en el tono me envió a buzón ojalá que este último comodín de como resultado una llamada contestada. Iba por el tercer repique cuando su voz se escucho.

--- Y a qué se debe está dicha, cuando mi amiga últimamente se había olvidado de mí.

--- Es cierto soy una mala amiga... Pero necesito sacar lo que tengo atorado en mi garganta. Solo la escuché suspirar.

--- Me acosté nuevamente con Carlos y se que me vas a matar Mabel pero enserio tu sabes todo lo que siento y quiero.

--- ¡Perra! No te aguantaste la calentura... Reía mientras lo decía. Por un lado me alegro pero por otro me preocupa.

--- Soy un desastre... Tienes un desastre de amiga.

--- Eres el mejor desastre que puedo tener como amiga. Ambas reímos. Ella siguió. Enserio me preocupa que Carlos juegue contigo solo por desquitarselas, se que el no es ese tipo de hombres pero últimamente he escuchado unas cuantas cosas no muy agradables de escuchar.

--- No quiero saber más de sus mierdas, se que ese no es mi pollito rico. Mabel ríe al escuchar el estúpido apodo que le di a Carlos.

--- Mami hay que poner los pies sobre la tierra, Ustedes deben hablar ya le dijiste que quieres construir algo sólido con él

--- Le dije que lo amaba ¿eso no basta?

--- Eres una gran mujer mi Caro y el lo sabe pero también sabe que muchas veces saliste corriendo y lo dejaste sin importar nada eso es duro y el quizás tenga miedo de volver a ser lastimado por tí. Debes abrír tu corazón amiga ya está bueno de darle tantas vueltas a esto así que levanta tu culo dónde quiera que lo tengas hechado y sal a buscar respuesta.

Suspiré una y otra vez.

--- Lo haré.. si sabes que eres una de las mejores amigas que tengo y son pocas.

--- Lo se mami.

--- Gracias Mabel, siempre gracias por tus palabras.

--- De nada mami siempre que necesites aquí estaré. Ahora mueve ese culo.

--- Te quiero fea.

--- Y yo a tí. Colgué la llamada quedando acostada en mi casa con el celular en mi estómago, mirando quizás el techo de mi habitación esperando que me diera alguna señal, pero ya yo sabía lo que quería solo debía luchar ahora me tocaba a mí convencerlo que inténtalo esta vez iba hacer lo correcto.

Ahora Que Te Tengo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora