Hermanos

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Carolina

Suspiré, mientras veía a la protagonista llorando por el idiota que rompió su corazón, y si esa protagonista era yo interpretando a Yeimy, en estos momentos me sentía igual con el corazón roto, una maricona que se enamoró del tipo que se come a su madrastra. Si alguien me hubiese dicho hace unas semanas que estaría en mi cama, sintiéndome como la mierda, sufriendo mal de amor por Carlos Torres muy seguramente me habría cagado de la risa. Al final no fuimos nada, quería odiarlo por qué se convirtió en alguien insoportable, engreído, molesto y promiscuo, pero que se le hacía ya estaba más que enamorada.

Esto definitivamente era el amor, mi corazón estaba roto, después de ver cómo le pidió a esa mujer que se desnudara no podía hacer más nada solo salir corriendo de ese lugar. Pase toda la noche en vela pensado y pensando en todo lo que había visto mi cerebro estaba colapsado, no quería que entrara esa noche en la habitación sentía un poco de nervios, igual el no lo hizo nunca aprecio donde estaba por eso a primera hora empaque lo poco que tenía y me fui de allí, solo despidiendome de la señora María.

Desde que llegué a mi apartamento no he salido de mi habitación, aunque sabía que debía ir a trabajar preferí llamar a Blanco y justificar mi ausencia diciendo que estaba un poco enferma, a Carlos lo bloquie de todos lados no quería que se contactará conmigo, no quería hablar con él, así que decidí pasar todo el día viendo películas y repitiendo algunos capítulos de mi proyecto anterior y esto solo ocacionaba haceme sentir peor.

Desde que llegué aquí, me dijo que no lloraría más, aunque las ganas me estaban matando no iba a seguir dándole gusto a él de estar sufriendo como una adolescente, no podía seguir llorando por un hombre que ya no existe por qué la realidad es que por quién lloraba ya no existía este el de ahora no era el mismo Carlos, y estaba claro que él no quería una novia o una relación estable.

Quede viendo una escena dónde el protagonista, pedía perdón abría supuestamente su corazón y estaba siendo sincero como loca comencé a pelear con mi TV, tirándole lo que estaba comiendo sobre la pantalla.

--- No lo perdones idiota, todos son iguales de mujeriegos, miraba con rabia a ese protagonista, pero la verdad era que en mis pensamientos estaba otro, el de la vida real.
La puerta de mi habitación se abrió justo dejándome atónica, y parado ahí estaba mi hermano con una expresión de confucion total.

--- ¿Con quien mierda peleas?, me has dado el susto de la vida, pensé que alguien te estaba jodiendo. Grito mi hermano.

--- ¿Que coño te pasa a tí? Le devilvi el gritoy. ¿Cómo mierda entraste a mí casa?. El puso los en blanco y resopló.

--- Con las llaves... Con que más. Puso las manos sobre su cintura. ¿Que te pasa?
Mi hermano me conocía muy bien así que no era fácil poder ocultar algo. Solo éramos él y yo en mi habítacion.

--- Estoy cansada de andar cagandola siempre, cuando creo que estoy haciendo lo correcto la vida se esmera en lanzarme mierda. El solo puso más cara de confusión.

--- Tradúceme. Pidió.

--- El Imbécil que ahora cree que las mujeres somos un juego. Le respondí con la amargura saliendo de todo mi ser.

--- ¡Oh Oh!. Se dió cuenta al instante de quién le hablaba se sentó a mi lado y yo sin pensarlo dos veces apoye la cabeza sobre sus piernas. Mi hermano siempre ha sido mi refugio, todo el mundo podría decir que no se llevan con sus hermanos pero el y yo éramos todos lo distinto es mi cómplice, mi amigo, mi paño de lágrimas pero mucho más que eso mi hermano.

--- Te rompieron el corazón... Su tono era bajo y bajo. --- Dame la orden y le parto la jeta. Reí por lo bajo ante sus ocurrencias si yo era una loca mi hermano me ganaba.

--- Carlos, ya no es el mismo de antes. Ya no importaba ocultar mis sentimientos, mi hermano nunca me juzgo.

El solo se disponía a escucharme así que solo asintió.

--- Pero esto es mi responsabilidad, yo debo seguir como estábamos seguir siendo compañeros y ya.

--- Bebé... Las cosas pasan porque sí, así es la vida tiene muchas formas de jugar. Respondió él con su extrema sabiduría, que a pesar de ser menor que yo era mucho más maduro el prosiguió.

--- Tú eres una luchadora, mami así que no creo que te vayas a dar por vencida fácilmente, sea lo que sea que halla pasado creo que tiene solución, se que ustedes dos son muy tercos pero se aman solo que son unos huevonsazos, que se la dan de duros.

Una lagrima  escapó de mis ojos, pero la limpie rápidamente, no quería llorar por él, no lo merecia. Me había hecho sufrir yo estuve siempre para él, y terminó cambiándome por una mala mujer, definitivamente los hombres tenian la cara en su propio culo no podían ver más allá de ellos.

--- Ya no quiero amarlo... Admití con todo el dolor que sentía mi corazón, prefiero odiarlo.
Mi hermano suspiró, me conocía tan bien que sabía que estaba hablando muy enserio.

--- Las cosas no se dan así, y tú lo sabes no se deje de amar de un día para otro, pero si está será tu desicion ya no podrás seguir trabajando con él y sabes todo lo que eso significa.

Ya lo había pensado, de hecho sabía que eso me acarrearía problemas legales, sin embargo tampoco quería dejar todo tirado así sin dar la cara, ante todo debía ser responsable y hablar con Blanco de toda la situación así poder estudiar todas las posibilidades que tendría. Antes de que pudiera responderle a mi hermano mi celular comenzó a sonar. Rogaba a Dios que no fuera Carlos de otro número, el alma volvió a mi cuerpo cuando ví que era Blanco.

Debo contestar le informe a mi hermano, si ella me estaba llamando debía ser importante, el asintió y salió de mi habitación.

--- Hola mi amorcito... Salude.

--- Mi Caro, que bueno que contestaste, he estado llamándote desde temprano. Se escucha un poco estresada.

--- Si es que como no me sentía bien, no le preste mucha atención al celular, disculpame.

--- El asunto es que he estado tratando de comunicarme con Carlos durante todo el día, pero ignora mis llamadas

Seguramente, seguía enrrolado con su adorable madrastra.

--- Él está en Barranquilla, problemas familiares. Lo excuse, porque ajá a pesar de todo no tenía que hablar mal de él. --- ¿Paso algo?.

--- El tenía algunos compromisos publicitarios por cumplir. Suspiró, se notaba cansada. --- Te llame a tí porque se que ustedes anda en ese plan de algo más que amigos.

Suspiré y cerré los ojos.

--- Es verdad, pero no he hablado con él no soy quién debe decirte lo que está pasando, pero apenas hables con el entenderas el porqué de su ausencias.

--- Bueno mami, gracias de todas maneras, estamos en contacto.. ah y tú también debes ponerte al día ¿No?.

--- Estás en todo lo cierto mañana a primera hora estoy allá sin falta, así me mate una diarrea y me cague las pantaletas no faltare. Reí imaginando su rostro.

--- No seas puerca. Riendo colgó la llamada.

Me deje caer sobre la cama y tapa mi rostro con las manos, suspiré debía alinear mis pensamientos darle orden a mi vida y continuar pero antes debía tomar una decisión, seguir como si nada trabajando o alejarme definitivamente de Carlos. Mi celular volvió a sonar y al ver quién era forme una sonrisa de oreja a oreja esto definitivamente era una señal divina, y estaba tan conforme con Dios al enviarme angeles a mi vida.








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