Cómo Un Niño

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Explicaba todo a mi prima quien me escuchaba atenta, al terminar era yo quien prestaba atención a todo le que ella me indicaba. Lo más idóneo era llevarlo a un hospital pese a su terquedad iba hacer imposible. Al terminar la llamada me despedí de ella cariñosamente ya sabía exactamente lo que iba hacer.
Fui al baño donde había visto mentol que me serviría para poder echarle sobre su pecho esto ayudaría un poco a sus pulmones y aliviar la tos, también debía tomar un poco de antibiótico esa fiebre posiblemente provenía de una infección y bueno espero no matarlo en mi intentó de enfermera. Al salir del baño me detuve a mirarlo por un momento realmente se veía muy mal tan mal que no estaba resultando ser como habitualmente era Carlos.

--- Quitate la franela... Le pedí

El encargó sus cejas y me miró con descaro, a pesar de sentirse tan mal no dejaba de ser un imbécil.

--- Si querías verme desnudo solo tenías que pedírmelo.

Lo quería matar con la mirada, no estaba para sus bromas esto era muy serio y el se estaba comprotando como un tonto lo noto suspiro y se la quito, evite mirarlo me acerque a él poco a poco mientras abría el mentol.

--- Esto te ayudará un poco relajará tus pulmones.. le dije mientas agarraba mentol con las yemas de mis dedos.

Carlos no dejaba de mirarme fijamente y eso ya me estaba poniendo nerviosa, estar tan cerca sentir su calor, su olor  pero me concentre en untarle mentol sobre su pecho muy caliente la verdad es que ardía por la fiebre trato de evitar un jadeo lo noté lo que no sabía era si había sido a causa del mentol frío o al sentir mis manos sobre su cuerpo, no sabía cuál de estos dos me emocionaba más al punto que empecé a reír bajo como una loca.

Me tarde un poco no sabía si era por querer estar con él así o porque sus ojos me tenía quieta en el lugar. Cuando estaba a punto de levantarme Carlos tomó mi muñeca y la llevó a sus labios dejando un suave beso sobre mi mano, lo mire queriendo que mis dedos fuesen mis labios y después de tanto tiempo me volviera a besar.

--- Vo.. Voy hacerte una sopa, me levanté rápido
Antes de que pudiera decirme algo, corrí prácticamente a la cocina buscando una distracción. Mi corazón quería salir, en mi cabeza rondaron unos pensamientos muy perversos me estaba convirtiendo en una pervertida, como podía estar pensando en lo sexy y hermoso que se veía Carlos, en todo lo que podíamos hacer en su gran mueble. Gire un poco mi cabeza para mirarlo y ahí estaba en el con sus ojos encajados en mí, podía ver qué él estaba pensando algo parecido.

Al enfermarnos mi abuela nos hacía una deliciosa sopa de pollo levanta muertos como coloquialmente le decía, sabía que esto iba ayudarlo.

Vi a Carlos como leía algo del nuevo proyecto era tan terco que no podía dejar eso para luego, no podía convencerlo de dejar de trabajar por ahora , en cambio le hice la mejor sopa del mundo, enserio me quedo deliciosa. Al terminar fui hacia la sala con la sopa en mano, note como me miraba y me percate de un brillo en sus ojos , tal vez le parecía extraño que después de todo estuviera aquí con él ayudándolo no me podía hacer la tonta Carlos me importaba mucho por lo tanto estaba preocupada por él.

--- Dejo ese libreto ahí ven a comer le dije sentandome junto a el. Hizo caso cuando intento tomar la bandeja con la sopa no lo dejé.

--- Yo te la doy , tomando la cuchara ofreciéndole un poco de sopa.

--- No soy un pelao Caro, puedo comer yo solo. Pero su expresión resultó ser como la de un niño pequeño.

--- Estoy al mando Carlos Torres, déjame cuidarte ven. Mis palabras fueron efectivas porqué me hizo caso y abrió su boca. Reí de estaba sintiendo apenado que lo cuidara y de paso que lo alimentará yo me sentía feliz pero sobre todo superior.

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