¡Feliz Cumpleaños!

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1 año después

Iba entrando a las oficinas de la empresa de Carlos y su hermano, desde nuestro último proyecto habíamos decidido tomar un descanso en cuento a nuestras trabajos como actores, pero como Carlos era tan terco y no se quedaba en casa por nada del mundo cada día venía a apoyar en lo que más le gustaba, porqué a pesar de ser un excelente actor también era un excelente empresario. Tomando en cuenta que la empresa de arquitectura era una de más reconocida en Colombia garcias a Dios les llovian los contactos y aquí estaba yo de metiche no queriendo quedarme en casa tampoco está semana había venido casi todos los días apoyarlos así sea llevándolos café, para ser sincera no tenía ni puta idea de cómo hacer un simple dibujo.

La recepcionista, Bianca, me dió una sonrisa apenas me vio, todos aquí se ponían firmes apenas me veían y eso que siempre trataba de ser super amables con ellos, creo que por el hecho de ser la esposa de Carlos se intimidaban un poco. Sin embargo cada vez que podía les hacía saber que conmigo no tenían que ser nada formales yo era más desordenada que todos ellos.

--- Buenos días, señora Torres... Me saludo con formalismo y educación, no les voy a negar que adoraba cuando me llaman de esa forma.

--- Buenos días... Respondí con una sonrisa.
La chica asintió, en ese momento recordé que su mamá había estado delicada de salud y por eso había dejado de ir a trabajar por varios días.

--- Supe lo de tú mamá ¿ya está mejor?.
Se sonrojo y abrió muchos los ojos quizás creía que le iba a llamar la atención por faltar tantos días al trabajo.

--- Si, señora, ya está mucho mejor. Gracias por preguntar.

--- Me alegra mucho, cualquier cosa que necesites no dudes en decirnos.

No me quedé esperando una respuesta de su parte, ya que estaba de muerte lenta por los nervios, seguí caminando para llegar a la oficina donde estaba mi querido esposo, Carlos Torres y si por supuesto que nos casamos, les mentiría si les digo que todo ha sido perfecto, al momento de convivir juntos tuvimos muchas diferencias hasta llegué a pensar que en cualquier momento iba a salir corriendo por qué ajá la que sale corriendo siempre soy yo sin embargo aquí estamos con casi que 8 meses de casados más enamorados que nunca.

A Carlos quizás le costó un poco adaptarse a estar casado, ya que ahora debía velar por nosotros dos, tomar responsabilidad como el hombre de la casa y por supuesto mantener a su esposa más feliz que nunca, hacerle el amor cada día, a toda hora en cualquier parte de la casa incluso hasta en el carro.. y pues siiiiii... Eras unos locos pervertidos que solo queríamos estar pegados uno encima del otro.
En cambio yo me sentía tan bien con él, tan plena, extasiada de felicidad. Carlos era todo lo que le faltaba a mí vida para ser feliz.
Una de las arquitectas venía saliendo de la oficina donde estaba Carlos y está me miraba por encima del hombro paso por lado quizás mordiéndose la legua por los celos, me saludó por pura hipocresía sabía que no le caía nada bien pero ella a mi tampoco me rodaba así que estábamos a mano.

--- Carlos, quería saber si había llegado.

--- Él señor Carlos, le corregí. Y gracias ya iba a buscarlo.

Puso los ojos en blancos y siguió caminando.

--- Mucha cara e chimba esa.. dije entre dientes.
Entre a la oficina sin tocar, ya era por costumbre a menos que supiera que estaba en alguna reunión, pero al entrar me lleve la gran sorpresa de enoxntrarme con los señores Finlay, sentados hablando con mi esposo con una sonrisa que no les cabía en sus rostros. Apenas Carlos y yo cruzamos miradas, sentí como mi corazón se aceleraba a mil, no importaba que ya estuviésemos casado o viviendo juntos, siempre me sentiría feliz de verlo.

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