Un enamorado

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Llegué a una de las academias dónde veríamos los cursos de la preproducción, no estaba de ánimos y la verdad es que no quería venir pero como mujer responsable debía cumplir con todo lo que firme en ese contrato, así que sacudí toda pesadez de mi cuerpo y subí al salón. Al entrar ya Carlos estaba allí , salude a nuestra representante igualmente lo hice con el, tome asiento esperando a unas personas que aún no llegaban. Entre en una conversación jocosa con Blanco dónde ambas reíamos, él no decía nada estaba metido en su teléfono aveces daba una que otra sonrisa a lo que sea que estuviera haciendo o leyendo ahí.
Así pasamos unas cuantas horas, dónde nos explicaba varios puntos importantes del proyecto, nos daban indicaciones de como lograr aspectos importantes en nuestros nuevos personajes.

Llegó la hora del almuerzo pero todo preferimos comer aquí mismo , mi atención se fue a una de las asistentes del lugar , ella venía con un enorme arreglo floral, como entro al salón yo jure que eran para unas de las chicas o para Blanco. Pero no la joven se paró delante de mí y me dijo.

--- Disculpe señorita Carolina esto es para usted. Blanco inmediatamente salto

--- No sabía que tenías un enamorado mi Caro.
Justo en ese momento gire mi mirada a dónde estaba Carlos, el tenía la mirada fija al arreglo pero su cara mostraba todo menos agrado.

--- Bonitas flores Caro Ramírez... Algún actor loco por tu amor. Lo mire fijamente sin decirle nada solo dándole una risa burlona

--- ¿Es que ahora saben a qué lugar vas?. Pregunto y me llamo la atención en la forma que lo dijo.

--- Pues si como ves tengo muchos pretendientes. Le respondí con una risa falsa y fría. Agarre la tarjeta y me acerque a oler las rosas rojas suspirando como si esto fuese una maravilla al fin y al cabo era muy buena actriz, pero me facsino ver a Carlos tensar tanto la mandíbula que casi rompe sus dientes... Si exagero, pero se que se estaba mordiendo la lengua por decir algo. Él estaba muy atento esperando que leyera lo que decía la tarjeta.

Espero que tengas un bonito día y que no olvides nunca a tu amigo mexicano que te quiere con todo el alma

Te quiero

Marck


Sonreí mucho adoraba a Marck, éramos muy buenos amigos siempre lo fuimos, y no la llevábamos muy bien dentro y fuera del set, pero la leí solo para mí deje que se siguiera muriendo de la curiosidad.

--- Todavía existen en el mundo hombres detallistas. Murmuré.

Quería reírme de la cara de Carlos, estaba furioso su cara estaba roja de la rabia, en cualquier momento iba a lanzarse sobre mi y quitarme la tarjeta.

--- Iré almorzar afuera con una amiga, cerca hay un buen restaurante nos vemos más tarde. Me miró y camino hacia la salida.

Me quedé mirandolo, con ganas de matarlo, sabía lo que estaba haciendo quería darme de mi propia medicina pero a diferencia de el yo no aguantaban mucho y me estaba muriendo de la rabia al saber que iba a salir con otra, sin embargo no se lo iba a demostrar así que me hice la dura y disimule. Llego a dónde estaba yo con el arreglo.

--- ¿Así que un enamorado?. Pregunto jugando con unas de las rosas. Aunque se que sus intenciones eran destrozarlas.
Solo asentí

--- Uno que si sabe cómo ganarse el corazón de una mujer, no solo su cama. Me encogí de hombros.

Carlos se acercó tanto a mi que podíamos sentir nuestros alientos. Mire sus labios queriéndome perder en ellos y besarlos, sin importarme quien pudiera vernos. Pero me contuve.

--- Al cara e chimba que te esté enviando esas flores, dile que tú eres mía. Dijo muy bajo para que solo escucharamos los dos.

Blanco reír por lo bajo ella sabía perfectamente bien en el juego que estábamos metidos nosotros dos , mientras que los instructores solo nos miraban algo perplejos.

--- Bueno señoritas, nos vemos dentro de un rato, yo iré a pasarla muy bien en mi almuerzo.
No quise reconocer que me estaba muriendo de celos al verlo salir por esa puerta , pero ya no estaba segura si Carlos Torres era mío.

Me quedé con las chicas y Blanco almorzando ahí. Al terminar la hora del almuerzo todos retomamos las charlas, Carlos tardo unos minutos más en llegar, como si nada entro se sentó y tomo el hilo de lo que estábamos haciendo al finalizar la tarde me sentía un poco cansada solo quería llegar a mi casa y dormir por horas todos nos despedimos y tomamos nuestros caminos, no volví hablar con Carlos incluso ni me despedí de el no quería tener que pasar nuevamente por un mal rato con sus estúpidos comentarios.

Al llegar a mi casa ya eran más de las siete de la noche así que prepare algo rápido para cenar , aunque a la final solo comí un sándwich y no completo porque de pronto el hambre desapareció, estaba sumergida en mi pensamientos que últimamente no dejaban de rondar en mi cabeza mi teléfono celular sonó que me hizo sobresaltar del susto , al darme cuenta quién era quise no contestarle pero la curiosidad me mataba y las ganas de escucharlo también.

--- Buenas noches Torres, olvidaste decirme algo más. Mi tono de voz era tranquilo pero precavido.

--- ¿Sabes cocinar? Y me refiero a algo mas que sopa y panquecas.

--- ¿Perdón?

--- No recuerdo que tengas problemas para oír bien. Murmuró con sarcasmo.

--- Claro que se cocinar idiota.

--- Bueno necesito que vengas a mi casa y me ayudes a preparar algo jodidamente buena.

--- ¿Y acaso tú eres mi jefe y yo tu empleada?

--- Deja de jugar Caro , de verdad necesito que me ayudes con eso. Había contratado a una persona y no llego mis invitados llegarán en unas horas y yo no sé que hacer.

--- Solo si lo pides como debe ser.

Suspiró

--- Que palabra Carolina deja de jugar.

--- Tú sabes cómo pedir las cosas de buena manera Carlos Torres.

--- Por favor. Lo dijo tan bajito que casi ni lo escucho.

--- Por favor, Carolina.

--- Por favor ¿que?. Estaba conteniendo la risa.

--- Por favor ven y ayúdame a preparar algo demasiado bueno para esas dos personas invitadas.

Reír para mis adentros, siempre lograba que Carlos sediera aunque últimamente estaba un poco difícil.

--- Ya salgo para allá.

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