Podía escuchar la dulce melodía de los pájaros, mientras la brisa fresca lograba mover el paisaje. Pequeñas flores le daban al prado un toque de hermosura incomparable, logrando llenarlo de paz.
Una sutil risa llamo su atención. Esto logro que sus pies anduvieran buscando el origen de dicha risa.
Camino por el prado hasta que sus ojos divisaron una figura sentada sobre una gran roca. La mujer se encontraba a espaldas de el, pero su cabellera castaña se le hacia muy familiar. Como sus pies tuvieran vida propia se fue acercando cada vez más hacia la joven mujer.
Esta al sentir su presencia se giro, dejando ver su rostro.
El corazón de Adriano se lleno de dicha al verla. Esta le regalo un sonrisa, esa que por tanto tiempo quería volver a ver. Las ganas de abrazarla lo invadieron, pero antes de que su deseo fuese cumplido; otra figurita hizo acto de presencia ante de el.
Un pequeño niño se encontraba junto a su amada, era su viva copia solo que sus ojos eran igual de verdes y hermosos que los de Ana.
Automáticamente el italiano entendió.
Sin perder tiempo se acerco más a ellos. Y al fin después de tanto anhelo por fin pudo sentir a su amada entre sus brazos, con cuidado tomo al pequeño niño y se unieron los tres en un abrazo cargado de felicidad y amor.
-No sabes cuanto te extrañe- dijo con sus ojos empañados de lágrimas.
-Ahora estamos juntos bebe.
Este la observo y luego a su hijo con una enorme sonrisa.
-Cumplí con mi promesa.
-Gracias por tanto- Ana toco su mejilla mientras sus ojos no abandonaban los de él.
-Ellos estarán bien?
Ana solo beso sus labios con delicadeza, antes de regalarle un sonrisa reconfortante. Adriano supo que significaba esa sonrisa, por lo que guardo silencio mientras que su hijo jugaba con el cuello de su camisa.
La castaña se alejo un poco de él, y le tendió su mano.
-Vamos?- dijo con dulzura.
Adriano no lo pensó, con su hijo en brazos tomo la mano de su amada.
Y ahí fue donde los tres, como una familia emprendieron su camino. Recordando el juramento que se hicieron al momento de sellar su amor.
Un amor para toda la eternidad.
(...)
Coloque con cuidado las flores sobre la tumba.
Aquí yacía los restos de mi hermana, junto con los de ahora su amado.
Esta mañana salio a la luz todo, la verdad de un promesa que Adriano había hecho hace algún tiempo, la cual hasta ahora desconocía por completo. Fue gracias al italiano que Joel y Fabi tuvieron la idea de que fueramos sus padrinos de bodas. Logrando así que volviéramos a Boston.
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Siempre Mi pequeña Flor [#2 Saga Flores]
Romance"Volvi a caer. Eres mi perdición" El dolor de perder a su hermana casi acaba con ella. Sin embargo, no todo es tristeza. Con la llegada de su hija, Ella volvio a sonreír, se hizo mas fuerte y logro salir adelante. Pero a pesar de tratar de olvidarlo...