El rey dejó los cubiertos en la mesa y procedió a limpiar las comisuras de sus labios con la servilleta antes de posar su fría mirada en su hijo. Su nieta acababa de soltar como si nada que sus padres estaban saliendo en plena cena familiar, a la reina no le tomó de sorpresa, Miriam intentó disimular la sonrisa que amenazaba con dibujarse en sus labios y abrió los ojos para fingir que no sabía nada del tema, claro que no se lo había creído ni ella.—Estáis saliendo —repitió él, mirando ahora a la pelinegra con una ceja alzada.
—Si, papá.—Christopher fue simple y claro, no quería darle más vueltas al tema cuando su hija estaba delante. Si quería iniciar una discusión que fuera después, no cuando ella los escuchaba atentamente.
—¿Y cuando pensabais que sería buena idea compartir la noticia con la familia, hijo?
—No sabía que tenía que compartirla, pero ahora ya lo sabes, ¿contento? —le lanzó una mirada de advertencia que el rey prefirió ignorar.
—Cuando eres el futuro rey del país, estas cosas importan —chasqueó su lengua y sonrió mirando a su nuera—. Dime, Sofía, ¿te ves capacitada para ser reina?
—¿Cómo? Yo... A ver, yo...
—Lo que pensaba, por eso Alicia era una mejor opción. Ella estaba decidida a darlo todo por el país, no podemos decir lo mismo de ti, si estás dudando la respuesta es por algo —negó con la cabeza y regresó a mirar a su hijo—. Que mala decisión has tomado, eh.
Se les olvidaba de la presencia de alguien en la mesa para hablar como si nada.
—No... Papi, dile que no es verdad —la menor hizo un puchero con sus labios mientras que el tenedor le temblaba en su mano derecha.
—Mi vida, no le hagas caso —susurró acariciando su mejilla—. El abuelo no sabe lo que dice.
—Alexia, tu madre es tu madre y siempre lo será... Pero solo eso —habla el mayor volviendo a tomar los cubiertos con sus manos, sabiendo que ya tenía dominada la conversación y podría darle los giros que él quisiera—. ¿pero novia de tu padre y futura reina del país? No, de eso nada.
Los puños de la pelinegra se aprietan al escucharlo. Sabía que no era la mejor opción para Christopher, que siempre habría alguien mejor a ella en todos los aspectos de la vida, pero que se lo dijera él y no su padre, él no tenía que meterse en asuntos que no le tocaban. ¿Por qué tenía que opinar? ¿Por qué tenía que compararla con Alicia?
Era un buen hombre y quería lo mejor para su hijo... ¿pero hasta qué punto?
—Tal vez ella está decidida a darlo todo por el país, pero yo estoy decidida a darlo todo por su hijo. Aprenda que reinar y amar son cosas que pueden ir de la mano, que usted no lo haga es diferente. Su hijo se merece eso todo y más, que lo sepa —intentó sonar lo menos cortante posible pero estaba enfurecida y si no estuviera su hija delante ya habría soltado más su lengua... Y quizá no sólo la lengua.
—Vaya, vaya... —sonrió con diversión, dispuesto a seguir esa conversación a su favor.
—No, ya basta —intervino Christopher—. Como digas una sola palabra te juro que esta es la última cena que haremos como familia. Se supone que tenía que ser un rato agradable en donde se conservara de cosas del día a día, no donde tú me vienes a dar lecciones de vida. Estamos juntos, fin del asunto, te guste más o te guste menos.
Le gustó la respuesta, su hijo nunca le había respondido de una manera tan seria por un tema similar. Se le veía la autoridad, que era algo que necesitaba para ser rey. Quizá en el fondo no estaba haciendo las cosas mal del todo.
El resto de la cena transcurrió con completa normalidad, nadie habló más del tema para no volver el ambiente tenso de nuevo. En cuanto terminaron, Christopher llevó a Alexia a la cama y Sofía subió pocos minutos después.
—Mami —la llamó la pequeña al verla apoyada en la puerta—, ¿me lees un cuento?
—Claro que si, bonita —sonrió entrando en la habitación, se acomodó al otro lado de la cama y tomó el libro que Christopher le estaba tendiendo. Un clásico Disney que Alexia disfrutó palabra tras palabra. En Disney siempre se hablaba de princesas que necesitaban un príncipe, ¿pero por qué nunca había un príncipe que necesitase de una princesa?
La niña se quedó dormida antes del final, no debió de parecerle tan interesante, quizá ya estaba cansada de monarquía antes de empezar en esta. La pelinegra cerró el libro y lo dejó sobre la mesita por si mañana quería terminarlo, besó su frente y la tapó bien con las sábanas para después salir de la habitación. Christopher se encargó de apagar la luz y cerrar la puerta sin hacer el más mínimo ruido para no despertarla.
—Lo siento por lo de hoy —musitó—. Mi padre a veces se comporta como un imbécil.
—Tu padre se preocupa por ti —admitió—. Yo también lo hago, supongo que por eso no me cuesta tanto admitirlo. Y con lo de ser reina...
—No te preocupes por eso, en serio, no te agobies porque...
—No voy a montarme un Letizia, no lo hago por dinero, lo hago por amor —se encogió de hombros—. Se han visto cosas peores, no estoy preocupada.
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El juego real
FanfictionChristopher nunca se había llevado bien con la palabra "compromiso", algo que era esencial si quería ser el príncipe de Dinamarca. La responsabilidad no era su punto fuerte. Pero no le quedaba más remedio que hacer frente a todo, olvidarse de todo l...