04

417 43 0
                                    

Pasó una semana completa y Hyunjin comenzaba a adaptarse más a la situación. Había construido una rutina más normal con ese chico pero notó que le faltaba demasiada experiencia como humano.

—¿Hoy podemos salir? — Preguntó Jeongin, ilusionado porque el rubio le había comentado que los domingos no trabajaría y por fin, después de una semana podía ver la luz del día.

Las orejitas de Jeongin estaban tan atentas a Hyunjin.

— No, quiero descansar. — Dijo con un tono firme mientras terminaba de cambiar su camisa.

Jeongin hizo un puchero y bajó un poco sus orejas que no eran tan visibles para Hyunjin, realmente necesitaba un corte de cabello.

Hyunjin miró las expresiones del chico y se sintió mal. Jeongin no había salido en toda la semana, también sería justo llevarlo a ver el exterior.

— Está bien, ¿A dónde te gusta ir? — Hyunjin terminó de atar las agujetas de sus tenis y después prestó atención al chico que estaba muy emocionado por la respuesta que había recibido.

Jeongin sonrió y se acercó al chico rubio. Sentía que podía estar saltando de la emoción.

— No conozco muchos lugares, ¿Podrías llevarme a un lugar nuevo? — Sus ojos reflejaban toda la ilusión que tenía Jeongin por conocer más lugares en su forma humana.

Cuando Jeongin se convertía en un cachorro la mayoría de las personas lo corrían del lugar y no dejaban de llamarlo "perro pulgoso"

Hyunjin frunció el seño al percibir el olor que tenía Jeongin en esos momentos.
No lo llevaría así a ningún lado, primero necesitaba salir decente.

— Primero tienes que bañarte.

Jeongin ladeó la cabeza, no sabía que era bañarse en su forma humana.
Miró el rostro de disgusto del chico mayor y decidió preguntar por esa palabra.

— ¿Bañarme? — Hyunjin asintió y tomó otro pedazo de tela que estaba ahí. — No quiero bañarme. — Hizo un puchero y negó con la cabeza.

El mayor volvió a asentir mientras tomaba más productos que le servirían a Jeongin.

— Tengo que comprarte muchas cosas personales, necesitas tus propios calzoncillos, ¿Quieres ir a comprar?

Jeongin rápidamente asintió, nunca había escuchado eso, quería saber que era comprar.

— Entonces tendrás que bañarte.

Pero el pelinegro con orejas se volvió a negar.

— No quiero. — Se cruzó de brazos y se sentó en aquella cama.

— Entonces no iremos a comprar.

Jeongin puso atención al mayor y se alarmó por la negación.
Hyunjin pudo ver aquello y sabía que había ganado, el pelinegro no podía resistirse a salir.

— Está bien, ¿Cómo lo hago? — Preguntó algo avergonzado por su poca experiencia y Hyunjin suspiró.

— Tienes que girar las llaves para que suelten agua, este se llama shampoo y lo colocas en el cabello, aquí está un jabón que es para el cuerpo... — Y así, Hyunjin señalaba los productos y explicaba su uso.

Jeongin prestaba mucha atención al chico, no entendía como funcionaba nada de lo que veía, tampoco sabe leer así que memorizó cada presentación de los productos, al igual que su uso.

Hyunjin se sentía tonto por explicar cosas tan básicas que cualquier niño de cinco años ya podía entender.
Aunque por cierto, nunca había preguntado la edad de Jeongin, aún tenía curiosidad por saber ese detalle.

HyunJin's puppy «ʜʏᴜɴ ɪɴ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora