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Seungmin estaba en shock cuando el chico comenzó a explicarle y le mostró su forma de convertirse en un pequeño animal.

— Me estás diciendo que siempre fuiste un humano y... ¡Y dormías entre Felix y yo! —Elevó su tono de voz, sorprendido y cubrió su cuerpo con sus dos brazos.

Changbin rodó sus ojos y suspiró.

— No tienes que gritar, intenta ser más silencioso. — Habló con preocupación de que algún empleado pudiera escuchar. Seungmin asintió y calmó su respiración. — Ahora que te dije esto... Yo tengo algo más que decirte.

Seungmin volvió a poner atención pero en ese momento no era muy fácil decirle al castaño lo que sentía. ¿Cómo le diría que está enamorado de Felix?, En esos momentos no se sentía tan indicado de confesarle.

Hubo un silencio mientras Changbin pensaba seriamente en lo que debía de decirle a Seungmin. El chico castaño comenzaba a desesperarse y pronto se adelantó a preguntar.

— ¿Qué es lo que tienes que decirme?

Insistió y Changbin tomó valor para hablar.

— Yo... — Bajó su mirada, viendo el piso como si fuese lo mejor que hubiera visto en su vida. — Nada, es solo que ahora que sabes de mi, seguramente no querrás tenerme aquí. — Sonrió nerviosamente y Seungmin negó inmediatamente.

Después de intentarlo, al final no pudo confesar lo que realmente sentía.

— Eres genial, solo tengo que ocultarte de mis padres. — Sonrió y Changbin asintió.

Pero ahora tenía un nuevo problema. Finalmente no pudo confesar que Felix es el chico que tanto le gusta.

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Al día siguiente, Jeongin se distanciaba bastante de Hyunjin. Cuando el rubio quería tomarlo, el pequeño solo salía corriendo y cuando intentó abrazarlo nuevamente Jeongin le dejó una pequeña mordida al chico en su mano.

Todo empeoraba entre Jeongin y el chico rubio mientras el tiempo pasaba.

— Jeongin... No fue mi intención, yo solo... — El rubio intentó nuevamente hablar con el chico pero el pequeño gruñó y salió corriendo de esa habitación.

Hyunjin suspiró y se maldijo una y otra vez. En esos momentos necesitaba un manual que le dijera que hacer.

Jeongin, mientras corría, sin darse cuenta fue elevando y le tomó por sorpresa que le dió un gran susto.

— Mi pequeño Jeongin... — Sonrió la mujer y abrazó cálidamente al pequeño animal. — Ahora que lo pienso, ¿No tienes el mismo nombre que la pareja de Hyunjin? — Preguntó un poco confundida.

La mujer sonrió después de recordar que cuando solía estar enamorada le ponía el nombre de su pareja a todo lo que se encontraba a su alrededor.

— Probablemente estás aburrido, ¿Te gustaría salir a un parque? — Cuestionó la mujer, como si Jeongin le fuese a dar una respuesta.

— ¡Odio los parques!

Protestó Jeongin pero la mujer no pudo entender lo que dijo la pequeña bola de pelos.

— Lastima que hoy no tengo el día libre. — La mujer hizo una mueca y bajó a Jeongin nuevamente al piso. — Nos vemos más tarde, Jeongin. — La mayor se despidió y salió de esa casa, nuevamente tenía otra reunión aburrida por atender.

Jeongin salió corriendo de ese lugar antes que de fuese encontrado por Hyunjin.
Aunque regresando a la escena del rubio, ese chico estaba ideando un plan para que el pequeño lo perdonara.

Y como si lo hubiera invocado, pronto tuvo una grandiosa idea. Sonrió con malicia ya que sabía que Jeongin no se podía resistir.

Salió de su habitación y comenzó a buscar al pequeño por toda la casa.
Buscó primero debajo de los sofás, en la cocina, en el patio trasero, pero aún así, no tenía idea de donde podría estar.

Buscaba desesperadamente hasta que pronto encontró una cola sobresaliente debajo de una silla.
Sonrió nuevamente cuando supo que tendría éxito y tomó a Jeongin desprevenido.

— ¡Te tengo! — Dijo victorioso cuando ya estaba cargando a Jeongin en sus manos.

El pequeño gruñó y se sacudió para salir de los brazos de Hyunjin pero le fue imposible.

¡Déjame, estoy enojado!

Gritaba Jeongin pero a Hyunjin le daba igual porque no podía entenderlo.

— Sé que no te puedes resistir a esto. — Habló Hyunjin y tomó su teléfono para después salir corriendo con Jeongin. — Saldremos.

Los ojitos de Jeongin se iluminaron y sentía que saltaba de emoción al escuchar esa palabra. Por fin, después de una semana volvería a salir de esa casa y estaba muy feliz de saberlo.
Movía su cola de un lado a otro muy rápidamente, no se podía resistir.

— Ve a mi habitación y toma cualquier prenda. — Ordenó Hyunjin y el pequeño salió corriendo de ese lugar.

Aunque Jeongin seguía molesto con Hwang por lo que había pasado, no se podía resistir a la idea de ver el exterior nuevamente.

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Una gran cantidad de personas caminaban alrededor de Hyunjin y Jeongin. El pelinegro en ocasiones tomaba de la mano al rubio ya que temía perderse entre toda esa multitud.

— Hyunjin, ¿Qué es este lugar? — Preguntó asombrado de ver tantas personas recorrer el lugar.

— Cerca de aquí hay un restaurante japonés que te encantará. — Afirmó el rubio. — El papá de Chan es el dueño.

El pelinegro no sabía quien es el papá de Chan y mucho menos sabía quién es Chan pero solo asintió.

Caminaron un poco más y después de un tiempo, lograron entrar a ese lugar elegante dónde la gente parecía vivir en otro mundo. También habían muchos extranjeros disfrutando de la comida.

— Mesa para dos. — Dijo Hyunjin y el hombre jóven se encargó de llevarlos a un lugar disponible.

Ambos tomaron asiento y comenzó a ser incómodo cuando ninguno de los dos hablaba o intentaba sacar algún tema de conversación.

— Yo... — Hyunjin suspiró y miró a Jeongin, tenía que hacerlo ahora o nunca. — Lo siento, no debí decir eso.

El pelinegro le prestó suficiente atención y lo miró de la misma forma.

— ¿No debiste decirlo? — Preguntó un poco curioso por escuchar la disculpa de Hyunjin. — ¿Eso significa que sí me amas? — Volvió a preguntar y sus orejas volvieron a sobresalir.

El rubio sintió que no respiraba cuando el pelinegro volvió a hacerle esa pregunta. No quería responder de la misma forma, no volvería a cometer el mismo error.

— No de esa forma, yo... — Iba a continuar hablando sutilmente pero Jeongin interrumpió al contrario.

— Hyunjin, yo sí te amo. — Dijo espontáneamente, sin ninguna expresión en especial

Y Hyunjin nuevamente tenía sus latidos más acelerados de lo normal.

HyunJin's puppy «ʜʏᴜɴ ɪɴ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora