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Aquella mujer con mucha vergüenza siguió tapando sus ojos mientras su hijo terminaba de ponerse sus ropas.

— No es lo que creés, Jeongin y yo... —Empezaba a explicar el rubio pero pronto el menor interrumpió su diálogo.

— Estábamos escogiendo muebles para nuestro apartamento. — Dijo el pelinegro con una sonrisa en su rostro, claramente se podía notar su felicidad.

En ese momento Hyunjin ya no sabía que era peor. Pero al menos estaba salvado de una situación más incómoda.

— ¿Ustedes tendrán un apartamento? — Preguntó la mujer con mucha curiosidad, pues su hijo no le había comentado nada.
Sabía que su hijo se volvería loco con una tarjeta de crédito.

Jeongin asintió a la pregunta de la mujer y Hyunjin solo miró el piso como si fuese la cosa más interesante que pudiera ver en esos momentos.

— Verás... Jeongin y yo queremos vivir juntos así que... Solo falta dar el primer pago del apartamento y en unos días nos podemos ir de aquí. — Explicó el chico en breve y la mujer intentaba procesar toda la información.

¿En qué momento su hijo había comprado un apartamento?, Sin duda se estaba volviendo loco con una sola tarjeta de crédito.

— Pudiste decirlo antes, tengo un viejo amigo que hace buenos tratos con las propiedades. — Habló la mayor y Hyunjin se encogió de hombros, restándole importancia al asunto.

— No fue necesario. Jeongin encontró un buen hogar en internet. — Explicó el rubio y soltó una risita no muy escandalosa.

— Como sea, será mejor que se cambien y Hyunjin, tu tutora no podrá venir hoy. — Fue lo último que dijo la mujer antes de salir de esa habitación y dejar a ambos solos en aquel lugar.

Un día más sin tener la presencia de esa tutora que realmente no le caía bien.
Pero todo sería por conseguir un estúpido papel que le dijera a todo mundo que por fin contaba con estudios respetables.

— Jeongin... Ahora tendrás que cambiarte y actuar como si fueras mi novio. — Habló Hyunjin mientras ataba las cintas de sus tenis.

El pelinegro mostró algo de confusión ante las palabras del mayor.

— ¿Fingir? — Preguntó con sus orejitas bajas mientras miraba al chico que le daba la espalda.

— Ya sabes, mi mamá piensa que eres mi pareja. — Dijo el rubio y se encogió de hombros mientras que al pelinegro no le agradaba para nada lo que había dicho el otro chico.

Nuevamente ese sentimiento llamado "tristeza" y esa emoción no le agradaba para nada.

— ¿Y por qué no podemos ser como una pareja de verdad? — Volvió a preguntar muy ingenuamente.

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Los tres chicos miraban la película y al mismo tiempo tomaban palomitas de un solo recipiente.

— ¡Les dije que él era el asesino! — Felix alzó la voz cuando el protagonista de la película se encontraba con un arma en su mano. — Soy un profesional en estas películas. — Soltó una risa orgullosa y miró a ambos chicos que se encontraban demasiado sorprendidos por lo astuto que había sido el rubio.

Ambos chicos suspiraron al recordar la breve apuesta que hicieron.
Cada uno eligió el personaje del que más tenía sospechas y felix se había llevado el premio.

— No tengo dinero. — Confesó Changbin y se cruzó de brazos. Es real, no mentía, básicamente sobrevivía gracias a el dinero de los padres de Seungmin.

— Yo... Mis padres no me dejaron su tarjeta. — Mintió Seungmin y se encogió de hombros.

Felix los miró y soltó una carcajada.

— ¿Quién dijo que el premio sería dinero? — Preguntó el rubio y los dos chicos estaban confundidos y miraron con atención a Lee. — Me deben su día libre, serán mis sirvientes por un día. — Sonrió con malicia y Changbin inmediatamente negó.

— No estoy de acuerdo, esto no estaba en el trato. — Habló el pelinegro, negándose a el reto de Felix.

Seungmin no dijo nada, solo observó a ambos que se veían de distintas formas. Felix miraba a Changbin con mucha gracia, le causaba gracia ver al pelinegro frustrado y Changbin, él veía al rubio como si lo fuera a asesinar.

— Nos vemos mañana en su día libre. — Sonrió Felix y tomó sus pertenencias que había dejado en el sofá.

Después salió se esa casa. Dejando solos a esos dos jóvenes que no estaban muy de acuerdo con lo que había acordado Felix. 

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Hyunjin suspiró al escuchar la pregunta del chico. Últimamente sentía que sus emociones habían cambiado y bastante pero no lo iba a admitir o al menos no lo quería admitir por ahora porque él pensaba que estaba muy bien seguir su vida sin enamorarse de alguien, pero tampoco podía negar que cada vez que veía a Jeongin era distinto.

— Las parejas de verdad se quieren. — Explicó el rubio, con un tono de voz muy frío y sin mirar a Jeongin. No quería mirarlo en ese momento porque sabía que estaría con sus orejitas bajas y su mirada lo observaría fijamente.

El pelinegro sintió como sus mejillas estaban húmedas. Lo sabía, ese sentimiento nuevamente había llegado y no le gustaba para nada estar triste.

— ¿Nosotros... No nos queremos? — Cuestionó Jeongin, con su voz temblorosa, ya era bastante obvio que sus lágrimas comenzaban a caer.

Hyunjin escuchó su voz pero no quiso mirarlo porque sabía que eso significaba que tendría que admitir en ese preciso momento sus sentimientos por el pelinegro.

— Los amigos se quieren, somos amigos, pero no somos como una pareja. — Intentó explicarlo de una forma que fuese clara para Jeongin que aún no entendía mucho sobre esos temas.

El pelinegro bajó su mirada y pensó que tal vez no todo debía de ser como en esas series románticas que había mirado en la televisión.

— Seguiremos siendo amigos, ¿Verdad? — Volvió a hablar con esfuerzo, no quería que su voz se quebrara en ese momento.

— Solo se vive una vez, así que métete en problemas una vez más. — Se dijo Hyunjin a él mismo y tomó mucho valor para hablar.

El rubio miró a Jeongin que observaba el piso mientras sus lágrimas caían y tal y como lo sabía, sus orejas estaban bajas.

— No llores, no quise decirlo de esa forma, lo que quiero decir es... Primero somos amigos y después podemos ser una pareja de verdad. — Hyunjin sonrió y después miró a Jeongin con sus ojos rojos y pocas lágrimas aún saliendo de aquellos.

El pelinegro no evitó sonreír y salió de esas sabanas para después abrazar a Hyunjin, pero aún no entendía por qué el rubio tenía su rostro rojo y no correspondía el abrazo.

— ¡Primero ponte ropa!

Nuevamente Jeongin había olvidado ese pequeño detalle.

HyunJin's puppy «ʜʏᴜɴ ɪɴ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora