HyunJin's puppy «ʜʏᴜɴ ɪɴ»

14

Hyunjin correspondió el beso. Los labios de Jeongin eran inexpertos y algo torpes pero el rubio intentaba hacer que el contrario hiciera mejores movimientos.
Pronto, el de orejitas sobresalientes se detuvo y se separó de Hyunjin.

— Tengo sueño. —Dijo apenado y Hyunjin quería seguir probando sus labios, sin duda quería seguir probando de ellos.

— Solo una vez más. — Hyunjin volvió a acercarse al chico que tenía su rostro rojo e intentaba calmar sus nervios.

El chico rubio estaba a punto de probar nuevamente los labios del pelinegro, sin duda podía estar todo el día probando de ellos pero justamente cuando estaba a punto de juntar sus labios las prendas de Jeongin cayeron al piso y su cuerpo ahora era más pequeño, nuevamente se convirtió en un pequeño animal.

Jeongin salió corriendo y Hyunjin lo observó, algo confundido por la reacción del chico.

Hyunjin me ama, Hyunjin me ama. — Pensaba mientras recordaba las acciones del rubio.
Corría muy feliz pero también apenado, por alguna razón, sentía que no estaba acostumbrado a sentir ese sentimiento.

Corrió lo más rápido que pudo a esa habitación y se resguardó debajo de las sábanas.

Mientras que Hyunjin maldecia al otro chico. Quería seguir besando a Jeongin pero el contrario no lo había permitido. Si seguía probando de ellos muy seguramente el rubio se volvería loco.

Sin avisos previos la puerta principal fue abierta por una mujer sonriente y un hombre a su lado.
Hyunjin rápidamente se acomodó y dejó sus pensamientos para después, mirar a su madre sonreír tan feliz mientras que el otro hombre mostraba un ambiente serio.

— Hyunjin, justamente te encuentro aquí. ¿Recuerdas a Jack? — Sonrió y el hombre solo hizo una reverencia ante el rubio.

Hyunjin esperaba que su madre le presentara a su pareja temporal pero no se esperaba que justamente esa noche llegaría a presentarse con él.
Esto iba demaciado rápido, aunque las relaciones de su madre siempre eran bastante rápidas. 

Por un momento el rubio había olvidado que la ropa de Jeongin seguía ahí tirada.
Se alarmó cuando miró a la pareja sonriente o al menos su madre estaba mas sonriente de lo normal.

Tomó las prendas de Jeongin y comenzó a hacerlas bola, intentando que aquellos dos adultos no se dieran cuenta.
Rápidamente la tomó en sus manos y sentía que su cuerpo estaba frío y sus nervios lo consumían.

Solo ve a tu habitación y regresa como si no hubiera pasado nada. — Planeó Hyunjin y después se levantó de ese sofá, apagó el televisor donde aún se podía ver el programa de repostería e intentó salir de ese lugar.

— Tengo que ir a...

Pero justamente su madre interrumpió.
Hyunjin escondía sus manos que sostenían la ropa de Jeongin.

— Baja cuando termines de llevar esa ropa a tu habitación. Tenemos que hablar, además Jack quiere conocerte. — Sonrió y Hyunjin dejó de esconder aquellas prendas.

No le había dicho nada extraño aunque ya era mucho más extraño encontrar ropa tirada en la sala sin ningún motivo.

— Ahora mismo vuelvo.

Salió corriendo de esa escena y la mujer le invitó a ese hombre tomar alguna bebida de las que podía ofrecer el empleado encargado de la cocina.

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Cuando Hyunjin entró a su habitación se encontró con un pequeño bulto debajo de sus sábanas. Obviamente era Jeongin pero no lo molestaría.

Solamente se dedicó a dejar esas prendas en su lugar y seguir con su vida.
Mientras tanto, el pequeño peludo ya estaba dormido.

El rubio salió de esa habitación y regresó a la sala principal donde estaba aquél hombre bebiendo una copa de vino al igual que su madre que la acompañaba con una gran sonrisa.

— Hyunjin, por favor toma asiento.— Ordenó progenitora y el chico solo obedeció.

El hombre tenía un semblante muy serio, se encontraba mirando al rubio y la mujer lucía completamente enamorada.

— Creo que ya estamos bien con la presentación pero también queremos hablar sobre este negocio. — Explicó la mujer y el hombre asintió.

— Soy Jack, solo mi padre es coreano, sin embargo, tengo un papel muy importante en este país. — Prosiguió el hombre y si Hyunjin era sincero, podía deducir que el hombre daba miedo, sin pensarlo más veces. Aunque decía ser importante, nunca antes lo había visto en ningún medio de comunicación. — Como sabrás, la salud en Corea es muy importante y bueno, yo soy encargado de que eso funcione.

El rubio estaba un poco confundido, ¿Cómo es que el hombre seguía sacando ese tema?, ¿Ahora estaban hablando de trabajos?

— Como sabes, nuestra empresa se encarga de fabricar medicamentos especiales. — Habló su progenitora y Hyunjin asintió.

Ese es el gran negocio de la familia Hwang. Así como su padre fue un genio en la medicina, su progenitora no se quedaba atrás. Aquel par hicieron una combinación inmediata. Ambos son unos genios pero Hyunjin era todo lo contrario, ni siquiera pudo resolver simples ecuaciones.

— Y si nos unimos, nuestro trabajo podría ser tan exitoso que podrías lanzarte como nuevo presidente en la producción de medicina. Tendrías un puesto más arriba que el de tu madre. — Explicó y el chico quedó sorprendido por lo que había escuchado.

Hyunjin no estaba dispuesto a recibir tanta responsabilidad. Era demaciado para él en esos momentos, no quería aceptar aquellas propuestas que no le parecían nada buenas.

— ¿Qué dices?, ¿Aceptas? — Preguntó un poco insistente aquel hombre.

Entonces no todo era como lo esperaba Hyunjin. Su progenitora tendría un matrimonio arreglado y el rubio saldría beneficiado, ¿Qué más podría desear?
Sin embargo, muy dentro de él sabía que no estaba listo para recibir tanta responsabilidad, un error y toda la gente del país podría terminar en malas condiciones.

— Yo... — Comenzaba a dudar pero su madre le miraba tan fijamente que le hacía sentir presionado.

— ¡Había algo debajo de la cama!, ¡Hyunjin, juro que había alg... — Un chico pelinegro gritaba alterado mientras corría.

Todos se callaron cuando vieron al chico pelinegro bajar las escaleras muy rápidamente.
Cubría su cuerpo con una bata de baño, claramente era la bata de Hyunjin.

El chico pelinegro cerró la boca cuando miró a todos en la escena con cara de confusión y de pronto Hyunjin estaba pálido, la mujer lo miraba con una mueca que no se podía explicar y el hombre solo se preguntaba una cosa, ¿Quién es ese chico?