HyunJin's puppy «ʜʏᴜɴ ɪɴ»

29

Sí, ya había pasado una semana y los tres chicos habían logrado convivir a su manera.
Llegaron a aquel acuerdo donde Felix, Changbin y Seungmin compartirían sus sentimientos.

Por otro lado, Changbin no podía mantener su secreto con el rubio y decidió que lo mejor sería contarle sobre su especie.
Al chico le pareció adorable, pues siempre amó su apariencia de cachorro.

— Seungmin, ¿Estás seguro de esto? — Preguntó Felix y el chico asintió.

— No te atrevas a lastimarte Kim Seungmin. — Advirtió el chico y Seungmin negó.

— Tal vez con un beso de buena suerte puede que no salga lesionado de esto. —Se rió por su propio comentario y miró a sus dos chicos que sonrieron.

Changbin fue el primero en dejar un beso corto en los labios de Seungmin y después Felix se acercó a besar al castaño.

El señor que se encargaba de dejar pasar a las personas a esa atracción miró de forma extraña a los tres chicos, pero no iba a cuestionar sobre la relación "extraña" que compartían.

Los tres chicos estuvieron de acuerdo con la idea de ir a ese parque de diversiones que era muy conocido por tener atracciones muy extremas. Aunque en la que se encontraba Seungmin no era una de ellas pero se trataba de conducir un auto de carreras y ambos chicos sabían perfectamente que Seungmin no sabía conducir a la perfección, probablemente terminaría destrozando aquella atracción.

Cuando todas las personas estuvieron listas, la atracción comenzó y Seungmin comenzó a conducir lo más rápido que pudo.

— Creo que va a estrellar el auto. — Dijo Changbin, observando la atracción y Felix asintió.

— ¿Qué te parece si vamos por un peluche de esos? — Señaló un peluche demasiado grande que tenían como premio si lograban sacar cierta cantidad de puntos.

— No creo tener muy buena puntería para ganar un peluche como esos. — Soltó una risa burlesca y aprovechó la situación. — O tal vez... Tendré una buena puntería si me das un beso. — Sonrió y Felix asintió.

— De acuerdo. — Sonrió y besó a Changbin. Olvidándose de que el mismo señor los seguía viendo de forma extraña.

— Te lo ganaste, tendré ese peluche para ti. — Sonrió y llevó al rubio directamente a ese puesto.

— ¿Cuánto cuesta? — Preguntó Changbin a la señora que atendía el juego.

— Cinco boletos.

Changbin entregó esos cinco boletos a la mujer mayor, que brevemente le explicó las reglas a Changbin y le entregó unos cuantos dardos que le servirían para reventar aquellos globos que contenían puntos.

Changbin, muy confiado de su buena puntería, lanzó el primer dardo, logrando reventar un globo que tenía trescientos puntos.

— ¿Viste eso?, El peluche es tuyo. — Sonrió Changbin y siguió lanzando dardos.

Pero para su mala suerte, falló los demás tiros, haciendo que Felix soltara una gran carcajada.

— Dijiste que podías. — Siguió burlándose de su pareja y Changbin bufó.

— Otra ronda más, por favor. — Dijo Changbin y pagó nuevamente cinco boletos.

Así estuvo por unos minutos.
Lanzaba los dardos y fallaba, Felix se burlaba y Changbin sentía que su orgullo caía, tenía que ganar ese peluche de alguna manera.
El pelinegro perdió la cabeza en aquel juego y sin darse cuenta, había gastado todos los boletos restantes.

— No tengo más boletos. — Se quejó Changbin y Felix negó.

— Debimos gastar los boletos en otros juegos. — Suspiró y la señora mayor no evitó escuchar aquella plática ajena.

— Supongo que ya pagaste con muchos boletos. — Soltó una risa poco audible. — Mejor toma el peluche. — Sonrió y bajó aquel peluche que quería Felix y se lo entregó al chico.

— ¡Muchas gracias! — Habló Felix, elevando la voz por la emoción que sentía.

Y así, ambos chicos se retiraron de ese lugar con un enorme peluche, aunque Changbin estaba con su orgullo roto y se encontraron con Seungmin, que alegaba con el señor de la atracción.

— Le juro que no fue mi intención, creo que su atracción tiene defectos. Justamente cuando intenté dar la vuelta el volante salió, no sé por qué, pero debería de darle mantenimiento. — Argumentaba el castaño y sus dos novios llegaron a escuchar la plática.

— El coche se encontraba en perfecto estado, tienes que pagar los daños. — Decía el señor.

— ¿Qué está pasando? — Preguntó Changbin y el señor explicó la situación.

— Al parecer... Su, ¿Novio?, ¿Amigo?, Lo que sea que sean, descompuso el automóvil y por alguna extraña razón, sacó el volante del automóvil. — Decía y Felix no quería soltar una carcajada en ese momento porque sin duda se molestaría el castaño.

— No se preocupe, ¿Con esto bastará? — Preguntó Felix, sacando algo de dinero de su cartera.

El hombre immediate calló sus reclamos y aceptó el dinero.

— ¿Ese dinero es tuyo? — Susurró Changbin al rubio y este negó.

— Lo robé de la cuenta de mis padres. — Soltó una risa burlesca y Seungmin se fue muy indignado de ese lugar.

— No vuelvo a venir a un parque de atracciones.

Dijo Seungmin y ambos chicos intentaron animarlo.

— Fue un accidente, no fue tu culpa. — Dijo Changbin y detuvo a Seungmin para después besarlo. — ¿Qué te parece si vamos por tu comida favorita para arreglar el día? — Sonrió y Seungmin asintió.

— Conozco un buen lugar. — Habló el rubio.

Y así, los tres chicos siguieron su día.