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Se encontraban en una cafetería a la que solían ir siempre que necesitaban hablar cosas importantes, ¿Por qué?, Cuando Seungmin y Felix iniciaron su relación, decidieron que se contarían las cosas mutuamente, siendo sinceros y habían elegido ese lugar lleno de tranquilidad para hablar sus problemas.

Felix, en cuanto pudo, había salido de su casa, esperando a que el resto de sus amigos se fueran, pues Han ya le había metido una idea a la cabeza y tenía que ponerla en marcha.

Felix jugaba nerviosamente con sus manos, pues se encontraba nervioso debido a los pensamientos que tenía constantemente. ¿Qué tal y Seungmin se molestaba por lo que iba a decirle?, Pero tampoco quería seguir mintiendo, no le iba a mentir respecto a sus sentimientos.

— ¿No es mejor el café sin tanta azúcar? — Habló Seungmin.

En esta escena, no solo Felix estaba nervioso. Seungmin se encontraba moviendo su pie, también demostrando la curiosidad y los nervios que le causaba llegar a ese lugar.
Sí, es el mejor lugar para hablar sus inconvenientes, pero ese momento se sentía tan estresante y tan preocupante que ni siquiera podía notar la noción del tiempo.

— Creo que es mejor sin tanta azúcar. — Contestó Felix, pensando seriamente en las palabras que diría.

— Y... ¿De qué quieres hablar? —Preguntó Seungmin, viendo como Felix se encontraba algo distraído de la situación.

El rubio ordenó lo que diría en su mente, quería hablarlo lo más claro posible. Estaba poniendo en peligro su relación con Seungmin, lo sabía.

— Bueno... Tú sabes que siempre me has gustado y me gusta la relación que tenemos, realmente te amo, Seungmin... — Comenzó a hablar el rubio y el contrario se hizo la idea de que probablemente lo terminaría o probablemente estaba haciendo muchas ideas. — Me gustaría ser sincero y... ¿Qué opinas de agregar a alguienmásanuestrarelación? — Preguntó lo último rápidamente, provocando que Seungmin no pudiera comprender

El castaño intentó entender lo último que había dicho su novio, pero aunque lo intentara, nada de eso pudo tener sentido al momento de escucharlo.

— ¿Qué opino de qué? — Preguntó Seungmin y Felix se arrepintió de la idea, probablemente sería mejor no decirle.

— ¿Qué opinas de aprender francés juntos?, Me gusta la idea. — Habló nerviosamente pero Seungmin alzó una ceja, pues sabía que no era lo que realmente quería decir el rubio.

— No me harías venir aquí, a esta hora, solo para decirme de aprender sobre un idioma, pasa algo más... Solo dilo, sabes que nuestra relación no cambiará. — O al menos eso esperaba Seungmin, pues tenía tantos pensamientos en esos momentos y ninguno era positivo.

Felix se rindió y decidió hablar sobre el tema, después de todo, tenía que arreglar las cosas con Changbin, pues tampoco podía negar su atracción hacia él.

— ¿Qué opinas de... Agregar a alguien más a nuestra relación?

Felix sentía que todas sus emociones estaban más mezcladas que nunca antes, pues no sabía que pensar en ese momento con la cara que había hecho Seungmin.

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Hyunjin tenía la vista perfecta, tenía a un Jeongin arreglado tiernamente, con sus orejitas ocultas dentro de ese gorro negro y podía ver su emoción de lo que estaba sucediendo. Sin embargo, dejando a un lado lo lindo que lucía Jeongin, el rubio lo había llevado a ese lugar con un objetivo en especial.

"Solamente tienes que decile lo que sientes"

Hyunjin intentaba calmarse con ese único pensamiento.
Tal vez no había sido lo suficientemente expresivo con Jeongin y lo sabía, pues le avergonzaba demostrar su lado afectuoso pero no quería perder al pelinegro, sin duda había cambiado su vida, no era el mismo chico irresponsable de siempre... O bueno, tal vez sí lo es un poco, pero sin duda había cambiado.

— Hyunjin, ¿Qué es esto? — Preguntó el pelinegro mientras tomaba una tira de spaghetti de su plato. Nunca antes había visto ese alimento.

El rubio sonrió y tomó con gracia aquel asunto, pues a Jeongin le hacía falta saber mucho más sobre la gastronomía internacional... Bueno, también le faltaba saber más sobre gastronomía coreana.

— Es spaghetti y se come con el tenedor.
— Señaló aquel utensilio.

Jeongin ladeó la cabeza, aún sin entender como ese objeto le ayudaría a comer lo que había en su plato.
Hyunjin notó su confusión y tomó su tenedor para después enrollar un poco del alimento.

Usualmente le enseñaría a Jeongin como utilizar los palillos pero no podía esperar más de un restaurante italiano.
Aunque no se arrepentía, sin duda vendían su comida favorita.

— Parece complicado. — Habló mientras intentaba hacer el mismo movimiento que Hyunjin había hecho.

El pelinegro estuvo ahí por unos minutos, intentando utilizar de forma adecuada aquel utensilio hasta que por fin pudo tomar un poco de spaghetti.

— Así se hace. — Soltó una risa no muy escandalosa y el pelinegro sonrió victorioso.

Un mesero de acercó a aquel par de chicos y dejó algunos postres en la mesa.

Jeongin aún no había probado esos alimentos pero desde su punto de vista, supuso que serían deliciosos.

Y bueno, el momento de Hyunjin había llegado, ya estaban en un ambiente relajado, con una buena vista hacia la ciudad y por supuesto, unos buenos platillos para disfrutar.

— Jeongin... — Habló el rubio y el contrario levantó su mirada, viendo directamente a Hyunjin. — Te traje aquí porque sé que mis acciones son un poco confusas y estaba confundido, pero ya lo tengo bien pensado y... Me gustas. Lo siento por decirlo hasta ahora, quería encontrar la oportunidad perfecta.

Jeongin formó una sonrisa con sus labios, aún sin creer lo que el pelinegro decía.
Entonces, todo este tiempo, Hyunjin pudo ser su chico como en las series coreanas.

— También me gustas, Hyunjin. — Sonrió y el rubio no evitó sonrojarse, por un momento se olvidó que se encontraba en un lugar público. — ¿Ya podemos ser novios?

Y esa última pregunta hizo que Hyunjin casi se ahogara con las tiras de spaghetti.

HyunJin's puppy «ʜʏᴜɴ ɪɴ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora