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Al día siguiente, el rubio no comprendía su reacción y volvía a pensar una y otra vez en las palabras de Jeongin.
Sus mejillas se pusieron rojas cuando el chico pensaba nuevamente en el pelinegro que actualmente dormía a su lado en su pequeña forma.

Salió de esas sabanas y después intentó salir sigilosamente de esa habitación, intentaba no despertar a Jeongin, no quería hablar con él después de que pensó toda la noche en sus sentimientos.

Bajó las escaleras con algo de pereza y después se encontró con su madre que sostenía el teléfono en una de sus manos y hablaba con alguien. No le prestó mucha importancia, seguramente estaba hablando sobre esos negocios aburridos que lo agotaban.

Iba tranquilamente a buscar algún alimento en la cocina pero esa mujer hizo un gesto que solo significaba una cosa, estaba enojada.

— De acuerdo, yo me encargaré que no vuelva a pasar. — Escuchó Hyunjin decir a su madre y después terminó la llamada.

El rubio tal vez en esos momentos deseaba una rebanada de pizza, tenía mucha hambre después de todo y en esa cocina solo habían alimentos saludables que no le gustaban a Hwang.

— ¿Hay algo para desayunar? —Preguntó el chico y su progenitora intentaba mantener la calma.

No recibió una respuesta inmediata de la mujer pero poco tiempo después le dió una respuesta al rubio.

— ¿En estos momentos te importa desayunar? — Preguntó con algo de molestia y el chico que no tenía contexto de la situación solo asintió, sin duda es lo mejor que podía hacer en esos momentos cuando su estómago le exigía alimentos. — Pusiste mal una cantidad y ahora estamos a punto de perder una gran cantidad de dinero. — Habló con molestia, sin duda esa mujer sentía que no podía lidiar con su hijo.

El rubio sintió que no respiraba al escuchar eso.
Eso pasa por estar pensando en Jeongin todo el maldito día. — Concluyó Hyunjin y después volvió al tema principal.

Ambos se quedaron en silencio. Hwang ese día había descubierto algo, sin duda es un asco para las matemáticas.

— Tal vez no sea mucho dinero. — Dijo el menor, intentando minimizar el problema pero aquella mujer seguía enojada.

— Hablaré con Kang y espero que pueda corregir tu error. Si no logro recuperar esto puedes ir consiguiendo un nuevo hogar. — Amenazó la mujer y se dirigió a su habitación mientras intentaba comunicarse con aquel hombre.

Y si algo aprendió el rubio es que su progenitora lo echaría de su hogar una y otra vez.

Se sentía bastante nervioso en esos momentos, sabía que perder una gran cantidad de dinero no era bueno para el empleo de su madre pero no era su intención distraerse con Jeongin todo el maldito día.

Por último, siguió su plan y tomó un postre que estaba en esa mesa.
Raptó aquel alimento y regresó a su habitación, un poco preocupado por lo que su progenitora acababa de decir, tal vez no estaría mal ir buscando un nuevo apartamento, ¿Verdad?

Cuando estuvo dentro de su habitación se encontró con Jeongin. Estaba despierto y nuevamente en su forma pequeña.

— ¡Tengo hambre! — habló Jeongin.

— Sabes que no puedo entenderte. — Aclaró el rubio mientras comía ese postre.

El pequeño se escondió dentro de las sábanas y de pronto volvió a su forma humana dónde si podía ser entendido por Hyunjin.

— Tengo hambre...

El rubio miró al chico y después volvió a tener el mismo sentimiento anterior.
Comenzaba a pensar en que realmente le gustaba el pelinegro pero intentaba sacar esa idea de su cabeza.

— No hay pizza. — Negó el rubio y volvió a comer de su alimento.

Jeongin hizo un puchero y después señaló ese postre que comía Hyunjin.

— ¿Puedo probar?

El rubio asintió, claro, no tuvo la idea de que ese chico tal vez podía comer de lo mismo que él.

El pelinegro tomó una porción de ese platillo e hizo una mueca de disgusto, nunca pensó que ese platillo estaría demaciado dulce.
No dijo nada, solamente no volvió a probar ese alimento.

Hyunjin pensó nuevamente en lo que acababa de decir su progenitora y tuvo una buena idea.

— Jeongin... ¿No te gustaría... — Habló pausadamente, pensando seriamente en las palabras que iba a decir. — Vivir juntos? — Terminó de preguntar con sus mejillas coloradas.

El pelinegro no comprendió mucho la pregunta del chico porque justamente en ese momento viven juntos.

— Por si no lo habías notado, vivimos juntos. — Soltó una risa no muy escandalosa, solamente le causó gracia aquella pregunta que para el pelinegro no tenía mucho sentido.

Hwang suspiró cuando entendió que no dijo las cosas muy claras.

— Pero vivir juntos, solo tú y yo. — Y de pronto el piso era lo más interesante que el rubio podía mirar, aún con sus mejillas rojas.

El pelinegro pronto captó la idea de ese chico y muy emocionado decidió hablar.

— ¡¿Cómo una pareja?! — Preguntó emocionado y Hyunjin sintió que en esos momentos se iba a desmayar.

Aún no lograba comprender como ese chico decía las cosas tan naturalmente.

— ¿Una... — Iba a seguir preguntando pero unos pasos se escucharon cerca de la habitación del rubio y decidió callarse.

Jeongin ya sabía lo que tenía que hacer y volvió a su forma de un pequeño cachorro.

Pero detrás de esa puerta se encontraba una mujer muy preocupada por lo que acababa de escuchar. ¿Será que su hijo se estaba volviendo loco?

Sí, su hijo es un irresponsable pero eso no quería decir que no se preocupara por el rubio y escucharlo hablar solo le hizo sentir aún peor.

Tomó demaciado valor y tocó la puerta del cuarto de su hijo.

— ¡Pasa! — Habló Hyunjin en voz alta y esa mujer se encontraba ahí, observando la habitación con mucho detenimiento y solo se encontró con ese pequeño peludo y a su hijo que comía ese postre.

— Creí que... — Se quedó sin saber que decir, claramente había escuchado a su hijo hablar sobre un tema que no pudo entender. — Hyunjin, necesito que me digas la verdad.

El rubio se dispuso a escuchar y la mujer con mucha preocupación preguntó.

— No estás consumiendo nada de Chan, ¿Verdad? — El chico negó y la mujer sintió un poco de alivio, aunque no iba a confiar del todo en su hijo.

Por un momento se olvidó que había perdido una gran cantidad de dinero, no era posible que su hijo estuviera manteniendo conversaciones a solas.

— ¿Por qué? — Cuestionó intrigado por la conducta extraña de la mujer.

— Nada, solo quería avisarte que iré con Kang a intentar arreglar las cosas. — Avisó la mayor y Hyunjin asintió.

— Perdón.

Su progenitora solo negó y salió de esa habitación sin decir nada.

Jeongin escuchó los pasos alejarse y volvió nuevamente a ser un humano.

— Tu mamá es rara. — Dijo Jeongin y Hyunjin asintió. — Entonces... ¿Viviremos juntos como una pareja? — Preguntó con mucha emoción.

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Perdón por tardar en actualizar, de verdad borré este capítulo muchas veces, me quedé sin ideas pero se aceptan sugerencias ajsjsjsja

Dato: no he dormido 🏃‍♀️✨

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HyunJin's puppy «ʜʏᴜɴ ɪɴ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora