Capitulo 2

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Arek

Cuando creces sin padres y luego te adoptan unos que no te aprecian, tienes que aprender desde pequeño a valerte por tu cuenta. Así me crie, un solitario, nerd y antisocial, quizás este exagerando pero yo era algo así.

Mis padres eran inmigrantes, mi madre griega y mi padre israelí, nací en Londres, Inglaterra.

A pesar de no tener tanto dinero, yo vivía feliz con mis padres, o fue hasta que un día desperté en un orfanato.

Tenía cuatro años no tenía ni idea de lo que pasaba, ¿Por qué estaba en un lugar que no era mi hogar?, ¿Dónde estaban mis padres?

Todo era muy confuso, hasta que me encontré con una mujer, era la encargada del orfanato, le pregunté dónde estaba y donde estaban mis padres. Ella me respondió que mis padres estaban en un viaje y que me habían dejado aquí para que no me pasara nada, mientras ellos no estaban.

En ese momento al tener solo cuatro años no entendía porque mis papas no me habían llevado con ellos al viaje, pero ahora lo entiendo muy bien, mis padres habían muerto.

Desde ese día mi vida cambio para siempre, no fui el mismo. Aprendí a hacer todo por mi cuenta y me volví alguien curioso y estudioso, siempre obtenía las mejores calificaciones, pase por muchas cosas, y por todas las cosas por las cuales pase, me llevaron hasta donde estoy ahora. Un agente de la O.I.C.E.M, viviendo en Portugal.

Soy de las manos derechas de Gabriel Almeida, jefe de la O.I.C.E.M, yo lo aprecio mucho al igual que mis compañeros Sonia Gómez y Moris Fet.

Mi día a día es bastante normal, todos los días me despertaba mi loro Dragón, luego despierto a Moris quien vive conmigo, preparo el desayuno, me visto y salimos del apartamento para ir al trabajo.

Íbamos caminando al trabajo porque Moris quería bajar de peso, él está un poco mucho gordo, por decirlo de alguna manera sin ofenderlo. Él estaba pasando mal y yo le ofrecí quedarse conmigo. Tiene ventajas y desventajas, yo iba en mi motocicleta al trabajo pero desde que Moris llego a mi casa, tengo que ir caminando.

En el camino siempre nos encontramos con Sonia, ella quería apoyarnos en nuestra caminata y dejar de usar el autobús para que no nos sintiéramos mal de que ella va al trabajo sin hacer ejercitar sus piernas.

Llegábamos a la base, trabajábamos por ocho horas, y luego hago las compras mientras Moris va a nuestro apartamento.

Hasta que un día en específico fui al supermercado más cercano a la base, todo normal, agarré las cosas que necesitaba y fui a la caja más vacía, solo había una muchacha delante de mí, rápido para ir a mi apartamento y ver a mi loro y mi gordo.

Cuando ya se iba, yo avancé y puse mis cosas para pasarlas por la caja y en ese momento la cajera lanzo un grito desgarrador que me asusto.

-Señora ¿está bien?-le pregunte preocupado. -Esa chica... me amenazo- dijo.

Me quede helado, no era la gran cosa, pero era muy preocupante, -¿Qué le dijo?- No me respondió, solo lloro. -¿Quiere que valla a buscarla?- le ofrecía. -Si por favor- me lo dijo en un tono desgarrador. No sabía si la mujer exageraba o de verdad esa chica la había amenazado de una manera muy mal.

Salí lo más rápido del supermercado y ahí la vi de espaldas. Tenía un cabello castaño oscuro ondulado y largo, le llegaba hasta media espalda.

Estaba caminado normal y tranquila. -Hey tu eres la que amenazo a la cajera- le grite.

Al tan solo oír mi voz salió corriendo. -¡Espera!-entonces comencé a perseguirla.

Corría muy rápido, trate de seguirla lo más rápido posible.

Cazadores de DimensionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora