Lua
El casino estaba restringido, lo vigilaban muchísimos policías. Tenía que entrar a la base, pero ¿Cómo?
Con mis habilidades de agente secreta evadí a los policías, logre escabullirme hasta la puerta donde bese a Arek la última vez.
Con esperanza abrí la puerta, me espere encontrarme a Arek, en vez de a él, me encontré con un gran charco de sangre. Un grito ahogado salió de mi boca, uno que no logre controlar.
Toque la sangre, estaba seca.
No, no, no.
Él está vivo.
Él está vivo.
Intentando que mi represa no se rompiese, me escabullí.
La base se encontraba totalmente vacía, era prácticamente ahora los restos de lo que solía ser un campo de batalla
La máquina se encontraba destruida, no quedaba rastro de lo que fue el primer viaje entre dimensiones exitoso.
Analice cada pedazo de lo que fue la máquina. Alguna pista necesitaba, tan solo una.
-No me lo creo- esa voz pertenecía a Sonia. Me oculte tras una de las garras que solían ser de la máquina, ahora esa garra simplemente o pertenecía a ningún lugar.
Mi padre y Sonia seguían aquí, los vi a ambos caminar y hablando. –Créetelo, Dante resulto ser un traidor- dijo mi padre.
-¿Se llevó el cuerpo?- preguntó Sonia.
-Sí, se lo llevo. También se llevó casi toda la investigación. Miserable. ¿Por qué mis hijos no respetan mi apellido?- se quejó.
Sonia se mostraba incomoda. -¿Por qué lo asesinaste?- mi padre la observo.
–Sé que Arek era un traidor, pero en el fondo los dos sabíamos que era un agente espectacular.
El...está muerto. Siguieron hablando sobre cosas que seguramente serian importantes para el futuro, sin embargo no escuche.
Asesinado, Arek fue asesinado por mi padre.
La represa se rompió y la ciudad se inundó. Mis lágrimas caían por mis mejillas.
Con rabia ataque a mi padre. Ninguno de los dos se esperó mi ataque.
Lo golpeaba con mis propias manos, disfrute cada golpe que el recibía.
El hombre en el que se había convertido no era el papá que yo recordaba. Este hombre no es mi padre, es simplemente Gabriel Almeida.
Como la mayoría de mis acciones impulsivas, termino mal. Me llevaron otra vez al calabozo, y me encerraron justamente en la misma celda en la que paso los últimos días.
-Sonia. Déjanos solos- ella sin rechistar se fue. Odiaba profundamente su lealtad.
-Veo tu clara molestia- empezó diciendo.
Me reí para no llorar, mis mejillas ardían, ni en broma seguiría llorando. -¡¿POR QUE LO ASESINASTE?!- exclame con todo el aire y rabia que poseía ahora.
Gabriel cerró los ojos y suspiró. –Era mi deber hacerlo. Arek terminaría siendo igual que yo.
No entendía a lo que se refería, pero sabía que estaba en lo incorrecto.
-¡El nunca habría sido como tú! Ahora nunca lo sabremos, porque está muerto- me dolía pronunciar muerte en la misma oración que referenciaba a Arek.
Gabriel comenzó a estresarse. -Su empeño en saber más, su talento y su amor hacia ti. ¡Lo habrían hecho ser como yo! ¡Un horrible esposo que dejo morir a su esposa!
ESTÁS LEYENDO
Cazadores de Dimensiones
Ciencia FicciónEl omniverso, conformado por multiversos que a su vez están conformados por dimensiones. La O.I.C.E.M, la encargada de combatir amenazas multiversales a lo largo de todo el globo. Pero todo lo que brilla no es oro. Lua lo sabe mejor que nadie. De un...