Lua
Me desperté y vi mi celular, eran las siete de la mañana, no sabía cuándo nos íbamos a levantar para empezar a buscar la anomalía, pero como no tenía mucho sueño me levanté.
Camine por el hotel, era bastante grande, tenía varias habitaciones, lo malo era que el edificio no estaba en buenas condiciones, todas las paredes estaban húmedas.
Baje a la planta baja ya que el hotel tenía un piso, el primer y último piso donde estaban las habitaciones y baños. La planta baja es donde está el recepcionista y el comedor.
Baje y fui al comedor había comida para servirse, así que agarre un plato y me serví comida, agarre donas, naranjas y me serví café, si lo sé es un raro desayuno. Soy la única que es capaz de comer naranja con café y donas
Parecía que era la única del hotel despierta.
– ¿Qué estás haciendo?-esa pregunta me asusto. Me giré rápido y vi que era el recepcionista.
-Ah... sirviéndome comida- le respondí. -Claro, estás en el comedor, lo siento, pensaba que ibas a dormir más, como tú y tus amigos llegaron a las tres de la mañana como mendigos- me comento acercándose a mí.
-Es que no tengo sueño- le dije.
Seguí sirviéndome más naranjas y donas. Ignoraba que una persona que apenas conozco me miraba mientras lo hacía.
Fui hasta una mesa, el me siguió, nos sentamos juntos y comencé a comer mientras el aún seguía observándome.
-Quieres comer o que, me estas preocupando- le dije ya cansada. -Tranquila, es que me llama la atención tus amigos y tú- comento.
Lo mire y lo ignore, no entendía lo que quería. – ¿Cómo te llamas?- le pregunte para sacar un tema de conservación.
-Claudio Hernández, ¿y tú?
-Lua Almeida.
-¿Qué idioma es ese?-me pregunto. -Portugués, soy portuguesa y Lua es luna en portugués-le explique.
-Interesante, yo soy argentino y mi compa de allá uruguayo. Carlos el mudo, es el apodo porque es mudo- me dijo. Yo le moví la cabeza en afirmación de sí.
En ese momento llego Carlos el mudo. -Carlos ven bro, siéntate.
Carlos hizo una seña que no entendí, pues yo no sabía el lenguaje de señas. Se sentó con nosotros, me señalo la comida, -¿Quieres comer?-le pregunte, el movió la cabeza en forma afirmativa, así que le deje el plato y empezó a comer, me pareció tierno.
Cuando ya eran las ocho de la mañana, las personas comenzaron a despertarse e ir a comer, incluyendo a mis compañeros. Carlos y yo ya habíamos terminado de desayunar.
Los recepcionistas se pararon de la mesa, y mis compañeros se sentaron conmigo.
Ellos se sirvieron lo que querían comer, el que más tardo en servirse fue Moris que cuando fue a la mesa su plato parecía una montaña de bocadillos dulces.
-Te trajiste todo el servidor de comida- comento Grace. -Necesito comer mucha azúcar, solo dormí cinco horas y hoy será un largo día, necesito energía- comento Moris.
-Lua ¿desde cuándo estas levantada?- me pregunto Arek. -Desde hace una hora- le respondí.
– ¿Lograste encontrar algún rastro con el material que sobrevivió?–pregunto Moris.
-La verdad que no, tengo miedo de perder otra piedra, y que esta ciudad no sea donde esta- le respondí, pues le dije lo que pensaba y sentía, estaba 50% segura de que la piedra roja no estaba aquí y tenía miedo de que estuviera en la ciudad donde habían ido los Kangaroos.
ESTÁS LEYENDO
Cazadores de Dimensiones
Science FictionEl omniverso, conformado por multiversos que a su vez están conformados por dimensiones. La O.I.C.E.M, la encargada de combatir amenazas multiversales a lo largo de todo el globo. Pero todo lo que brilla no es oro. Lua lo sabe mejor que nadie. De un...