Capitulo 36

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Arek

Por fin se había acabado esta aventura.

Sentí un gran alivio cuando el alcalde vino y nos habló. Y sentí aún más alivio cuando me trataron. Cuando sacaron la bala de mi hombro fue un placer tan grande, no había sentido tanto placer en mi vida.

Le explicamos al alcalde la situación sobre las cincos piedras, la O.I.C.E.M, la aventura que vivimos y porque Gabriel hizo lo que hizo.

Peter como siempre anotaba todo lo que íbamos contando. Luego de terminar el cuento se llevaron a Sonia a la comisaría más cercana. Mientras Gabriel se había desmayado, estaba fuera de peligro, se quedaría en la ambulancia y esperarían a que se despertara para llevarlo a la comisaria.

Yo estaba sentado junto con Moris en la capota de la ambulancia, él se comunicaba con su familia para asegurarse de que estuvieran bien.

Yo miraba el suelo pensando en las consecuencias, sentía una gran culpa dentro de mí. Yo había reunido las piedras para Gabriel y a la vez había arruinado una organización que seguramente cerrarían y pondrían en investigación. Dejando a cientos de personas en el mundo sin empleo, buen trabajo Arek, salvaste el multiverso pero provocaste una catástrofe que a las personas les costara salir.

-Moris, si te das cuenta dejamos a cientos de personas sin trabajo-comente.

-Es verdad, pero que más da, podre conseguir otro trabajo-comento él.

-La última vez que estuviste en otro trabajo que no era la O.I.C.E.M, te despidieron a la semana por ineficiencia.

-Ese no es mi récord sabes, mientras estudiaba en la academia estuve en un trabajo que me duro tres días, mis compañeros me decían que era insoportable.

-¿Que trabajo era ese?

-De mesero, supuestamente me comía la comida de los clientes, mentiras.

-Esa acusación es rara.

-Además alientan el estereotipo de los gorditos como yo.

Me reí -Igual siento culpa por todo lo que paso.

-Sí, yo también. En realidad, todos los cazadores tenemos algo de culpa.

-Supongo.

En ese momento oímos un grito desgarrador de una mujer, al tan solo oírlo me levante rápido del capot, no distinguía exactamente de dónde provenía.

Vi a Fela acercarse al alcalde y hablarle, luego el ordeno buscar de dónde provenía ese ruido, los policías se dividieron en dos grupos. En uno fue Fela y en el otro Claudio y Peter. Ellos eran los que menos estaban heridos, yo quería ayudar a encontrar de dónde provenía ese grito pero si me movía sentía que me clavaban 1000 dagas de distintos tamaños.

Nos dejaron con los doctores y el alcalde, yo me volví a sentar en la capota y cerré los ojos ya que sabía que me iba a dormir en cualquier momento. Sin embargo no llegue a dormirme profundo, me despertó una sacudida, era Grace muy preocupada.

-Lua...fue a buscar a la mujer con la pierna herida y sola-me dijo al tan solo prestarle atención.

Ojala fuera como ella que podía caminar con la rodilla destruida. -¿Dónde fue?-pregunte.

-Creo que por detrás-me respondió.

-Justo al lugar donde no fueron los grupos-dijo Moris.

-Si ella hace un esfuerzo, yo lo hare también-dije una vez más levantándome y caminando hacia por detrás de la base.

Caminamos y en silencio, nadie se percató de que nos estábamos yendo. Fuimos hasta la vereda de enfrente en un callejón.

Parecía que había una mujer tirada en el suelo. Nos observamos entre los tres antes de pasar a verla.

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