Capitulo 7

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Lua

Conocer al fin a Erika, se sintió como una meta cumplida. Tuvieron que pasar dos semanas para conocerla, parecía una buena persona a pesar de hacer contrabando.

Sin embargo la charla que teníamos planeada se vio interrumpida por el aparente llamado de auxilio de Moris. Lo primero que se me vino a la cabeza fue Enrique, ¿habrá hecho algo? Posiblemente, no hay que confiarse de la persona que esta aliada a un jefe mafioso.

-Supongo que tenemos que ir- dijo Peter, levantándose de su asiento. La música seguía muy alta, apenas escuchaba a los demás.

-Sí, yo digo que sí. Fela puede estar en peligro- dijo Claudio, muy preocupado.

-Y Moris- le dijo Arek. 

–Ah sí, el también- afirmó Claudio, ya haciéndose paso entre las personas.

Grace y yo intercambiamos miradas, nuestra amiga todavía no le había revelado su pequeño pero a la vez grande secreto. Pues si algo malo paso, a Fela le podría pasar algo y no le podría decir el secreto a Claudio.

-Vamos. En el camino me explican- nos dijo Erika, la cual ya empezaba a darnos espacio para el camino.

Salimos del club y fuimos directamente a la camioneta negra de Rauf, su amiga se sentó en el asiento de copiloto, ambos demostraban una gran confianza entre ellos. Observe a mi novio, estaba concentrado en cuanto demorábamos en llegar al hotel pero se veía un poco celoso...creo. Parecía que le molestaba que su hermano tuviera una relación de hermanos con alguien más. Suspire, ojala que ambos lograran solucionar sus diferencias.

-Entonces están investigando sobre el trabajo secreto de Lucarreli y Segredo- dijo Erika.

-Exacto. Aún nos falta mucho que recorrer, por eso necesitamos tu ayuda. ¿Sabes algo sobre Las Lágrimas de Dimensiones?- preguntó Arek.

Erika se mantuvo en silencio. –Me suena. Déjame acordar... ¿Qué es ese olor?

Si, había un olor terrible a quemado, teníamos las ventanas abiertas así que se olía bien ese raro olor.

-Mierda- exclamó Rauf. Esa mierda se quedaba corta, el hotel donde nos estábamos quedando estaba completamente en llamas.

Los bomberos ya hacían lo suyo, el fuego era predominante. Nos bajamos de la camioneta, al bajarme sentí un intenso calor a las llamas, me calcinaba la piel.

En un puesto al lado estaba el amigo de Rauf, dueño del hotel. Estaba enojadísimo, hablaba con nuestros amigos de una manera muy irrespetuosa, les gritaba más que hablar. Moris le respondía también gritando, parecía defenderse, cuando el pelirrojo se enojaba lo hacía siempre en serio.

Arek me agarró del brazo y me guio hasta ese puesto. Lograba observar el puesto pero por el humo y el calor no diferenciaba como llegar. Así que di gracias que el me guiara.

-¡Si no hubieran venido!

-¡No es nuestra culpa! ¡Como carajos íbamos a saber que esto sucedería!

-¡Hey que sucede!- grito Rauf, poniéndose en el medio de la pelea para intentar detenerla.

Me fije en Fela, sus ojos estaban sollozos y su cara completamente roja. Claudio se acercó a ella y le pregunto lo que pasó. Mientras había una charla calma de parejas también había una discusión ardiente sobre quien tenía la culpa del incendio.

Resulto que nuestro viejo conocido, incendio el hotel para sacar a Enrique. Exacto, el prisionero en secreto se había estado comunicando con el Sensorial, esa era la razón de su calma a pesar de poder enfrentarse a unos cuantos años de prisión. No solo el cierto poder que tenía en la CIA sino también el apoyo de su amigo mafioso italiano.

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