Lua
Cuando llegamos a Londres había mucha niebla. Todo se veía gris y todo se sentía extremadamente húmedo. Mejoró al día siguiente, sin embargo sentías que en cualquier momento llovería, vi a varios lugareños con paraguas, así capaz que si llovía.
-Hace años que no venía a Londres, todo sigue exactamente igual. Hola poste de subterráneo-dijo Moris mientras caminábamos por las calles.
-¿Qué se supone que hagamos? Tenemos que encontrar contactos, pero cualquier persona puede ser un contacto de Dante- dijo Grace, al mencionar el nombre de su hombre se quebró un poco su voz.
-No lo tengo muy claro- comentó Peter, leyendo el libro que había dejado atrás hace un mes.
-Peter, ¿Cómo mierda haces para no caerte mientras lees?- le preguntó Moris.
-Creo que suerte es lo que necesitamos nosotros- comente.
Londres era una ciudad bastante linda, lo peor de vivir aquí era el clima pero seguramente te acostumbras. Arek me había prometido que algún día íbamos a venir de visita y que él iba hacer mi guía, al final si vine de visita pero sin él.
Pasamos por el palacio de Buckingham y no podía creer lo lujoso que era. Parecía mucho más grande en persona que en la foto, siendo algo que usualmente sucede al revés.
Me tome una foto enfrente del palacio, se la pase a Arek, poniéndole debajo Me siento una princesa británica. El respondió, escribiéndome Serias mi princesa británica.
El día avanzaba y en vez de trabajar para posiblemente salvar al mundo de nuevo, vacacionábamos sacándonos fotos.
Para almorzar, nos compramos unos elotes de un mexicano que los vendía por la calle. Moris fue el único que se compró cuatro.
Nos sentamos en bancas que había en el Hyde Park, el parque más grande de todo Londres y el más central.
Moris hablaba con Peter, él lo fingía escuchar mientras leía su tan codiciado libro.
Estaba sentada con Grace, ella terminaba de comer su elote, mientras yo la observaba esperando el momento indicado para preguntarle sobre El Sensorial.
-¿Y?- ella me miró, sin comprender. –Ya sabes, me prometiste que me contarías tu historia. –Ah, mi historia con el imbécil- me reí. –Si no quieres, no pasa nada.
Ella suspiró . –No tengo problema, lo que pasa es que está relacionado con la muerte de mi padre.
-Espera acaso ¿asesino a tu padre?- Grace negó la cabeza. -No, estaba pasando por la muerte de mi padre. Mi madre no acompañaba mi duelo, solo acompañaba el de ella y el de mi hermano- sonaba distante, dejándome notar que a ella aun le afectaba.
-Lo siento- no sabía muy bien que decirle, yo también tuve que pasar el duelo de mi madre y hermano sola. Pero no sabía cómo era que tu madre prefiriera un hijo sobre el otro.
-En ese tiempo apareció el. Era un chico de dieciséis años, mientras yo tenía quince. Ese chico ciego venia todos los días al restaurante, siempre solo y nunca con sus padres o algún otro familiar.
-Porque era mafioso.
-En aquel momento era de las manos derechas de Uccisore. Al año siguiente los asesinó- me daba todavía escalofríos escuchar eso.
-Siempre lo atendía y él siempre me saludaba cordialmente. Digo, un chico con un color de piel poco común en Zimbabue, amable y carismático. Pues me sentí atraída.
-Te gustaba.
-Muchísimo, no era un simple crush adolescente, creo que era amor real.
-WOAH, ¿pero el demostró lo mismo por ti?- ella suspiró. –Maso menos. Me pidió una cita.
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Cazadores de Dimensiones
Ciencia FicciónEl omniverso, conformado por multiversos que a su vez están conformados por dimensiones. La O.I.C.E.M, la encargada de combatir amenazas multiversales a lo largo de todo el globo. Pero todo lo que brilla no es oro. Lua lo sabe mejor que nadie. De un...