Queridísimo profesor•Lit killah •

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—JODEME MAURO ESTO ES REAL?.— dije con mucha sorpresa y emoción al notar que se había comprado un perro. Es re lindo y peludito. Creo que es un san Bernardo.

—sip, mi tío tenía un montón para dar en adopción, entonces ayer me regalo uno .

—es muy bonito .— dije y con mi mano acariciaba al pequeño cachorro. —¿como se llama ?.— volví a mirar a Mauro.

—y no se, apenas ayer me lo dieron así que no es escogido el nombre.—dijo y asentí. Seguía apreciando y acariciando al perro, cuando escucho que me llama.— Alexa.— dejé de acariciar al perro y lo mire.

—¿si?.— rascó su nuca nervioso y tras un largo suspiro habló.

—¿ te gustaría que le escogiéramos el nombre juntos ?.— pregunto nervioso, sonreí y asentí.

—obvio que si Mau.— dije con una sonrisa. Mire mejor al perro.— mmm ¿rayin?.— pregunte dudosa mientras miraba a Mauro, él soltó una carcajada.

— que es ese nombre Alexa. Le veo cara de frerlin.— altas ganas me dieron de reír al escuchar el nombre que dijo, pero me las aguante.

—aver pensemos. ¿Algo que nos guste a ambos ?.— pregunte y me puse a pensar en la respuesta. Es fácil saber que me gusta a mi, pero de ambos ya no es mucho.

—¿tirar rimas ?.— dijo Mauro, lo mire mal.

—ajá Mauro. Le vamos a poner tirar rimas al perro .— rodé los ojos y me puse a pensar más. De pronto se me vino una idea brillante a la mente.

—yase !. Los cocos, pongámosle coco .— dije con una sonrisa mientras miraba a Mau. Él pensó un poco.

— me gustan los cocos. Así que se queda, se llamará coco .— dijo y después sonrió.

—buen trabajo equipo.— dijo y después chocamos las 5.

—sii.— dije y justo el perro se acercó a nosotros.

— hola coco.— hable y lo acaricie. Mauro también lo hacía.

—esta genial, ella te escogió el nombre.— dijo y me apunto, sonreí y negué con la cabeza.

—mentira coco, fuimos los dos .— abracé a Mauro para que coco supiera que nosotros fuimos. Mauro río y admito que me encanta su risa. Mauro comenzó a hacerme cosquillas.

— eu no para !.— pedía a las risas, pero el boludo no paraba. Y yo no paraba de reír.— cuando me sueltes t-e v-oy a c-ag-ar a pi-ñas— dije con la voz entre cortada por las carcajadas que soltaba.
Después de un rato me soltó, tome un largo suspiro, para calmarme.

—¿ me vas a cagar a piñas ?.— preguntó elevando una ceja, al principio lo mire mal. Haciendo que se aguante la risa.

— sentiría lástima por ti la verdad, sos un pibito.—dije y lo barrí con la mirada haciendo que él riera. De tanto que lo hizo terminó contagiándome a mi también la risa.

—No te imaginas las cosas que este pibito podría hacerte.— dijo acercándose más a mi, me corazón se a acelero al tenerlo tan cerca y de pronto toda la risa se había convertido en nervios. Pero quería saber qué cosas podría hacerme.

—¿ a si? ¿Como que ?.— susurre sobre sus labios.

—dios Alexa después de decírtelas no creo poder contenerme .— dijo con una voz ronca. Me sorprendí al escucharlo así y bueno no quiero decirles que más paso.

—y-yo quiero escucharte mau.— dije nerviosa .

—bueno comenzaría por empujarte a la pared..— decía y yo lo miraba atenta a los ojos, sus lindos ojos verdes , no quiero parecer débil y bajar la mirada. No ante el. Estaba por seguir hablando pero el timbre de la casa lo interrumpió .— mierda .— dijo un poco molesto y se separó de mi para ir a abrir.

—señora buenas tardes .— saludo a alguien Mau, yo aún intentaba procesar lo que acababa de pasar.

—hola Mauro. Vengo a recoger a mi hija .— mierda era mi mamá, acomode un poco mi pelo y fui hacia la puerta .

— si, aquí está .— dijo Mauro y justo aparecí.

— hola ma.— dije .

—¿ya terminaron la clase ?.— preguntó .Mau y yo nos miramos nerviosos, shit ¿es que que estábamos apunto de hacer ?, alta vergüenza .

—si señora, de hecho hoy no vimos nada importante.— dijo mau e intentó sonreírle .

—bien entonces nos vamos Ale .— salí de casa de Mauro y me fui a un lado de mi madre.—gracia por tu tiempo mauro .— agradeció con una sonrisa.

—por su hija no importa señora Elena.— dijo y sentí una especie de alegria en mi corazón.

— toma .— mi madre le extendió la plata pero él no la aceptó, me sorprendió eso.

—ya no tiene que pagarme nada, solo me importa que Alexa aprenda .— me miro de reojo y me guiño un ojo .

—sos un sol, Gracias nos vemos después .— se despidió mi madre de Mau.

—adiós monzon .— dije y conectamos miradas, haciendo que mi estómago sintiera una extraña sensación, algo así como eso que llaman mariposas.

Me fui junto con mi madre a casa. Es raro esto que siento, Aah Mauro la concha de tu madre pelotudo de mierda quiero dejar de sentir cosas por ti y vienes a susurrarme en el oído.