Queridísimo profesor•Lit killah •

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Alexa

—¿una doble ?.— preguntó la recepcionista del motel de paso al que habíamos llegado .

—una habitación doble con una cama doble para sexo doble .— respondi hablando un poco más rápido de lo normal. La señora me miro raro y después mire a Mauro, quería reírse .. la recepcionista sin decir nada más me dio entrega de las llaves . Junto con Mauro fuimos a la habitación . Al entrar nos acostamos en la cama, fue un día largo .

—¿ quieres ver televisión?.— pregunte .

—si.— respondió y estiró su brazo para alcanzar el control remoto . La encendió y estaba en el canal de las noticias. Mientras mirábamos la tele me sentía triste, así que me levante de la cama para ir al baño .

— a donde vas ?.— pregunto mauro .

— al baño .— respondi sin detenerme .

Una vez que entré cerré la puerta. Y comencé a llorar las lagrimas salían solas y de verdad necesitaba soltarlas. Cuando termine me limpie las lagrimas de mi cara con un pedazo de papel, no me gusta como se ven secas . Salí del baño .

— ¿ estás bien ?.— pregunto Mau.

—voy a la máquina expendedora.— dije solamente y salí de la habitación pero antes de hacerlo escuché el "okey " de parte de Mauro .

En la parte baja del hotel había un teléfono, metí una cuántas monedas y marqué el número de mi casa.

— hola ?.— sabía que había respondido mi padrastro . — hola?.— se volvió a escuchar tras el teléfono.— ¿ eres tú Alexa ?, eres tú ¿no?.

—¿ puedo hablar con mamá ?.— pregunté con tono de voz débil , aún quería llorar .

—No quiere hablar contigo .— respondió firme, colgué el teléfono tras escuchar eso .
Me fui a sentar en la sala de espera y ahí saqué mi última carta de cumpleaños, esas que siempre en mi cumpleaños me manda mi papá. El verdadero, el que si es bueno conmigo, al menos lo que recuerdo. Decía lindas palabras la tarjeta . La volví a meter en el bolsillo de mi campera y me fui a la habitación . Al entrar me volví a acostar en la cama junto con Mau.

—¿ puedo apagarla ?.— pregunto refiriéndose a la televisión . Asentí .

— si .— y eso hizo la apagó. — no puedo volver a casa, jamás .¿ tú si ?.— pregunte mirándolo

— yo no quiero .— respondió .

— ¿ me quieres ?.— pregunte .

—¿ que ?.— dijo sin entender .

— me quieres o solo me sigues la corriente ?.

— te quiero .— respondió con una leve sonrisa

— voy a ir con mi papá, puedes venir si quieres .— es el mejor lugar al que se me ocurrió ir ... o el único .

— si, está bien .— dijo el, asentí y después me giré del otro lado . Ya tenía sueño.— Mauro .

—si ?

— me abrazas ?.— pedí como una nena pequeña .
Tardo un poco en hacerlo, pero lo hizo y se sintió bien, dejaba pequeñas caricias en mi hombro con su dedo pulgar. Poco a poco me fui quedando dormida .