Ariel Byrne
Desperté y con mucho sigilo, me escabullí de los brazos y el torso desnudo de Timothee que se negaba a soltarme, se quejó y removió un poco pero no logré despertarlo, afortunadamente. No estaba muy segura de si su humor al despertar seguiría siendo el mismo de ayer y definitivamente no deseaba comprobarlo. Me cambié de ropa y salí de la habitación, Ben estaba sacando comida de la nevera.
-Buenos días. -Dije, acercándome a la barra. Ayer no lo había visto ni escuchado en la casa y me parecía justo agradecerle por dejarme quedarme aquí, seguramente era una molestia y no deseaba que se sintiera obligado a darme asilo político.
-Buenos días Ariel. -Sonrió en mi dirección.
-Oye, Ben, gracias por esto, pero quiero que sepas que...-Hizo un ademán con la mano, como restándole importancia y me interrumpió.
-No agradezcas. -Hice una mueca. -Mira, yo rara vez estoy en casa y sé que no serás una molestia para mi, apenas y ocupas espacio. -Me hizo sonreír. -En todo caso, a quien si quiero correr es al dolor de cabeza de tu novio, ¿Alguna sugerencia de como hacerlo enojar hasta que se largue?
Me hizo reír y para no sentirme tan inútil, lo ayudé a preparar el desayuno. Quise pasar por alto la forma en la que llamó a Timothee, mi novio, estábamos muy lejos de ser una pareja, pero internamente, me puse a dar saltos como niña pequeña emocionada porque su mejor amigo se refería a nosotros de esa manera. Estaba utilizando el sartén mientras él sacaba los demás ingredientes cuando la puerta principal se abrió, dejándonos ver a una Chalamet sonriente y radiante, como si no fueran las 7:00 de la mañana y día de escuela.
-¡Buenos días!
-¡Pauline! -La reprendí. -No puedes llegar así nada más, pudiste tocar la puerta.
Bufó, restándole importancia y se sentó en el comedor. A mí me había costado años tener ese tipo de confianza con su familia y su casa, pero ella es Pauline y todo lo que ella hace es sin pensar y sin importarle. Tal cual a su hermanastro, pero mucho más molesto.
-¡Tú debes de ser Ben! Es un placer, Timmy nunca me ha presentado a ninguno de sus amigos, dice que...
-¿Qué eres insoportable? Sí, es por eso. -El hermano se unió, poniéndose una camisa al salir de la habitación. Pauline le sacó la lengua y Timothee le golpeó -suavemente- la cabeza.
Nos sentamos todos juntos en el comedor para desayunar, lo cual para mí, fue bastante incómodo. Uno podía soportarlo, pero dos de ellos, sonaba a pesadilla.
-Por cierto Ariel, ¿Dónde dormiste? -Movió las pestañas perfectamente arregladas con inocencia. Es una maldita.
-En el sillón. -Respondí rápidamente, mientras al mismo tiempo, el muy tarado decía "En mi cama". Lo miré mal y él simplemente se encogió de hombros.
Pauline y Ben hicieron una mueca, una de asco y el otro de entretenido.
-Ariel, linda, ten cuidado con el...-Comenzó a decir mi mejor amiga, como sí del secreto más grande se tratase. -Cuando era niño no le gustaba bañarse.
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Cicatrices |Timothée Chalamet|
Teen Fiction"Las cicatrices que tenemos en el cuerpo son recuerdos, motivaciones y pasiones." Esta es desafortunadamente la historia de un chico malo, uno que se doblega únicamente ante una pelirroja que parece siempre estar en el lugar incorrecto, con las pers...