Capitulo 1

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Ariel Byrne

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Ariel Byrne

Abrí mis ojos muy lentamente enfocándome en la pared gris de la habitación de Pauline. A mi lado, ella estaba abrazada a una almohada y babeando otra. Ayer bebió demasiado, tal parece que también se tomó las cervezas que me hubiesen correspondido a mí. Bien por ella y bien por mí, pues afortunadamente no me vomitó todo el cabello en la madrugada.

Digo, no sería algo nuevo...

Me quejé en silencio cuando revisé el reloj de mi celular. Las 5:00 de la mañana, y es sábado. Consideré tomar prestados unos tenis deportivos de mi amiga e irme a correr. Seguramente ella seguiría dormida para la hora en que regresara.

Me levanté de la cama y estiré frente al enorme espejo que me reflejaba a mí en una camiseta y a ella con el pelo revuelto, el maquillaje corrido y en un sueño profundo. Sentí la necesidad de vaciar mi vejiga. Me dirigí a paso decidido al baño de la planta alta de la casa, ya que la habitación de Pauline se encuentra abajo. Caminé por todo el pasillo hasta llegar a la puerta del baño.

Abrí la puerta de golpe, al mismo tiempo que me levantaba la camiseta que a menudo uso como pijama cuando duermo aquí. Mis ojos se abrieron y ahogué un grito de sorpresa, bajé la camiseta a su lugar de inmediato. Deduje que era inútil, no me cubría casi nada. Timotheé soltó una maldición con evidente molestia al escucharme entrar, se apoyó en el lavabo y me lanzó su ya muy común cara de "Te odio" por el espejo. No estaba usando nada en la parte de arriba, a excepción de la cadena de oro que nunca se ha quitado desde la muerte de Marc. Su camisa blanca yacía en el suelo del baño parcialmente ensangrentada, pero eso no fue lo mas sorprendente, sino su ceja cortada, y la nariz chorreando sangre, así como una marca enorme y enrojecida en las costillas.

-¿No tienes una casa en donde dormir? -Me preguntó aún mirándome a través del espejo, yo por mi parte me había quedado estupefacta en la entrada del baño, esa siempre es la primer reacción que me causa. Nos conocemos desde niños, pero ya no luce como tal en absoluto, sus rasgos dejan sin habla a cualquiera, y me incluyo, porque yo siempre, estúpidamente he sentido una atracción hacía su físico. Suspiré pesadamente, ya acostumbrada a la forma en que modula su tono de voz conmigo.

El hermano de mi mejor amiga, que en algún punto de su vida también fue mi mejor amigo, ahora me detesta y no se molesta en ocultarlo.

-¿Qué te pasó? ¿Acabas de llegar? -Sé que mi preocupación sólo me hará lucir más patética de lo que ya me considera.

Además, no necesitaba las respuestas. Ya las sabia. Una pelea sin motivos decentes y justificables. Y sí, acababa de llegar a las 5:00 de la mañana.

Luego de la muerte de su padrastro todo en la vida de Timotheé se convirtió en gris, se volvió peligroso de cierta forma. Yo siempre he pensado que no hay nada peor que un chico privilegiado queriendo aparentar ser un chico malo. El pueblo es pequeño y la gente dice muchas cosas sobre él, en su mayoría cosas malas, algunos incluso rumoreaban que tenía una fuerte adición con las drogas, a mí eso no me constaba, nunca lo había visto fumarse o meterse nada.

Cicatrices |Timothée Chalamet|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora