Capitulo 10

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Ariel Byrne

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Ariel Byrne

Salí de mi casa a eso de las 9:00 de la noche, el frío de la noche se acercó a mi cuerpo en el momento que comencé a caminar a la camioneta de Michael, el cual ya me esperaba recargado en el mismo con una sonrisa cálida. Le di un beso en la mejilla cuando estuve frente a él en forma de saludo.

-¿A dónde iremos? -Pregunté en el momento en el que el me abría la puerta del copiloto. Siempre ha sido caballeroso. Me pregunté si alguna vez Timotheé actuaria así para una chica.

-Es sorpresa. -Elevó las cejas y cerró la puerta cuando yo entré. Rodeó por la parte de enfrente y entró en el lado del volante.

-No me gustan las sorpresas. -Fruncí los labios.

-Recuerdo muy bien que tú me mandaste un mensaje diciendo "Sácame de mi casa, vamos a donde tú quieras" -Hizo una mala imitación de mi voz.

-Como sea. -Fijé mi vista en la ventana, él soltó una risa divertida y se puso en marcha. Ya no insistí, la verdad es que no había demasiadas actividades en este pueblo. Además, cualquier lugar sería mucho mejor que permanecer en mi casa.

Minutos después, cuando aparcó su volvo, me reprimí a mí misma por haber tenido un pensamiento tan conformista. Mike me había traído a un lugar de apuestas ¡No tenía idea de qué existiera un jodido lugar de apuestas en este pueblo mugroso!

Lo miré boquiabierta y él nuevamente soltó una risa ayudándome a bajar. Definitivamente estábamos en South, el lugar no se veía tan descuidado a comparación de todo lo demás a su alrededor, pero definitivamente no era un barrio muy sano.

-Relájate Ariel, es solo un bar. -Le restó importancia y me pasó su brazo por los hombros. -Vamos a tomar algo y divertirnos.

-Claro, solo un bar. -Rodé los ojos. Cuando estábamos por entrar, el cadenero y Mike compartieron miradas y un ligero asentimiento de cabeza y este se hizo a un lado para dejarnos pasar. Dentro el olor a tabaco me hizo fruncir el ceño, el lugar era amplio y aún así, supongo que por el fin de semana, se encontraba abarrotado de gente, en su mayoría hombres.

Había algunas cuantas chicas bailando en la pequeña pista frente a un escenario improvisado donde un Dj se encargaba de darle un ambiente más relajado al lugar. Algunas otras iban acompañadas de hombres y se sentaban en sus piernas deliberadamente. Me agradecí a mí misma estar vestida y arreglada para la ocasión, la verdad es que eso de venir al lado sur con jeans y camiseta me hacia sentir muy fuera de lugar. Hoy me había decidido por usar un top negro sin tirantes, unos leggings ajustados del mismo color y una chaqueta de cuero negra; y como siempre, me había pintado los labios de rojo.

-¿Quieres algo de beber? -Me preguntó al oído Mike, su brazo aún permanecía en mis hombros. Me limité a asentir y nos abrimos paso entre las personas para llegar a la barra.

-No tenía idea de que frecuentaras lugares así. -Mi tono fue más despectivo de lo que debería, pero él como siempre, sin nada que lo ofenda, soltó la risa que lo caracteriza.

Cicatrices |Timothée Chalamet|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora