Ariel Bryne.
Llegamos a la casa de Miles pasadas las 9:00 de la noche, como dijo Timothee, quería hacer tiempo antes de llegar y vaya que supo hacer la espera divertida. Fruncí el ceño en cuanto me bajé de la motocicleta, la casa se encontraba igualmente en el lado Sur y contrastaba con las demás casas de la calle, era mucho más grande y ostentosa que la mayoría pero Timotheé no se molestó en explicarme porqué, supuse por mi cuenta que era parte de alguna herencia que le dejaron a Miles, pues no tenía cara ni los años para seguir viviendo con sus padres. Además, no creo que a sus padres les haga gracia que organice fiestas tan masivas. El territorio de la casa estaba lleno de gente, chicos y chicas como de nuestra edad, algunos mas grandes y me hizo cuestionarme las dimensiones de este pueblo, según yo, la población no pasaba de los 800 habitantes.
Timothee comenzó a caminar en dirección al círculo de sus amigos, Ben, Oli -la novia de Oli-, Jay y Miles, él de cabellera rubia hasta los hombros, todos se encontraban en la acera de la casa bebiendo cerveza y platicando entre ellos sin intenciones de adentrarse en la verdadera diversión del evento.
-No estoy vestida para una fiesta. -Me quejé detrás de él y me observó de reojo, como si no me había puesto la suficientemente atención antes, estaba usando la sudadera con el logo de la escuela y unos leggings negros deportivos, así como los tenis de entrenamiento.
-Para mí estás bien y no nos vamos a quedar mucho rato. -Dijo restándole importancia y lo seguí hasta el pequeño círculo que sus amigos habían formado. Nos saludaron y me relajó que no estuvieran sorprendidos por mi presencia, como si hubieran dado por hecho que el enojo de Timotheé no duraría mucho. Susan se separó de Oli para envolverme en un cálido y ya usual abrazo y me preguntó que cómo estaba, un poco apenada de sacar el tema de la foto directamente.
-Me alegro. -Dijo cuando contesté que estaba bien. -¿Quieres una cerveza?
Escuché a Timotheé resoplar a mi lado y rodar los ojos en dirección a Susan.
-Déjala en paz, alcohólica. -Me gusta suponer que su molestia por mi ingesta de alcohol es solo porque me cuida, pero una cerveza no me hará más indefensa de lo que ya me encuentro en estos momentos. Ambas lo ignoramos y me pasó una cerveza de lata.
-Miles, a lo que venimos. -Lo apresuró con un tono cortante, algo normal en él y que yo desapruebo totalmente, nada le costaría tratar de ser más amable con sus amigos. Timotheé me tomó de la mano cuando entramos a la casa, donde el ruido y la gente era aún mayor, Miles iba delante de nosotros, guiándonos a la planta de arriba y Ben iba detrás. Oli, Jay y su novia se quedaron abajo.
Entramos a la última habitación del piso y pronto, al cerrar la puerta, el sonido de la música cesó. El cuarto era digno de un hacker...o un gamer de veintitantos años sin mucho que hacer. No muy segura de que hacer, me senté en un sofá oscuro al lado de Ben y di sorbos nerviosos a mi cerveza. Miles se sentó frente al computador y Timmy se encorvó a su lado para leer lo de la máquina.
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Cicatrices |Timothée Chalamet|
Teen Fiction"Las cicatrices que tenemos en el cuerpo son recuerdos, motivaciones y pasiones." Esta es desafortunadamente la historia de un chico malo, uno que se doblega únicamente ante una pelirroja que parece siempre estar en el lugar incorrecto, con las pers...