Ariel Bryne.
Había estado tan ocupada y distraída con mis pensamientos, el repentino cambio de mi enemistad con Timotheé y el extraño acosador desconocido de los mensajes de ayer, que olvidé por completo que la gran competencia entre escuelas comenzaba hoy lunes. Competimos contra la escuela del lago todos los años; me gustaría decir que son terribles y que siempre ganamos nosotros, pues somos considerablemente más disciplinados, pero no, ellos también son ágiles y más de una vez se han llevado la victoria en atletismo y otros deportes.
Me até las cintas de los tenis, escuché el crujir de las gradas y percibí un olor a kiwi con fresas proveniente de mi lado izquierdo. Alcé la vista para encontrarme con Pauline Chalamet, radiante y sonriente.
-¡Hola! -Le sonreí. -Te preguntarás por qué no estuve en clase está mañana, bueno, ya que insistes, te cuento que ayer me escabullí con Nicole a la ciudad y fuimos de compras, y bueno la verdad es que eso no justifica que haya faltado a clases...-Rebuscó algo en su bolso. Estaba en ese modo parlanchina que tanto me agrada. -Ten. -Me tendió una bolsa de una tienda a la que yo solo me permito entrar a ver cuando la acompaño. Sonreí por la emoción y en cuanto saqué la prenda de la bolsa y le encontré forma, me arrepentí e inmediatamente la escondí. Pauline comenzó a reírse como desquiciada.
-¿Por qué me compraste ropa interior? -Yo también quería reírme, pero seguía sin entender las razones que habían llevado a mi mejor amiga a comprarme lencería de encaje negra.
-¡Por qué ahora hay alguien que le pone atención! -Había olvidado por completo la videollamada de la otra noche con Pauline y su novio. - Y porque quiero que me cuentes todo, tómalo como un soborno. -Vi como sacó de su bolsa un espejito y su gloss favorito y comenzó a ponérselo sobre los labios. Yo por mi parte metí a la mochila su regalo. -¡Odio que no me cuentes las cosas importantes!
-¿Escuchas eso? -Miró a todos lados confundida. -Me están llamando, tengo que entrenar. -Me levanté y comencé a correr al circuito. -¡Te lo cuento más tarde! ¡Lo prometo!
Por eso el atletismo es el deporte perfecto para mí. Me gusta correr, especialmente cuando es para huir del caos y los problemas. Hablando de caos y problemas, en el momento en que Pauline se marchó, llegó el otro Chalamet a ocupar su lugar en las gradas. Se fumó tres cigarros seguidos en el mismo lapso de tiempo en que yo estuve calentando. Sentía que no me quitaba la vista de encima aún a lo lejos, pero cuando me decidí a no dejarme intimidar y a retarlo de la misma manera con los ojos, ya se había marchado.
Terminando el entrenamiento, me dirigí a los vestidores para tomar una ducha y después irme corriendo al trabajo. Tal como pensé, dentro no había nadie, lo cierto es que a muy pocas personas les gusta ducharse en las instalaciones de la escuela, sobre todo cuando ya está oscureciendo y la infraestructura, los focos opacos y los espejos baratos resultan tenebrosos; pero yo no tengo muchas opciones, es esto u oler horrible en el trabajo.
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Cicatrices |Timothée Chalamet|
Genç Kurgu"Las cicatrices que tenemos en el cuerpo son recuerdos, motivaciones y pasiones." Esta es desafortunadamente la historia de un chico malo, uno que se doblega únicamente ante una pelirroja que parece siempre estar en el lugar incorrecto, con las pers...