Me siento como una niña en vísperas de navidad, abriendo todos los regalos. Creo que es la mejor descripción que se me ocurre en este momento, después de deleitarme con la vista de un castillo mágico. Siempre me mostré escéptica sobre las películas donde aparecían reyes, magia y criaturas extraordinarias, ver lo fácil que era conseguir aquello finales felices que los héroes predicaban y lograban al término de cada historia.
Cuando era pequeña, lo creí. Por mucho tiempo, pero al crecer me di cuenta que los cuentos de hadas eran una mierda. No había magia ni personas con honor y héroes que luchaban por amor. En el mundo no hay actos desinteresados, solo una batalla de poder incesante. Es por eso que decidí construir un muro a mi alrededor para dejar entrar a la gente necesaria y no arriesgar demasiado.
Ahora que me encuentro acá, siento que la verdad de mi coraza era la envidia. Me siento celosa de no poder conseguir algo genuino como en estas historias. La esperanza del amor verdadero y eso es lo que precisamente el mundo te quita.
Logramos entrar al reino sin mayor dificultad. Al parecer hemos llegado a la preparación de un evento. Hay mucha gente alrededor, yendo y viniendo, preparando comida y decorando las calles. Se nos hizo bastante fácil entrar junto Garfio, colándonos entre las personas y los carruajes. Sin embargo, puedo ver la preocupación en su rostro.
—¿Qué sucede? —pregunto.
Antes de entrar al reino, se ha sacado el garfio en el bolso que llevo. En su lugar, lo ha reemplazado por una mano envuelta en un guante negro que, según yo, es ortopédica. Pero claro, el capitán no tiene idea de lo que significa una prótesis ortopédica. Cuando le pregunté de donde había sacado eso, me respondió que logró hacer un trato con una bruja en una de sus tantas aventuras y que le dio ese regalo a cambio de su ayuda.
Aún así, esconde la mano debajo del puño de su camisa negra.
Caminamos por lo que parece es el camino principal. Los mercados y las casas se levantan ante nosotros. Es una hilera de estructuras antiguas y cada una está decorada con adornos de flores y la comida se presenta en abundancia. Veo como algunas calles se abren por entremedio de las casas. A medida que nos acercamos a un tipo de mercado de artesanía, puedo escuchar la música clásica de fondo.
—Nada —responde Garfio. El ceño en su frente no desaparece y lo observo como él mira atento a su alrededor.
—No te creo que es nada —le digo. A mi alrededor hay pequeñas mesas de maderas rodeadas de carpas en donde las personas exponen sus joyas hechas a mano—. ¿Te preocupa que alguien te reconozca?
Me acerco a una mesa, atraída por los accesorios y el brillo de algunas piedras. Una mujer me pregunta si quiero ver más de cerca algunas pulseras. La rechazo humildemente, y no puedo evitar recordar todas aquellas veces que he entrado alguna tienda del centro comercial solo para ver y lamentar los precios en las etiquetas, mientras me persigue una vendedora para ayudarme a encontrar lo que busco.
Muchas personas se pasean por la calle, viendo y comprando objetos. Hay una energía de alegría y gozo por todos lados.
—¿Están celebrando algo? —le pregunto a Garfio.
Antes de que pueda contestarme, un hombre le interrumpe.
—Es el cumpleaños de la princesa —habla. Él está situado en una mesa donde venden pasteles y el olor a fruta y bizcocho llena mi nariz. Lo miro sin saber que decir; mi estómago suena y aún sigue mirándome—. ¿Acaso no sabe?
Niego involuntariamente. Me reprimo debido a que mi intención es pasar lo más desapercibida posible y no saber que hoy es el cumpleaños de alguien de la realeza no me hace ver como una persona que ha vivido siempre en el reino.
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AZUL GARFIO | FANFIC CAPITÁN GARFIO #OUAT
Fanfiction¿Qué sucede cuando dos almas que se atraen se encuentran en la unión de dos mundos alternos? Manipular el tiempo y el espacio jamás da buenos resultados, menos para dos corazones que están destinados a conocerse. Historia e idea original. Cualquie...