Capítulo 3: La loca tras las rejas.

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Definitivamente estoy despierta. Lo sé porque no he podido dormir desde que los hombres del capitán me han traído hasta aquí. Por una pequeña, minúscula ventanilla puedo ver que es de noche.

Me encuentro en una prisión que pareciera ser de hace siglos; los barrotes son demasiado anchos y muy separados. El suelo de madera está húmedo y desprende un leve olor a mar, como a algas y pescado. Tengo una pequeña y estrecha superficie, que pretenden pasar por una cama, para descansar.

Pero no puedo hacerlo.

No dejo de pensar en lo que pasó en cubierta. La manera en que mi cuerpo fue apoderado por una fuerza superior a la mía, en como aparecieron esas esposas enormes alrededor de mis muñecas. Todo pasó tan rápido y la tripulación reaccionó como si estuviesen acostumbrados a ver esos eventos ilusorios.

Pues yo, no.

Mi mente bloquea toda habilidad de asimilación o análisis de la situación y opto por algo más fácil: me pellizco la piel del brazo, muerdo mi lengua y aguanto la respiración hasta conseguir algo. Sin embargo, nada sucede. No obtengo respuesta.

No se puede creer en la magia.

No es como si estuviera en una película de Disney. Quizás, podría identificarme con Piratas del Caribe, pero aún allí hay ciertas apariciones relacionadas con la magia; estar muerto en vida, quitarte el corazón, el kraken o ir al fin del mundo para rescatar a alguien que murió no son opciones en mi vida, ni para nadie que sea racional.

Me siento sobre la incomodidad de mi cama y doblo las piernas, creando un refugio personal mientras me rodeo con los brazos. No quiero llorar. Me desagrada hacerlo. Tengo que ser fuerte por más que quieran humillarme.

Estoy secuestrada y herida. Mi familia no sabe dónde estoy o qué pasó conmigo. Lily no ha podido casarse por mi culpa. Esa es la única realidad que puedo asimilar hasta el momento.

Me hago un ovillo. De repente, me siento exhausta y cierro los ojos. Sé que al dormir quedaré expuesta y vulnerable. A merced de las personas que se mueven allá sobre cubierta. A merced de aquel hombre que se hace llamar capitán.

"¿Has usado un portal?" había dicho. ¿Qué portal? ¿Cómo una puerta a otro mundo? El único portal que yo conocía era el de la web, en donde conseguía mis zapatos con descuento.

¿Acaso estaba loco el tipo?

Es inevitable dedicarle pensamientos de odio a Garfio. Y también, es inevitable que la imagen de sus ojos azules se convierta en la entrada a mis sueños.

Me siento de golpe ante un estruendoso sonido

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Me siento de golpe ante un estruendoso sonido.

Primero, pienso que voy en el coche y me estrello contra la barra de contención. Estaba soñando con el accidente. Luego, la conciencia llega a mí. Froto mis ojos como si eso bastara para salir por completo de la ensoñación, y enfoco la vista a mi alrededor.

AZUL GARFIO | FANFIC CAPITÁN GARFIO #OUATDonde viven las historias. Descúbrelo ahora