El frío es insoportable. Intento calentar mis manos entre mis muslos por debajo de las abundantes capas del vestido, pero fallo. Estar sentada sobre el suelo de piedra no ayuda en lo más mínimo. Mi piel se pone de gallina en la zona de mi pecho y espalda, donde el escote no cubre la carne, y siento el dolor que provoca el aire gélido en mi nariz y mejillas.
Me encuentro en lo que asumo es una celda de prisión. Luego de lo sucedido con el desalmado de Baelfire, los guardias me arrastraron -por lo que pareció una eternidad- a través de pasadizos, túneles y escaleras hasta llegar a un pasillo que se extendía por varios metros hacia adelante. Al ver los fierros a cada extremo, pude entender que se trataba de una cárcel. Una vez que me empujaron hacia dentro, me dieron la espalda y se fueron, después de cerrar la puerta de mi celda.
Mi primer pensamiento es llorar. De pena, de rabia, de incertidumbre. Sin embargo, me encuentro en una situación que he vivenciado en innumerables ocasiones durante estas semanas que he estado en este mundo. Y ponerme a llorar no me ha resultado nada bien; no quiero seguir la chica que protesta y chilla por todo. Necesito concentrarme en una estrategia para salir de acá, conseguir la habichuela y rescatar a Garfio.
Garfio.
Mis entrañas se retuercen un poco al pensar en qué clase de interrogatorio, castigo o tortura estará viviendo en estos momentos. ¿Podrían los reyes ser tan despiadados? Pero si los reyes no se ensucian las manos, ¿serán los guardias moderados en sus castigos? Recuerdo los ojos de Garfio en el salón, desde metros de distancia, entre tanta gente agrupada y ansiosa por mirar al capitán, pude ver una súplica en su mirada, para que no me acercara a él y continuara segura en mi escondite de ser desconocida. ¿Por qué no quiso que fuera con él? Al menos estaríamos juntos en algún lado oscuro del castillo.
Eso ya no importa. Nos descubrieron a ambos y estamos prisioneros. Ahora lo único que queda es averiguar la mejor manera de escapar de esto.
Me concentro en el ruido a mi alrededor. No logro visualizar de forma nítida las cosas frente a mí, debido a la tenue luz de la luna que entra por la única ventanilla de mi celda, la cual se encuentra a varios metros sobre mí -diría que cuatro metros-, por lo que escapar por la ventana no es una opción. Me acerco hacia los barrotes, donde las llamas de las antorchas que cuelgan en las paredes flamean despreocupadamente. Oigo respiraciones y me doy cuenta de que no estoy sola. Ronquidos, suspiros.
—¿Garfio? —digo, al aire. Sintiéndome un poco tonta al creer que podría estar acá cuando mis instintos me dicen que podría estar en un lugar diferente y más resguardado. El silencio me responde acompañado de un ronquido más fuerte. Vuelvo a decir el nombre de Garfio, pero esta vez mas fuerte.
—Silencio —responde una voz.
Me quedo helada por un segundo y vuelvo a hablar.
—¿Hay alguien ahí?
—¡Silencio! —responden más fuerte—. Intento dormir.
—Por favor —susurro, sintiéndome un poco desesperada—. Solo necesito…
¿Qué es lo que necesito? ¿En qué podría ayudarme alguien que está en la misma situación?
—Necesitas una salida de aquí —dice y se ríe. Puedo darme cuenta que es un hombre— . Si, niña, todos queremos eso. Pero es un poco difícil, ¿no crees?
—Necesito salir de acá.
—Lo sé —dice el hombre desconocido, y suspira—. Pero es imposible. Sólo necesitarías que algo mágico suceda, pero los reyes mantienen la magia guardada sólo para ellos.
—¿A qué te refieres? —pregunto, curiosa.
—Este reino podrá haber nacido desde seres mágicos y milagros, pero hace años que nadie puede usar magia sin supervisión, sólo los reyes o seres dignos de este poder. Luego de la batalla contra la Reina Malvada, la realeza decidió moderar el uso… ¿acaso no lo recuerdas?
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AZUL GARFIO | FANFIC CAPITÁN GARFIO #OUAT
Fanfiction¿Qué sucede cuando dos almas que se atraen se encuentran en la unión de dos mundos alternos? Manipular el tiempo y el espacio jamás da buenos resultados, menos para dos corazones que están destinados a conocerse. Historia e idea original. Cualquie...