02. ❛Padre averiado❜

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—Ábrelo o juro que te mataré con esto —tomó el florero decorativo y lo señaló en amenaza. Hizo una mueca frente a su intento de arma. El alfa enarcó una ceja con desdén y rompió el envoltorio que contenía las hojas, suspirando agrio y repasando con aburrimiento el material. ''Maldito bastardo, ¡míralo, se puede ver bien incluso cuando está amurrado!'' pensó internamente. De verdad que la gente guapa la tenía fácil.



—Si tiene algo que ver con el regalo de Taehyung para su cumpleaños, olvídalo, no te ayudaré con ideas si piensas volver a comprarle basura.



Jin apretó el puño.



—Eres un maldito materialista de mierda —confesó a secas.



—¿Qué? —sus ojos recayeron en el omega, inquisitivos y divertidos— Tal vez lo sea, pero al menos le doy a Taehyung lo que desea y necesita. Dime, ¿crees que un pastel lleno de sacarosa le será de utili-



Jin, harto, se levantó abruptamente y tironeó con brusquedad del cuello de su camiseta, importándole poco si este valía más de lo que valían todos los muebles de su casa juntos. Lo odiaba, ¡lo odiaba tanto! Ya había pasado una semana MUY mala como para tener que soportar a este idiota un solo segundo más. Además, sabía que parte de este teatro era sólo Jungkook siendo Jungkook, buscando el modo de irritarlo para reírse de él. Hoy no, ¡mierda!, hoy no tenía paciencia y mucho menos ser el títere de gracias de Jeon.



—Abre el puñetero papel de mierda o voy a cometer un asesinato antes de que salgamos de este lugar.



Jungkook mostró un ápice de entretenimiento, sus ojos estirándose en compañía de sus pómulos. Jin odiaba la forma en que el chico podía denotar naturalmente que se estaba burlando de él incluso cuando no era fácil percatarse de ello.



—Primero suéltame. Estás arruinando mi traje con tus dedos de bruja —admitió, no pareciendo demasiado estimulado por el enojo latente en el omega. Una vena quería explotar en la frente de Jin, que no dudó en mirar un par de segundos sus propios dedos para cerciorarse de las palabras del alfa. ¿Qué había de malo con ellos? Aun así, le hizo caso a sus palabras para no enfrascarse en su físico. Echó la cabeza para atrás y respiró profundamente, dándose ánimos para salir de este lugar sin que el estrés lo carcomiera hasta hacerlo polvo.



—Oye, bastardo, me estás cansando así que cortemos el rollo y vayamos al grano —masculló, tenso. La voz le temblaba ligeramente. ¿Lo iba a decir? Mierda, claro que lo iba a hacer—; ¿recuerdas cuando metiste tu asqueroso pene en mí? —tragó hondo, ni siquiera molestándose en devolverle la mirada al alfa— Sé que estás bloqueándolo lo mejor que puedes, pero créeme cuando te digo que no hará falta. Mira, lo gracioso dentro de todo es que, wow —rio ansiosamente, casi atorándose con su saliva—, pude comprobar que efectivamente eres un alfa dominante. Digo, me embarazaste a la primera —y el aire se sintió como si fuera un peso más que una ligereza para seguir viviendo—. ¡Hiciste un buen trabajo, al menos ya sabemos que problemas de fertilidad no tienes! ¡Incluso si me tomé la pastilla del día siguiente..., vaya! —rio un poco, y un poco, y sólo un poco más hasta que la misma se convirtió en una carcajada con histeria mientras gritaba eso a los cuatro vientos, o al menos hacía el intento de. El hecho de que la gente a su alrededor fuera consciente de que el patán frente suyo había tenido un encuentro con él no le hacía del todo gracia. Y en realidad, todo lo que estaba riendo era honestamente lo que quería llorar. Por el amor de Dios, ¡se embarazó de un cretino!

Cuento de hadas inconcebible { KookJin }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora