16. ❛Junta de recuerdos❜

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—¿Podrías dejar de sonreír como idiota por cinco minutos? —bufó el alfa, tocando con fuerza la puerta. Jin rio en respuesta, atontado. Iba a responder su irónica pregunta hasta que fueron recibidos por un desaliñado Hoseok. Era fin de semana de pijamada con él y Yoongi, así que habían asistido en lo que Jin se demoraba comprando lo que necesitase para el bebé junto a Jungkook.



—¿Pasó algo bueno? —intervino el alfa, elevando una ceja mientras se inclinaba sobre el omega para tomarle la temperatura de la frente. Estaba rojo.



—Consiguió el número del doctor que lo iba a ayudar a abortar —masculló Jeon, pasando por un lado de Hoseok con brusquedad. Le pesaban los malditos hombros. Quizá había sido mala idea ofrecerse a llevar todo lo que comprara el omega.



Confundido, Hobi elevó una ceja y le hizo un espacio a Jin para que entrara.



—¿Y eso?



—¡Lo está haciendo sonar mal! —se defendió Jin, apenado— No fue así en lo absoluto... Quería tener un medio por el cual comunicarme en caso de tener una duda. Él sólo fue amable al ofrecérmelo —susurró, agachando la cabeza y sonriendo de nueva cuenta. Había llamado la atención de un alfa, ¡y uno increíblemente guapo!— Es muy esmerado en su trabajo, sólo me está facilitando las cosas ya que soy primerizo —tarareó, volteándose para ver a un entretenido Hoseok. Alzaba las cejas sugestivamente.



Se sonrojó otra vez. ¿Qué insinuaba?



—¿Nuestro bebé ya cazó a alguien? —bromeó Yoongi, levantándose del sofá. Detrás del respaldo no podía verse en lo absoluto— Te noto feliz. Ah, ¿esas son papitas? —demandó saber, correteando detrás del omega para acomodar su mentón en la espalda del mismo y poder arrebatarle el papel en el que venían las mismas una vez pasadas ambas extremidades por debajo de las axilas del omega.



—Yo siempre estoy feliz —susurró Jin a modo de reprimenda, tímido.



—Bueno, luces lo suficientemente feliz como para molestar a Jungkook, así que no te detengas —pidió Yoongi, llevando la fritura a su boca.



—Vete al carajo —masculló Jungkook, abriendo el envase en el que venía la comida que precalentaría para Jin—. Ya es lo bastante malo que haya estado riéndose como imbécil en todo el camino. Por Dios, pareces un condenado adolescente enamorado, me asqueas —chistó con una mueca de asco, volviendo a lo suyo.



—Él debe ser un pez gordo si decidió ir a por ello aunque estás en cinta —felicitó Jung, tratando de animarlo a su manera. Los ojos de Jin brillaron con intensidad. Era verdad. Él estaba embarazado, y eso muchas veces en la jerarquía y lazo armado entre omegas-alfas era algo considerado grosero. ¿Un omega embarazado de otro alfa? Una falta de respeto. ¡Aun así el alfa había decidido intercambiar sus números! Porque Namjoon era un caballero que no se dejaba llevar por estupideces de esa índole. No quería cumplir estándares, sólo quería que hablaran más... ¡Quería gritar! Esto era simplemente maravilloso.

Cuento de hadas inconcebible { KookJin }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora