Cuento de hadas inconcebible { KookJin }

52. ❛Sin arrepentimientos❜

Jungkook agarró suavemente el glúteo derecho del omega entre sus gruesos dedos, envolviendo la suavidad de la región en un apretón amistoso. Jin mordisqueó su labio inferior, dando un empujón ligero e involuntario en dirección a esos nudillos. Que lo agarrara con tanta fuerza se sentía tan bien. ¿Dejaría marca como la última vez?

El alfa lo observó en silencio, examinándolo cuidadosamente y tomando su mentón con su mano desocupada antes de acomodar los glúteos del omega en su pene semi erecto. Jin no dijo nada, contenido en la conmoción. Lo siguiente que ambos percibieron fue el contacto piel a piel, Jungkook acomodando su pene en la entrada rosada del omega antes de empujarlo hacia abajo para meter todo de un solo golpe. Jin gimió sobre la clavícula de su compañero, permitiendo que este empezara un vaivén perezoso.

—¿Qué? —demandó con diversión. Jin, no menos sonrojado, miró pesadamente en otra dirección antes de hablar.

—M-me encanta la forma en que lo empujas... Eres tan bueno haciéndolo-

El azabache se ruborizó.

Los recuerdos lo abrumaron simultáneamente en una comparación desigual.

—¿Bebé? —intentó Jungkook, mordiendo sus propios labios al sentir que faltaba algo. No estaba lo suficientemente encendido, puta mierda. Taehyung jadeó, demasiado metido en ello pero alzando el rostro de todos modos. Jeon sintió la espina de la culpa atravesarlo: su futuro marido intentaba mostrarse interesado por su placer, con tanta fuerza, que comenzaba a sentir alguna clase de culpa corroerle la espalda en forma de escalofríos. Quizá, si su novio se mostrara más desdeñoso, las cosas serían más fáciles.

—¿Sí? —Sus ojos titilaron por la excitación, sus uñas deslizándose bruscamente por la nuca del alfa con la intención de rasgar la misma. El pelinegro ahogó el bufido que rogaba por abandonar su garganta. No podía evitar que su lobo se enojara frente a la brusquedad de cualquier acción hecha por otro alfa, pero sí podía evitar alguna mierda referente a Tae. ¿Por qué estaba siendo tan complejo mantenerse al margen? En otro momento habría sido controlable, lo juraba. No sabía por qué las cosas estaban molestándolo tanto ahora. Sólo lo intentaba- sólo, él realmente lo hacía.

Sonrió apenas, un poco cansado y agobiado. Si se le bajaba, juraba que Taehyung lo mataría.