37. ❛Envuelto en sábanas❜

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Al menos el idiota al que le había entregado su trasero por segunda vez tenía sentimientos.



Eso pensaba Seokjin mientras escuchaba la voz del Dr. Namjoon al otro lado de la línea.



—Jin. —Se oía cauteloso y apenado.



—Hola, doctor Kim —musitó el omega, un poco sorprendido de que el alfa hubiera llegado tan lejos como llamarlo desde otro número telefónico. ¿Bloquearlo no significaba suficiente respuesta para él?



—No necesitas ser formal —casi rogó—. Yo..., lo lamento mucho, en serio. No era mi intención... Dios, ni siquiera sé qué más decir además de disculparme —se tropezó en sus palabras, ahogando un poquito el corazón tibio de Seokjin. Se escuchaba sincero, pero no había forma de que pudiera saberlo y mucho menos dejarlo pasar.



—Está bien, no pasa nada. —El problema es que sí pasaba; sin embargo, todavía estaba demasiado ocupado y feliz como para permitirse comenzar otra disputa. Hace sólo un par de horas se había enterado del sexo de su bebé, y no iba a permitir que ningún idiota alfa arruinara esa alegría con algo que ya había sucedido. Tenía muchas otras ideas en mente, como llamar a sus mejores amigos y hacerlos conocedores de la nueva información..., o ir de compras para llenar todavía más el armario de su cachorra no nacida. Quizá ignoraría por un par de horas que el día de ayer había tenido relaciones sexuales con Jungkook antes de que la culpa lo carcomiera lo suficiente para hacerlo correr a brazos de Taehyung y botar toda la verborrea—. Sólo- no lo haga de nuevo, las personas pueden malinterpretarlo. Si sólo quería una amistad, estaba bien para mí —se encargó de añadir, tratando de mantener el hilo de pensamientos dispersos. No iba a volver a hablar con familiaridad, por supuesto que no; Namjoon no se lo merecía.



—No es así, Jin —susurró en un lamento vacío, o al menos así se sintió—. Me pareces un omega encantador, de verdad estoy interesado en ti. Lo de mi exesposo... él y yo estamos en proceso de divorcio.



Jin quería reírse del puro disgusto.



—¿Durante tres años? —El silencio se hizo— Lo entiendo, en serio. Sólo esclarezca la próxima vez que no tiene intenciones de que una cita se vuelva algo serio.



—Jin-



—Por favor no vuelva a llamarme, ¿sí? Será problemático e injusto para su pareja. Tenga una bonita tarde —y colgó, procediendo a bloquear el desconocido número. Si volvían a llamarlo no contestaría. 









Cuento de hadas inconcebible { KookJin }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora