46. ❛Taehyung❜

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—¿Ha sido bueno? —tarareó con simpatía el alfa, sonriendo ante la felicidad de Jin sin poder evitarlo. Seokjin no dejó pasar el hecho de que Jungkook estaba hablando de esto abiertamente, como si no estuviera mal hacerlo. Quizá podría molestarse por eso después, quizá podría joder con ello más tarde. La culpa lo abrasaría de todos modos. Por ahora, sólo por estos fugaces momentos, podía permitirse actuar como un malcriado de primera. Quizá olvidar que Jungkook tenía pareja, quizá olvidar que esa pareja era su mejor amigo, quizá olvidar todos los problemas que esto acarrearía.



Sólo hacerlo, dispuesto a manejar las consecuencias.



—He sido bueno —ronroneó Jin, frotando sus manos en la espalda de su compañero. No fue hasta que Jungkook se calló por varios segundos, pensativo, que Jin se percató de que había algo que no concordaba en su respuesta. Era segunda vez, ¡segunda vez que cometía el mismo error! El primero había sucedido en la cama—. ¿Dijiste ''ha'' o ''has''? —consultó, enrojeciendo furiosamente.



—Ha —respondió, viendo el rostro del omega empalidecer por el bochorno.



—Oh, por el amor de Dios, lo siento mucho-



—Está bien, hey —farfulló, relamiéndose antes de friccionar la quijada del omega. Jin, embobado, contempló cada perfecta facción expuesta ante él.



—Pensé que-



—Todo en orden. Has sido bueno también —bisbiseó con simpatía, ahora frotando las mejillas del hombre—. Eres un excelente omega, Jin.



Seokjin dio indicios de gemir gustoso ante esa aclaración, pero en cambio ocultó el rostro en el cuello contrario, tímido. Respirando agitadamente, rojo de la vergüenza, encantado por el elogio. Esto era justo lo que necesitaba, esto era justo lo que más quería. Separándose obligadamente de su nuevo sitio de confort, el cuello del alfa, lo analizó para ser él quien esta vez robara el aliento ajeno. Jeon se permitió mostrarse todo lo desencajado que pudo, adoptando el ritmo rápidamente antes de que Jin pudiera cambiar de opinión. Sus manos viajaron por toda la cintura del omega, esbozándola en un mecimiento que se prometió era perfecto. Su movimiento repetitivo favorito de ahora en adelante. Sintió la tibieza en las manos de Jin envolver sus hombros. Probablemente el omega estuviera sudando. Jungkook creía que incluso eso era lindo. ¿Tan nervioso lo ponía?



Alejándose despacito, Jin sonrió ante el ligero desplante confuso en el alfa, quien todavía mantenía su trompa exhibida.



—Es bueno saberlo... —susurró, enrojecido.



Jungkook respiró semi tembloroso. Había tantas dudas que podía sacar de esto, tantas putas inseguridades. Y él sólo podía pensar-

Cuento de hadas inconcebible { KookJin }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora