41. ❛No me gustas❜

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Lo sabía. No quería admitirlo, pero lo sabía. Tal vez no necesitaba ni buscaba el dinero de Jungkook, pero el padre de este no mentía al decir que quizá buscaba que sus necesidades fueran cubiertas por un alfa como su hijo. Inconscientemente buscaba el afecto y cariño del hombre, y se lo había estado negando a sí mismo desde el principio. Quizá era demasiado duro sobrellevar el hecho de que era un omega sin nada, un omega que buscaba succionar a la primera persona que estuviera dispuesta a entregarle un poco de amor genuino. Al principio había sido Taehyung, pero cuando no fue suficiente, cuando no bastó... Por supuesto que iría a por alguien más.



Por lo demás, esto no era culpa más que del mismo Jin, que se había llenado de expectativas que sabía que no iban a poder ser cumplidas por un sencillo hecho: Jungkook no lo quería ni como amigo. Sólo estaba aceptándolo porque era alguien importante para Tae. ¿Y sus regalos? Los recibía para no verse como un cretino, ¿quizá por aburrimiento, tal vez para ver qué tan lejos podía llegar? Lo que sea. 



—¿Hermano?, ¿para quién es el regalo? —consultó un curioso Jeonghan, alzando cuidadosamente el papel de regalo que envolvía algo ligero. Jin se lo arrancó, sonriendo nerviosamente, y luciendo preocupado sobre si algo había sido pasado a llevar. Nada, todo permanecía perfecto— ¡Te estás cortejando con alguien! —chilló emocionado, empezando a saltar en su sitio debido a la euforia. Jin se ruborizó y negó rápidamente. Eso no era así. Jungkook ni siquiera sabía que estaba siendo agasajado. El galanteo seguía siendo unilateral. ¿Hasta cuándo, pensaba con decepción Jin? No lo sabía— El regalo apesta a ti. ¿Lo aromaste para que tuviera material para su celo? —tonteó pícaro, haciendo movimientos obscenos con los dedos para simular masturbación.



—¡N-no! ¡E-es, es para su ansiedad! —se defendió, corriendo fuera del campo de visión de su hermano menor. ¿Cómo podía hablar de ese modo tan lujurioso? 











Cada día se sentía más como una promesa sin concretar, algo que debía ser llevado a cabo pero que todavía no recogía suficientes razones para ser. Jin estaba haciendo su mejor esfuerzo tratando de buscar un solo motivo para decirle la verdad a Jungkook. No sabía cuánto tiempo podría mantener cerrada la boca, esperando que mágicamente un día el alfa se despertara dándose cuenta de la sinceridad en sus acciones. Por supuesto que eso no pasaría. La vida nunca había sido así de fácil. Y él todavía tenía que demostrar que tenía el mando, ¿no? Al adolescente le gustaría eso; hasta era probable que olvidara momentáneamente que en realidad estaba tratando con un simple omega recesivo.



Entonces pensó..., quizá, que si era admitido en su primera opción de universidad, podría preguntarle a Jungkook si estaba de acuerdo en ser cortejado por él. Pensar en eso bastaba para sacarle una sonrisa. Sí, eso era un dos por uno, ¿no? Además, ya estaban a nada de que acabara el año. Faltaban dos semanas para la graduación y luego sería la postulación a la educación superior. 

Cuento de hadas inconcebible { KookJin }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora