—Te ayudaré. Pagaré todo, ¿sí? Me encargaré de buscar al mejor en la especialidad y, ya sabes, también pagaré el tratamiento de fertilidad para la próxima ocasión —dijo atropellado, luciendo tan aliviado que su felicidad produjo arcadas en Seokjin.
—No habrá próxima ocasión —cortó rápidamente de tirón, de malas. Las cejas acentuadas del alfa decayeron.
—¿De qué hablas?
—Por favor, Jungkook, no seamos tan inocentes. Es el segundo profesional del tema con el que consulto. Ambos me han dicho lo mismo. Soy un omega recesivo, el hecho de que ya esté embarazado es un milagro en sí mismo —desagradable, chasqueó la lengua—. Mira, dejémoslo ahí. Sólo consigue a alguien que haga esto rápido y encárgate de que sea lo menos invasivo posible. Si hay posibilidades de que la criatura no desaparezca..., no lo tomaré. Hay algo que me da más miedo que perderlo o darlo a luz, y eso es que venga al mundo con alguna secuela gracias a un intento de aborto —tarareó, tragando hondo. No se perdonaría si le hacía daño y después tenía que vivir con eso el resto de su vida—. Sólo te pido eso —musitó con un ligero temblor en la voz, tosiendo a la posterioridad para esclarecer su semblante. Se levantó de su sitio, verificando que su invitado se hubiera tomado su jugo para lo siguiente que haría—. Ahora..., te agradecería si te fueras, tengo que revisar tareas.
El omega fue observado durante varios segundos por el alfa antes de asentir y levantarse.
—De acuerdo.
La siguiente vez que se habían encontrado fue en la clínica del doctor de cabecera de Jeon Jungkook. El asunto iba muy en serio, tal y como se había prometido desde un principio. Jin no esperaba algo distinto, pero todavía no se acostumbraba a la idea y el peso en su cabeza sólo ocasionaba mal augurio.
—Hey —saludó con la mano, levantándose de su asiento. Jin dio un asentimiento, aturdido. Tal vez el día había llegado demasiado rápido—. Taehyung dijo que pasaría por nosotros después de la consulta. Quiere invitarnos a un restaurante —explicó el alfa. Hoy día llevaba un atuendo considerablemente sencillo, o al menos sencillo respecto al estilo que usaba el menor. Unos jeans negros se ajustaban a sus llamativas y trabajadas piernas mientras una chaqueta de cuero negra se hacía cargo de su torso. Una polera se adhería a su piel por debajo de los pantalones y un par de collares decoraban su cuello junto al gorro que apenas dejaba entrever sus ojos. Al omega le sorprendía la facilidad que tenía el alfa para destacar tanto con tan poco, aunque tampoco era un secreto que el mismo tuviera una habitación en su casa dedicada exclusivamente a la ropa que usaba para armar sus outfit cada día. Jungkook era así, un hombre extremadamente preocupado por su apariencia y algo obsesionado con la ropa.
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Cuento de hadas inconcebible { KookJin }
FanfictionAunque no es una mentira que Jeon Jungkook, Kim Seokjin y Kim Taehyung son el mejor trío dinámico en su círculo social; tampoco lo es que Jungkook y Seokjin se odian. No poco, ellos REALMENTE se odian. Jin no sabía cuándo empezó ese poco sutil resen...