𝐓𝐄𝐋𝐄𝐏𝐀𝐓𝐇 𖦹 Tᴇᴇɴ ᴡᴏʟғ

1. Bienvenida a Beacon Hills, Bea

Tristeza, desesperación, incomodidad, molestia...

Eso era lo que se sentia en el cementerio de Beacon Hills.

Acababamos de estacionar frente al cementerio que, para mi disgusto, estaba en medio del bosque.

¿A quién en su sano juicio se le ocurrio que era una buena idea construir un cementerio en medio de un oscuro bosque?

- Vamos, querida. - mi maestro abrio mi puerta y me tendio su mano.

La tome y sali del auto.

A unos metros de nosotros pude visualizar que el cementerio estaba rodeado de periodistas y fotografos intentado pasar al lugar lleno de lápidas, pero por suerte la policía les negaba el paso.

¿Como podían ser tan irrespetuosos?

- Es un funeral, no un museo. - espete abriendome paso entre la gente, que al vernos pasar también intentaban abalanzarse para pedir alguna entrevista.

Idiotas.

Mi paso se vio interrupido por la figura de un chico arrodillado en el piso mientras tomaba fotos a los Argent, quienes ya estaban sentados.

Me acerque a el cautelarmente y le quite su camara, logrando que diera un salto y se pusiera de pie con rapidez.

- Se ve costosa. - comenté examinando la camara en mis manos.

El chico tenso su mandibula.

- Si, novecientos dolares. - murmuró.

Saqué la memoria del interior y jugueteo con ella entre mis dedos.

- ¿Qué tan caro es esto?

Acto seguido, parto el pequeño objeto en dos pedazos y tiro los restos al suelo.

Por imbécil.

Estampo la camara bruscamente contra su pecho, en un claro mensaje para que se largue de una vez. Para su suerte, lo hace.

Puedo sentir su enojo y frustración mientras se aleja y no puedo evitar que una sonrisa victoriosa se forme en mis labios.

Siento una mano posarse sobre mi hombro y al levantar la vista veo a mi maestro sonriendome con orgullo.

- Por eso eres mi favorita. - anuncia Gerard.

Le sonrio y retomamos el camino hasta la familia sentada frente a la tumba de Kate Argent.

- Chris. - lo saludo con un beso en la mejilla, el canoso me sonrie levemente y comenta lo mucho que he crecido desde la ultima vez que me vio.

Saludo también a Victoria y luego mi mirada pasa a la castaña sentada con la mirada perdida en algún lugar del suelo.

- Hola, Ally. - saludo sentandome a su lado.

Levanta su mirada de golpe hacia mi y su mirada se ilumina. No tarda ni dos segundos en estrecharme en sus brazos con un fuerte abrazo que no dudo correspondo.

- Bea... - murmura.

Nos separamos, aún sonriendo. Allison era de las pocas amigas que tenia, ya que con las constantes mudanzas que hacia mi familia no me permitían quedarme mucho tiempo en un lugar, por lo que me era difícil entablar amistades duraderas.

Pero con Allison nunca fue asi. Siempre nos hemos mantenido en contacto y nos veiamos de ves en cuando gracias a nuestros padres, que eran buenos amigos. Últimamente no nos habiamos visto hace un tiempo, pero si nos habiamos escrito.

- Lamento lo de Kate. - murmure, ella desvio la mirada.

- Gracias.

De pronto empecé a sentir una sensación de ser observada. Me giré con el ceño fruncido y pude ver a dos chicos asomados tras una estatua. En cuanto se dieron cuenta de que los vi, escondieron sus cabezas.