14. EL DESPERTAR DE UNA LOBA

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[RECOMENDACIÓN DE LA AUTORA: CANCIÓN DEL CAPÍTULO]*



Por más vueltas que di, no pude conciliar el sueño. En mi mente se agolpaban diferentes imágenes de lo que había ido sucediendo a lo largo del día. El rostro pálido de Sophia siempre era el último recuerdo antes de abrir los ojos.

Salí de la tienda y encendí un cigarrillo. Shane hacía guardia sobre el techo de la autocaravana. Pese a ser la única persona que aparentemente estaba despierta, no le dirigí la palabra.
Inspiraba el humo observando los alrededores de la tienda, el coche de Rick no estaba, aún no habían vuelto. No quería pensar en la posibilidad de que alguno de los tres hombres hubiera sufrido algún percance, sin embargo, el hecho de que aún no hubieran llegado me llenaba de inquietud. Estuve tentada de ir a buscarles, pero no lo hice. Sabía que eso podía suponer que me perdiera por el camino, puesto que mi sentido de la orientación era pésimo, además, el sheriff se había llevado el mapa para poder encontrar el pub que frecuentaba antiguamente Hershel y así traerlo de nuevo a casa. Solo me quedaba aguardar como el resto y confiar en la capacidad de Rick y Glenn de salir de cualquier circunstancia que pudiera darse. Instintivamente, mi mirada se dirigió a la zona donde Daryl había montado su campamento. No, no iba a ir a buscarle, esa vez no.

Tiré la colilla al suelo y la pisé con desdén. Volví a la tienda y me estiré en el camastro. Cerré los ojos, no obstante permanecí despierta hasta que el sol empezó a aparecer en el horizonte.



El ruido de un coche me despertó de repente. Me levanté rápidamente de la cama y coloqué mi cuchillo en la funda del cinturón. Cuando salí de la tienda el sol brillaba ya por completo, había podido dormir algunas horas al menos. Corrí hacia el tumulto de gente que se había acercado al coche. En ese momento, Rick se separaba del abrazo de su mujer y le miraba el rostro, confundido.

― ¿Qué te ha pasado? Estás herida.

― Tuve un accidente de coche. Me fui a buscaros y...

― Se escapó sola y yo la traje de vuelta.― intervino Shane.

La cara de Lori reflejaba la rabia que sentía porque la hubiera delatado, sabía que al sheriff no le haría ninguna gracia lo que acababa de oír.

― ¿Te has vuelto completamente loca?

Los reproches de Rick se vieron interrumpidos por T-Dog, que apuntaba con un dedo el coche.

― ¿Y ese, quien es?

Fue entonces cuando reparamos en el hombre que seguía en el interior del vehículo, con los ojos vendados.

― Es Randall.

No cabía en mí de estupefacción. Mis ojos viajaban del individuo a los rostros de los tres hombres que lo habían traído a la granja.
Rick decidió que lo mejor era hablar en el interior de la casa, mientras Hershel le curaba una herida al desconocido.


Me quedé de pie mientras el sheriff y Glenn explicaban qué había sucedido la noche anterior. Unos compañeros del joven habían entrado en el pub y habían intentado atacarles, los mataron para poder defenderse. Cuando consiguieron salir del edificio, tuvieron un enfrentamiento con algunos tipos más, Randall se encontraba entre ellos. En el tiroteo todos murieron menos el chico, que trató de huir, pero se perforó la pierna con una valla y Hershel no fue capaz de dejarle ahí, puesto que una horda de caminantes se estaba acercando peligrosamente a él, así que decidieron llevarlo consigo.

No daba crédito a lo que oía. Si algo había aprendido al haber encontrado el grupo y haberme unido a ellos es que la unión hacía la fuerza, sin embargo, no servía para todos los contextos ni para todas las personas. El mundo se había vuelto un lugar peligroso, no solo por los caminantes que vagaban a sus anchas, sino por las personas que trataban de sobrevivir día tras día. El grupo de Randall había sido uno de los posibles grupos de personas que no nos harían ningún bien, lo habían demostrado al atacar a Rick y los demás, no obstante, decidieron ayudar a uno de ellos. No era capaz de entender en qué momento les pareció buena idea llevarlo a la granja y ponernos en peligro a todos.

My bow girl  [Daryl Dixon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora