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Habían pasado algunas horas, 1 horas y media para ser más exacta, no había quitado los ojos del reloj, se veía tan interesante, la verdad es que no estaba prestándole mucha atención al aparato digital. Si no que mi mente se estaba imaginando mil y una manera de entender a las personas, veo que después de todo las clases de psicología no sirvieron de nada.

de mi ordenador salía una dulce ópera nombrada "O Sole Mío". La ópera, el Jazz y la clásica era la manera en la que mi sangre se enfriaba.

Lastimosamente me parecía mucho a mi padre en actitud. Era muy impulsiva, letrada y todo lo que tocaba lo hacía un desastre. Así que vivía con un enojo diario sobre mi misma; que a diferencia de mi padre, el solía amarse mucho a sí mismo, y por alguna extraña razón quería que yo sintiera lo mismo, tiene ideas medio extrañas mi papá.

El sonido de el marco de la entrada a mi estudio sonó, ruido que me hizo salir de mis pensamientos y mirar a la persona en la puerta.

El pálido chico de cabello azabache y facciones rosadas estaba apoyado en el umbral de la entrada, de brazos cruzados mientras su lindos ojos gatunos me miraban con un toque de diversión y su boca se curvaba en una media sonrisa, que parecía más de burla que genuina.

+¿Haz notado las caras qué haces mientras piensas?-hizo un sonido con su manos de diversión- y por tu rostro, se que estás mandando a alguien al carajo-alzó un poco más el lado de su mejilla.

No le dije nada, pero lo miraba algo desorbitado y preocupada por el echo de que no había notado el rostro que tenía.

+¿Puedo pasar?-preguntó con toda la naturalidad del mundo.

Cerré un poco mis ojos pensándomelo, aunque la entrada no tuviese puerta el no había cruzado el límite entre el pequeño pasillo y el estudio. Mantenía su distancia respetando esa privacidad.

-Adelante-el sonrió sin mostrar sus dientes y dio un paso dentro de la habitación.

Camino levemente mirando todo alrededor, mis ojos no podían parara de mirar lo bien que se veía. Llevaba simples pantalones negros y un suéter de color café claro que resaltaba con su color fantasmal de piel, sus pies iban descalzos y podía ver la huella de humedad que dejaba en la madera del lugar al caminar, su cabello estaba levemente desordenado y cubría parte de sus ojos.

+¿Te molesta si miro?-tenia un tono muy profundo al hablar que me hizo sentir mi cuerpo caliente.

-Adelante, puedes mirar lo que quieras-el asintió con una línea en sus labios.

Fingí que no me importaba y volví mi vista a mi ordenador. Pero, no podía evitar que mis ojos se fueran de largo a ver cada movimiento del pálido hombre; que me estaba poniendo nerviosa.

+Tienes a BT21-me puse de pie rápidamente y asentí.

-Si, Mi padre me los trajo, creo que fue en el 2018, no lo recuerdo-el dio una leve sonrisa viendo a los 8 muñecos de peluche apoyados en el sofá de mi estudio.

+¿Cual es tu favorito?-camine levemente hacia el.

-No lo se, creo que el koala, ya que mi padre dijo que él lo diseñó, supongo que es el más lindo-alce mis hombros sin importancia.

+Koya-el me miro-su nombre es Koya-alce mis cejas.

-Que nombre tan feo-el hizo un sonido de diversión con su nariz.

+Si, Tal vez sea cierto-el camino hacia el otro extremo de la habitación y centro su mirada en un gran mueve marrón en la habitación.

El mueble había sido puesto por mi, y en él se encontraban todos los álbumes, discos, fotocards y ARMYBOMS que mi padre y los chicos habían sacado.

+¿Te gusta el trabajo de tu padre?- el tomó uno de los álbumes y lo miro detenidamente.

-Jamas he visto el trabajo de mi padre-rie sarcásticamente y me acerqué a él parándome a su lado-Papa no me deja, pero si tengo toda la colección, papá las trae a casa.

+Entonces, ¿No tienes idea de nada de lo qué hay aquí?-se veía sorprendido ante mi negación-¿Por que no te deja?

-Porque quiere protegerme-se miraba muy confundido- estoy encerrada aquí, no puedo salir por mucho que quiera, papá lo hace para no tener deseo por lo que se encuentra fuera-explique-y creo que es lo mejor.

+Ya veo-el seguía mirando toda la mercancía de ellos mismos como si nunca lo hubiese visto-¿Que haces para no aburrirte?

-Leer, Escribir, componer, tomar el té, nadar, bailar, dar clases-alce mis hombros- sobre todo dar clases y estudiar.

+¿Estudias mucho?-asentí-Que asco, la escuela no sirve para nada-mis ojos se abrieron sorprendida.

-¿Como puedes decir eso?-el dejo de mirar todo y poso su mirada en mi.

+Es la verdad-lo decía tan tranquilo.

-Por supuesto que no-estaba sorprendida- es importante, la escuela te enseña tu vida laboral y diaria- el me interrumpió.

+¿De que te sirve saberte el trinomio cuadrado perfecto? ¿El Teorema de Pitágoras?-me preguntó y con una ceja arriba- eso no lo usarás en tu vida labora o vida diaria.

-Depende de lo que estudies-el rió sarcástico.

+¿Sabes cocinar? ¿Sabes hacer una transacción bancaria? ¿Sabes hacer RCP?-la verdad son cosas que me se la teoría, pero nunca las practiqué-¿Sabes como usar un preservativo? Seguro sabes lo que es... ¿pero sabes como usarlo en caso de una situación?-Alzo sus cejas con sus brazos cruzados.

-Pues no-el sonrió.

+Lo que te enseñan es Teoría, empiezas a aprender cuando sales de ese lugar, y te das cuenta que la vida no es tan linda como te la dan a mostrar en ese lugar-Nunca lo había pensado, mi padre siempre me había dicho que estudiar definiría mi futuro.

-Igual no es algo de mi elección, mi padre dice que debería estudiar, ademas, es lo único que puedo hacer aquí-el torció su boca.

+¿Te gusta la música?-preguntó acercándose a mi bastante.

-Si, también me gusta componer-el rió levemente.

+¿Y has hecho algo?-asentí-¿Me lo mostrarías?-camine hasta mi escritorio y abrí un cuaderno y se lo extendí.

Se lo di en un texto abierto, el cual se notaba mi letra en imprenta. El leía lo escrito muy concentrado.

+Tienes talento-hizo ese sonido con su nariz de placer y yo sonreí.

-Y tu buenos gustos-sonreí.

La alarma del reloj en la habitación empezó a sonar dando a entender que tenía que entrar a mi clase.

-debo estudiar-el cerró el cuaderno y me lo extendió-Gracias.

Me di la vuelta para caminar a mi escritorio y guardar el cuaderno mientras él veía mi librero.

+¿Te molesta si te robo esto un rato?-alce mi mirada.

-¿Que cosa?-el sacó un libro que decía "El diario de Ana Frank"- Si, adelante, solo devuélvemelo, aun no lo leí-el asintió y empezó a caminar fuera con el libro en la mano leyendo la descripción.

+Te dejó para que estudies-Asentí-gran Charla Abby-retomó su camino a la salida.

-Lo mismo digo...-el sonrío sin mostrar sus dientes.

+Yoongi-sonreí.

-Un gusto en hablarte Yoongi- el salió dejándome sola.

Que lindo nombre, nunca lo había escuchado, y que extraña forma de pensar y de expresarse, creo que las personas afuera son más extrañas de lo que pensé.

Reí levemente pensando en lo que acababa de Pasar y volví mi vista al computador para dar clases.

Instagram del personaje:miss.Kim0_0

Miss. Kim//Terminada//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora