Be Yourself

Mejores Amigos.

Capítulo 3O.

No podía creer nada ahora. Necesitaba a Elliot.

¿Cómo puedes esperar que alguien que se supone es tu mejor amiga o buena persona pueda hacer todo lo que ella ahora había hecho?

Una vez leí algo que decía:

"Cuídate de los buenos, que los malos ya están señalados"

Y creo que en verdad no mentía.

Ni siquiera me estaba mirando a mí, sus ojos cayeron al suelo con falsa verguenza, quizás aunque fue un poco, llegué a conocerla.

—¿Qué es lo que ocultas? ¿Por qué tanto misterio? ¿No se te hace ya muy "infantil" todo esto? —Matt se notaba furioso.

Yo estaba muda. Literalmente no podía hablar, nada.

Pero de repente entra la persona menos indicada de todas: Rider.

Cuando Liz lo vió, sus ojos se abrieron como platos y se mordió el labio nerviosa, él hizo un gesto extraño hacia ella. De repente mi amiga había cambiado por completo.

—Uh, aquí está Jessica —habló Rider levantando una ceja. Matt carraspeó.

—¿En serio? —se burló mi mejor amigo—. No digas cosas obvias hombre.

—¿Quieres que te diga más cosas obvias? —contraatacó.

—Escúpelas.

—Lo más obvio de todo es que te gusta mi hermana, es más, mueres por ella... Pero, oh vamos "hombre" ¿Crees que ella se va a fijar en ti?

—Basta —se escuchó mi voz, bueno, ellos no me prestaron atención.

—¿Y tú qué sabes? Pasas tanto tiempo metiéndote en otros asuntos que olvidas la existencia de tu hermana.

—Oh claro. ¿Quién me va a venir a decirme cómo ser buen hermano, tú?

—¿Al menos supiste que estuvo en el hospital?

—Chicos... —pausa— . Alto ¿Qué dijiste Matt?

—Todos pasan tanto tiempo preocupándose por cosas banales que no se dan cuenta de lo que en verdad importa —habló frustrado, enojado, muchas emociones malas juntas —. ¡Ah! Y de seguro sabes que le ofrecieron una beca para Inglaterra u otro lugar en Europa ¿no? ¿Acaso sabías también que quiere comprar un departamento? ¿No?

Jamás había visto tan enojado a Matt en todo este tiempo. Cuando giré a verlo mejor, la vena de su cuello saltaba y sus puños estaban apretados, sentí algo de miedo.

Rider flaqueó, después de todo era su hermana y no sabía todas esas cosas, ni siquiera yo sabía todo eso, qué mala amiga soy.

—Pero es obvio —respondió cínicamente—, prefieres a Elizabeth Sweet que a Elena Collins, tu hermana.

Todos nos quedamos en silencio, me sujetó fuertemente del brazo y me arrastró fuera de ahí.

Incluso salimos del campus, con un gesto de cabeza me indicó que subiera a su auto. Condujo fuera de ahí.

*

Estábamos en silencio. Él mantenía la mirada en la carretera y sus manos sostenían fuertemente el volante, sus nudillos creo que hasta blancos se veían, me removí en el asiento del copiloto.

—Perdón.

Me giré un poco —¿Qué?

— Ya me oíste... —Aún seguía enfadado.