Capítulo 18.
Fue entonces que se separó nervioso, lo miré frunciendo el seño porque estaba realmente confundida.
—Eh, vale, te veo luego Pr... Jessica.
Y practicamente huyó con una sonrisa algo extraña, bien, eso fue raro.
Cuando me dí la vuelta presencié un aroma exquisito, ahí estaba Elliot con su mirada algo oscura ¿Él intimidó a Rider? No es que estuviera haciendo nada malo, era un abrazo, además, Elliot y yo sólo éramos algo como amigos, nada más.
Me quedé muda mirando al suelo, este ya era un silencio incómodo pues no se marchaba pero tampoco pronunciaba palabra alguna, me revolví incómoda mordiendo mi labio.
Persivo como se sienta a un lado de mí y sigue ahí, callado.
—Eh... ¿Qué con las rubias? —Intenté aligerar el ambiente.
—¿Qué con el rubio? —Intento fallido.
Uhm, no sabía qué contestarle, Rider me agradaba de una manera extraña, él era extraño, demasiado.
—Yo... pregunté primero. —Crucé mis piernas en el sillón y coloqué mis codos en las rodillas.
Él pasó sus manos por atrás de su cuello y se relajó, sentí que al fin el ambiente se había aligerado y volvía a ser el de antes.
—Bien, está loca.
—No creo que haya sido bueno que le dijeras eso Elliot, bueno, es rubia, sí. Pero ¿Y qué? Le destruiste su ego. —Levanté la mirada hacia él, la comisura de sus labios se levantó disimulando su sonrisa.
—Yace casi tres años de que fuimos <novios> ¿No crees que es obsesión o algo?
Titubee un instante, eso ya era mucho tiempo, incluso para ella, es bonita, popular, de seguro rica, alta, buena figura ¿Qué más quiere?
—No creo que sea obsesión Elliot.
Se quedó pensativo un rato, luego me miró pesadamente.
—¿Entonces? Dime ¿Qué es? Porque también recalco que fue ella la que me mandó a volar, y no de una buena manera, creo que fue de la peor, creí haber estado enamorado de ella. —Aunque su manera de decirlo fue tan pacífica por fuera, se escuchó un ápice de resentimiento en su voz.
Creí que la mejor manera era quedarme callada, ni siquiera sabía por qué me lo estaba contado, lo peor es que las últimas palabras retumbaban en mi cabeza una y otra vez, hay mucha diferencia entre amar y enamorarse.
Sus ojos volaron hacia mí, me sonrió intentando quitarle importancia al asunto, le devolví la sonrisa, pero creo que ambas eran forzadas.
—No te entiendo —susurré, pero creo haber percibido un yo tampoco.
La fiesta estaba en su clímax y ni siquiera había encontrado a mis amigas, aunque un sonido acompañado de una vibración, me hizo saltar. Era mi celular con un mensaje de Matt.
"Dime por el amor de Dios que sigues en esa fiesta, al fin pude salir vivo de lo de mi hermano y espero encontrarte, enana, eh.
Atte: Tu exageradamente guapo
Mejor amigo Mathías xx"
Y a veces pensaba en cómo llegué a descubrir amigos tan extraños como lo era Matt. Teclee rápidamente un mensaje.
"Desgraciadamente sí, aún permanezco en la fiesta, ¿salir vivo? ¿Con cuál hermano fuiste Matt? ¡Oh! Perdóname Empire State, Estatua de la Libertad, pariente de las pirámides de Egipto, por mi estatura.
Atentamente; Jessica xx."
En menos de lo que creí posible, unas manos extremadamente frías me taparon los ojos, llegaba a pensar de vez en cuando que Matt era gay, si no lo hacía constantemente era porque a veces miraba descaradamente a las chicas.
Se sentó a mi izquierda, Elliot permanecía a mi derecha bebiendo y sacando temas de conversación aunque a mí no me apetecía hablar mucho.
—¡Pssst! —Miré a mi amigo—. La fiesta va bien ¿No? —Asentí desganada—. Bah, sé lo que piensas, vámonos.
Al menos eso me hizo sonreìr, me giré hacia Elliot y entre gritos le dije que me iba, al principio pareció descorcentado pero al ver mi cara —supongo— de aburrimiento, accedió sólo con un movimiento de manos.
—¡Adiós fiesta! —gritó Matt a mi lado cuando ya estabamos lejos de la música.
Era algo extraño que lo gritara, pero bueno, estaba casi segura que él no había bebido nada extraño que le ofrecieran, casi.
Íbamos caminando hasta encontrarme con su lujoso auto, había intendado marcarle a Liz o a Elena, intentos fallidos, pues ninguna contestaba ni siquiera los mensajes.
Me quedé pensando en la muchacha rubia, seguía creyendo que no era obsesión, pues era la primera vez que yo la veía cerca de él, pero realmente no sabía qué decir.
—Y bien, Empire State, ¿quieres algo para tu cumpleaños?
—Oh vamos ¿Tú también? —Ya era el colmo.
—Lo tomaré como un no.
Siguió manejando hasta que llegamos a su casa, se me hizo raro porque su casa sieeeeempre estaba muy lejos de donde quiera que estemos.
Lo miré raro pero no dijo nada hasta que me encontré con su mamá, iba casual, lo cual era algo extraño en ella por lo que me susurró Matt.
—¡Jessica! Un gusto volver a verte, Mathías siempre nos habla de su mejor amiga, hasta creo que te conozco de toda la vida. Adelante, esta es tu casa.
Asentí algo incómoda y ambos entramos, nos sentamos en la enorme sala y Matt se rió de la nada cuando me miró.
—¡Tranquilízate! No es que Elliot te haya dicho que le gustas —se rió más —, tan sólo fue mi mamá, le agradas.
—¿Qué? —abrí mucho los ojos.
—Ah... ¡Ya voy! —se levantó —. Mi... hermano me llama.
Y se fué de ahí como si su vida dependiera de eso, dejándome con la duda, además de que nadie le había hablado.
"¡Jessica! Dios, te fuiste sin decir nada, e incluso Elliot se puso más serio de lo usual, ¿te dijo algo? ¿Le dijiste algo? ¿Pelearon? Owww, su primera pelea. Por cierto, tu amigo ¿Rider? Está loco. HELP!
LIZ."
O todos son unos mentirosos o me quieren hacer sentir mejor.
Creo que lo primero.
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Hi or hey :)
Sí, está cortito lo sé, pero me estoy quedando bloqueada entonces preferí actualizar.
Gracias por leer. XX

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Be Yourself
Random《No quiero enamorarme》《No quiero enamorarme》se lo repetía muchas veces en el día, pero cuandro Jessie entra a la universidad no sólo ve a un chico que la vuelve loca. ¡Sino dos! Lo peor es que comienza a llamar la atención y nunca le gustó eso. Tamb...