Capítulo 36.
Estaba escaneándome detenidamente. Subía y bajaba su mirada sin ningún disimulo.
—Veo que eres de pocas palabras.
Asentí frunciendo los labios. ¿Qué podía decirle? Nada. Me sentía demasiado extraña.
Como si yo fuera una extraña.
Se levantó con una sonrisa malévola. Me miró con perversión yendo hacia lo que parecía ser la cocina.
Regresó con una taza de café. En ella se veía una fotografía.
Eran ellos dos sonriendo.
Lo diferente es que se veían mucho más jóvenes. Ella llevaba el cabello castaño (suponía que ese era el natural) y Elliot lucía un corte que dejaba por completo descubierta su frente. Tenía una sonrisa amplia.
Se sentó a mi lado mostrándo más la taza con la foto en ella.
Sonreí nerviosa. Se veían bien juntos.
—Lo conozco desde hace mucho... y muy bien.
El tono de su voz fue... extraño.
¿Qué quería insinuarme? ¿Que ella tenía muchísima más antigüedad? Estaba bien. Yo apenas tenía un año conociéndolo.
—Eso es muy bonito. Su amistad se ve sólida. —Crucé mis piernas. Estaba a punto de marcharme, la incomodidad aumentaba.
—Y lo es. Siempre he sido yo la chica constante en su vida —soltó socarrona y algo me hizo sentirme un tanto triste.
—¿Chica constante? —pregunté.
—Sí. Ya sabes, hasta hace poco él seguía teniendo chicas a montón. Cambiaba rápido de mujer, pero yo siempre he sido algo así como la única. —Levantó la ceja derecha y sorbió un poco de la taza.
—¿La única? Pero... ¿eres su mejor amiga no?
Me miró demasiado disgustada.
—Sí. Lo soy. Y créeme que él siempre me tomará en cuenta por sobre todas las cosas. Que tú hayas llegado después no me quita mi puesto.
Me sentí ofendida. Era su mejor amiga y lo entendía, pero que comenzara a decirme cosas así no estaba bien.
—Pronto se cansa de las chicas...
Bajé la vista. Bueno, ella debería saber más de Elliot que ninguno de nosotros. Aunque trataba de no creerle nada.
—De hecho las prefiere morenas, quizás con el cabello negro o rubio. Nunca le ví a una chica pelirroja.
—Bien, comprendí. —Estaba irritándome.
—Al fin hablaste. No entiendo... ¿ya estuvo contigo?
Le miré enfadada y negué con la cabeza, ¿qué diablos se creía?
Amplió su sonrisa y dejó la taza en la mesilla frente a nosotras. Me miró con sorna y dijo:
—Ah, eso debe ser. Ten cuidado muñeca. Elliot no es de los que se enamoran... —me recorrió con la mirada —, y menos de alguien como tú. Ugh.
Dicho eso me levanté y me fui de ahí. Llevaba todo el ratp escaneándome, insultándome, mandando indirectas. Era hartante.
Era demasiado tonta por creer sus estúpidas palabras. Me alteró. Sé que no debía darle el gusto pero solo me hizo explotar.
Corrí hasta el ascensor.
Tenía que atravesar algunos pasillos pero iba lo más rápido que podía. Giré un poco mi cabeza para mirar atrás. Sentía como si en este momento Heather estuviera burlándose estrepitosamente de mí. No me molesté siquiera en cerrar la puerta.
Choqué fuertemente contra alguien. A estas alturas una que otra lágrima corría. Pensaba que mi dramatismo se había ido, pero ya ví que no.
Me tomó fuertemente de mis brazos y alcé la vista: Elliot.
Estaba sorprendido, así que aproveché para huir y afortunadamente las puertas del elevador seguían ligeramente abiertas.
Sólo escuché sus llamados.
¿Por qué me dolían tanto unas palabras sin sentido?
*
—Oh, no seas dramática Jess —Matt estaba a mi lado mientras yo estaba acostada en su regazo. No estaba llorando pero me sentía mal.
Mi cara estaba cubierta por mi cabello y él sólo lo acariciaba suavemente.
—Es que no lo entiendes...
—De hecho. Pero es sólo su amiga, mujer. Como tú y yo. Te apuesto a que si una chica desconocida entra por esa puerta —Señala la de su habitación —, le atacarías con tu mirada diabólica. O quizás le dirías muchas cosas para ahuyentarla.
Viéndolo de esa manera sí me pondría celosa. A la única chica que shippeo con Matt es a Elena y ahora ella es mi mejor amiga, si eso terminara mal... la verdad no sé qué haré
Pero todo eran asuntos que no me concernían a mí.
La vida de las personas gira sin mi consentimiento y eso debería entenderlo.
El rumbo de la vida de los demás no va a avanzar o a detenerse por mí, por ejemplo Elliot y Heather.
Además que el nombre de ella me hacía ver la imagen de la mamá de Matt y ella sí que era genial, a veces quizás odie a todo el mundo pero; ¿quién no?
Creo que debería hacer un análisis de mi vida... ¿Qué demonios estoy haciendo? Por ahora: llorar porque la mejor amiga de mi novio no le caigo bien.
—Sí que eres dramática.
Me había quedado en silencio sin prestarle atención alguna.
—¡Se acerca Navidad! Muestra algo de entusiasmo. —Cambió de tema viendo que no era necesario seguir diciéndome lo dramática que era.
—Me deprime esa época, ¿sabes?
Frunció el labio pero luego se rió.
—No has pasado Navidad con tu mejor amigo, conocido como Matt Thyson.Rodé los ojos. Pasar Navidad con él quizás no es tan malo... quizás.
*
—¿Qué sucedió exactamente?—Diablos Jess, ¿hice algo malo?
—¿No crees que merezco al menos una explicación?
—Tomaré tu horrendo silencio como un no.
Elliot mandaba mensajes al buzón de voz. Lo peor del asunto es que me partía ignorarle por muy cursi que suene.
Como todo el mundo me ha dicho, actúo total y completamente inmadura. No puedo mirar si quiera a Elliot a los ojos porque sé que recordaré a su amiga y eso es algo difícil de superar.
Supongamos que tiene que elegir entre su novia y su mejor amiga...
Incluso yo elegiría a mi mejor amiga, ¿por qué? Pues se supone que los amigos están contigo en las buenas y en las malas.
Los noviazgos son pasajeros.
A menos que te tropieces con una Liz Sweet en tu camino...Entonces, ahí no me importaría elegir a mi novio sin dudar.
Mi celular sonó.
Ya no era un mensaje de voz, ahora estaba marcando y no me sentía lista para ésto. Infantil: sí. ¿Me importa? No.

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Be Yourself
Random《No quiero enamorarme》《No quiero enamorarme》se lo repetía muchas veces en el día, pero cuandro Jessie entra a la universidad no sólo ve a un chico que la vuelve loca. ¡Sino dos! Lo peor es que comienza a llamar la atención y nunca le gustó eso. Tamb...