Capítulo O9.
Si hubiera sido por mí, permanecería más tiempo dormida.
Pero me encontré en una habitación desconocida, el cuarto de Elliot.
A mi memoria volvió todo lo que pasó ayer, es mucho para mí, pero no sabía si lo iba a soportar todo, soy algo extraña.
Aún adormilada me fijé en el reloj que tenía en la mesa de noche, eran las 9 de la mañana, bien.
Me senté en la cama, aún me sentía mareada y atontada, estuve durmiendo en la cama de Elliot, no sé si reír o asustarme. Quién sabe qué personas estuvieron aquí.
Pero no creo que hayan pasado muchas, las sábanas no olían mal, al parecer Elliot es muy higiénico y limpio, pero tenía su propio olor natural y por extraño que fuera, me gustaba.
Me tallé los ojos, aún seguía el ruido que me despertó, pero ahora lo notaba más claro, una guitarra acústica. Al parecer la había tomado miestras yo dormía, qué pena.
Cuando me levanté y me miré en el espejo de en frente, me sobresalté parecía un mounstro. Como pude, tranquilicé a mi cabello y acomodé mis lentes.
Entreabrí la puerta de la habitación, estaba sentado de espaldas a mí, pero noté la guitarra en sus manos, la estaba tocando sin ningún orden, simplemente rasgaba las cuerdas.
Me había impresionado que él supiera tocar ese instrumento, yo siempre había querido aprender a tocar algo.
Su melodía fue tomando forma, al parecer había encontrado un orden, se oía aún más bonito.
Me armé de valor porque no pensaba quedarme todo el tiempo encerrada, abrí bien la puerta e hice que Elliot girara, pero Santo Dios, no traía playera y se le notaban los músculos del abdomen, de los brazos y la espalda ancha, me sonrojé muchísimo, sentí que la cara me ardía.
Me tapé con las manos y tartamudeé cosas sin sentido. Pero no pareció afectarle, pues se estaba riendo de mi reacción.
—Eh, lo siento, tengo hambre... —No sabía exactamente qué decirle—. ¿Podrías taparte o algo?
Eso hizo que su risa aumentara una vez más, y no me destapé hasta que estaba cien por ciento segura que ya traía playera.
Me llevó a la cocina pequeña de ahí y me senté, estaba muy bien decorado, no entendía porqué era un lugar diferente al nuestro, era adaptado para él solo.
Me dio un pan tostado con mermelada, me estaba asustando la manera en la que se comportaba. Le agradecí y empecé a comer. Luego, Elliot se sentó en frente de mí.
—¿Te gusta mucho tocar guitarra? —Últimamente se me daba iniciar conversaciones. Seguía nerviosa.
—Si te soy sincero, amo hacerlo. Al parecer me escuchaste —argumentó riéndose levemente.
Sólo sonreí, pero no le contesté, de seguro cree que ahora lo acoso, bueno, se lo merece por hacerme sufrir los primeros días.
Ay, esa ya no parezco yo, este lugar me vuelve psicópata.
Entré a su habitación después de desayunar y volví a cambiarme, cuando ya estaba lista, Elliot estaba sentado en el piso tocando.
—Tengo una melodía pegajosa en mi cabeza, pero no puedo unir los puntos.
Me senté también en el piso, pero más lejos que él, estaba muy concentrado y escribía notas en su cuaderno.
Cuando parecía que ya la tenía, levantó su vista hacia mí, sonrió torcidamente y comenzó a tocar la guitarra.
Realmente era una melodía hermosa, miraba de vez en cuando el cuaderno e incluso una vez lo ví sonrojarse un poco.
—Tocas hermoso la guitarra —dije haciendo una pequeña sonrisa.
—¿Sabes tocar? —Negué con la cabeza y se acercó a mí, puso la guitarra en mis manos—. Es fácil, te puedo enseñar alguna vez —se puso detras de mí y colocó bien el instrumento en mis manos, con su mano izquiera junto con la mía agarró el mango de la guitarra, con su mano y mi mano derecha rasgó las cuerdas.
Me puse nerviosa, era imposible que aprendiera a tocar la guitarra así.
Pero no parecía importarle, si giraba mi cabeza un poco, me encontraba con su cara, soy muy pequeña para él y me estaba incomodando.
—Elliot, eh... Se me hace tarde.
Lo primero que se me ocurrió, nada ingenioso. Era sábado.
Pero vibró su celular que estaba en el suelo y lo tomó, al parecer era un mensaje, pero me lo dió y lo leí, era Liz.
"¿Dónde rayos te metiste Jessica? Juro que no pude dormir bien en toda la noche, y ¿por qué me mandaste un mensaje desde el celular de Elliot? ¿Estás bien? Me estoy volviendo loca, Matt vino a buscarte en la madrugada, no preguntes porqué, ni siquiera me quiso decir ¡Eres una suertuda! Te quiero, pero te voy a regañar en cuanto llegues, xoxo."
Me reí por el mensaje, pero me intrigó eso de que Matt me estaba buscando ¿A mí? Esto no tiene sentido. Como Elliot se había apartado de mí, me fue más fácil levantarme.
Estaba apoyado con sus manos en la encimera que había cerca de la cocina, me miraba extrañado, había leído el mensaje, o eso supuse.
Me miraba confundido, sus labios estaban ligeramente separados, la playera negra, el pantalón rasgado y sus tennis, lo hacían parecer malo.
—Ten.. tengo qué irme Elliot —dije no muy segura, le tenía miedo, era cierto, soy demasiado insegura.
Se acercó a mí lentamente y cerré fiertemente los ojos. Parecía una niña asustada, al no sentir nada, abrí los ojos y me encontré con su cuello, levanté la vista y miré sus ojos, seguían estando azul casi marino.
Estaba demasiado cerca de mí, no sabía qué decirle, me aparté de él bruscamente, pero me agarró del brazo, sentí pánico, odio que me sujeten.
Pero al girarme me encontré otra vez con él demasiado cerca.
—No puedes irte sola. Te acompaño.
Iba a protestar, pero se fue por una sudadera azul, agarró su celular y me abrió la puerta.
Cuando salí me encontré con que verdaderamente estábamos lejos de los edificios dónde estaban los dormitorios.
Estaba el cielo nublado y parecía que iba a llover, seguí a Elliot hasta llegar a la puerta de mi habitación.
Se acercó un poco a mí, no sabía qué pretendía hacer, pero rápido se alejó y no volvió a mirarme.
Me encogí de hombros y abrí la puerta encontrándome con Matt.
Liz estaba a mí derecha y me miró tratando de insinuar que ella no sabía nada.
—¡Matt! Hola —me acerqué a él y me abrazó, aunque me empezaba a acostumbrar aún se me hacía raro.
Liz se rió y desapareció de nuestra vista, dejándonos solos.
—Hablé con Jennie.
Y mi vista se comenzó a nublar.

ESTÁS LEYENDO
Be Yourself
Random《No quiero enamorarme》《No quiero enamorarme》se lo repetía muchas veces en el día, pero cuandro Jessie entra a la universidad no sólo ve a un chico que la vuelve loca. ¡Sino dos! Lo peor es que comienza a llamar la atención y nunca le gustó eso. Tamb...