Imagina estar en Nueva York, en vísperas de navidad... solo.
Adam odia la navidad.
Alissa ama todo lo que tenga que ver con navidad y fiestas.
Adam es serio y tranquilo.
Alissa es energética y feliz
Tan diferentes, pero tan iguales.
¿Serán una buena...
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Un favor y una canción.
—¿Tienes una hija? —repito con asombro.
—¡Sí! Y estoy segura que ya viene el segundo—carcajea y sus mejillas se sonrojan.
Estoy muy sorprendida, esta mujer tiene mi edad, se casó en el 2018 y a finales de ese año, tuvo a su primera hija. Se ve impecable, ambos, Owen y ella son engañosos en cuanto edad se refiere.
—No lo puedo creer—cubro mi boca con la mano—. Quiero decir, felicidades por tu próximo hijo—río y ella lo hace conmigo—. Supongo que así se siente cuando te sucede con el amor de tu vida.
—Owen es maravilloso—suspira, sus ojos azules brillan de amor—. Pero no siempre fue miel sobre hojuelas, pero eso te lo contaré después—bebe de la copa—. ¿Y tú?
—¿Yo? —parpadeo confundida.
—Sí, tu historia con Adam.
—Es peculiar, yo trabajaba en una revista y me seleccionaron para encargarme de una entrevista "enfocada" en él y tanta convivencia nos llevó a esto—sonrío.
—¿Y por qué Adam?
—A ver, Dave es muy guapo, pero Adam tiene algo que me da mucha curiosidad, desde siempre. Yo no imaginaba que fuera a pasar algo, siempre los vi como unos hombres que conocí por casualidad y cuando la revista saliera, iba a dejar de verlos, pero no pasó—suspiro—. Mi mejor amiga, Melanie, llamó la atención de Dave desde que la conoció y entre Adam y yo hubo algo a partir de mi cumpleaños—subo y bajo los hombros—. Tal vez estaba destinado.
—Todo pasa por alguna razón, Ali—mueve sus manos hacia el aire con emoción—. Suficientes cursilerías, vamos a mover un poco el cuerpo.
Toma mi mano y me levanta con fuerza de la silla, los hombres en la mesa nos miran confundidos.
—¿A dónde van?
—A bailar, ustedes son aburridos.
—Estamos hablando de negocios, bonita—Owen alza una ceja hacia ella.
Owen Russo es muy guapo, alto, cabello negro y ojos color verde pálido, su complexión es parecida a la de Adam. Jasmine no se queda atrás, es más o menos de mi altura, ojos azules y cabello castaño, con un cuerpo tonificado. Muero por conocer a su hija, seguro es una combinación fantástica.
—Bueno, sigan hablando de negocios, tal vez en la pista conoceremos a otros hombres, ¿Qué te parece tener un amante, Ali?
—Lo he empezado a considerar, Jas—sonrío con malicia.
Adam entrecierra sus ojos hacia mí y finge una sonrisa amable, se levanta y se coloca a mi lado.
—No me gusta bailar, pero no me gustaría ver a mi rubia bailar con alguien más—envuelve mi cintura con su brazo y me acerca a su pecho.
