Imagina estar en Nueva York, en vísperas de navidad... solo.
Adam odia la navidad.
Alissa ama todo lo que tenga que ver con navidad y fiestas.
Adam es serio y tranquilo.
Alissa es energética y feliz
Tan diferentes, pero tan iguales.
¿Serán una buena...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Citas de "amigos" que se besan.
Esto está mal, dice mi mente.
Silencio mis pensamientos porque realmente no me importa otra cosa más, que no sea la rubia frente a mí.
Me siento un poco feliz debido a los pequeños tragos que he tomado para evadir respuestas incómodas, sin contar las botellas de cerveza que he tomado desde que llegué.
Pero de algo estoy seguro, no me permitiré olvidar esto.
El remordimiento se manifestó en la boca de mi estómago. Alissa está algo ebria, esto está mal, no debo dar un paso más.
Pero ella no se está oponiendo, al contrario, sus ojos brillan emocionados. Es muy fácil ver las emociones en ellos, son tan claros que la delatan rápidamente.
—Adam, ¿la vas a besar o qué? —Dave interrumpe mis pensamientos.
Desvío un poco mi mirada hacia ellos, Melanie tiene parte de su espalda recargada en el torso de mi mejor amigo. Parecen muy cómodos y expectantes hacia nosotros. Me da un poco de risa.
Vuelvo mi atención en la rubia a mi lado, a la mierda, ya me disculparé después.
Alissa pasa su lengua por sus labios y mis ganas de acabar con esto son más grandes.
—Lo siento —susurro solo para nosotros dos y coloco mi mano en su nuca para atraerla a mí.
Este beso es algo torpe, más que el que nos dimos en la mesa de la cocina, sus labios se mueven algo arrítmicos, va de rápido a lento y me da pequeñas mordidas. Gruño cuando siento su lengua tocar la mía y me siento perdido.
Me pierdo en lo suave que son sus labios rojos, en su peculiar aroma a fresas y en lo suave que parece ser su cabello rubio.
¿Así se sentirá el cielo? No, estoy seguro que los besos de Alissa se sienten aún mejor.
Sus manos van hacia mis mejillas para acercarme más a ella, estoy tan concentrado en nosotros que no me pongo a pensar en nadie más.
Joder, no quiero que esto acabe. Pero el miedo, culpa e inseguridad siguen clavándose en mi pecho. ¿Y si después de esto todo se arruina?
Con todo el pesar, me separo lentamente de ella, sus ojos azules se ven brillosos y sus pupilas algo dilatadas lo que los hace ver más grandes y un poco oscuros. Sus mejillas están sonrojadas y sus labios un poco inflamados.
¿Cómo puede verse tan linda de esa manera?
Me da una sonrisa tímida y se aleja a una gran distancia de mí. Mis manos caen al piso y siento un vacío en ellas.
—Vaya —el primero en hablar es Dave.
—Debimos haber apostado más —le dice Melanie y lo codea.
