Capítulo 18

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21 de marzo 2020

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21 de marzo 2020

Hoy estoy de mal humor.

No hay porque, no hay razón coherente. Simplemente hoy no es mi día e inconscientemente me estoy desquitando con todos a mi alrededor.

Puede que, si hay una razón, mis papás decidieron hablarme.

UN MALDITO MES DESPUÉS DE MI CUMPLEAÑOS.

Sé que no debo dejar que mi estado de ánimo dependa de personas, de sus acciones o actos hacia mí. Pero vamos, son mis padres, no deben de ser tan caras duras o tan insensibles.

Y como cereza del pastel, tendré que hacer un viaje algo innecesario —si me lo preguntan ahora mismo— a Chicago. Mis papás quieren hablar conmigo en persona y como no puedo decirles que no, tengo que ir el fin de semana. Una parte de mí cree que este puede ser el momento para hablar con ellos sobre mis sentimientos y todo lo que llevo guardado.

Lo único bueno de ese viaje es que podré visitar a mi abuela y veré de nuevo a mi pelirroja favorita, lo malo es mi abuelo y todas esas personas que dejé atrás cuando me fui.

Eso me recuerda a que tengo que hablar con Mel antes, así que aprovecho para hablarle por celular.

—Hola. ¿Quién eres? ¿Eres la amiga rubia que me olvida porque esta demasiado ocupada con el hombre de sus sueños?

—Eres una tonta, Melanie Carter.

—No te quedas atrás —carcajea—. ¿Para qué soy buena, rubia?

Suspiro—: Voy a ir a Chicago el fin de semana.

Del otro lado de la línea se escucha un chillido y después un golpe en lo que creo que será el piso de mi amiga.

—¿Melanie?

—Lo siento, me emocioné y caí de la cama —se queja, pero termina riendo—. ¿A que se debe tu hermosa presencia en este lado del país?

—Hablas como si fuera muy lejos, loca —río con ella—. Mis padres, ya sabes, se acordaron de que existo y quieren que vaya para arreglar lo que sea que hicieron.

—Me suena a disculpas inventadas y justificaciones que no tendrán sentido después de tanto.

Escucharlo de esa manera puede que duela, pero la verdad es así. Duele, más cuando viene de parte de alguien que te conoce y sabe como son las personas que te engendraron, no me culpo, ni a mis padres por haberme tenido, los puedo llegar a culpar por el hecho de no darme el tiempo que necesitaba cuando era adolescente.

Supongo que a esa edad te empieza a calar muy en el fondo no tener a alguien que entienda por lo que estás pasando.

Mi primer corazón roto lo sané con Melanie y su mamá y claro que no terminó bien. Su mamá fue siempre como la presencia maternal de la que carecí toda mi vida, así que ella nos llevó a un pequeño bar y nos enseñó a tomar alcohol. Al día siguiente que llegue a mi casa con una resaca tremenda, mis padres casi me mandaban al otro lado del mundo a un internado, al final, me castigaron dos meses y no podía salir con Melanie a ninguna parte.

Last Christmas | COMPLETA ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora