Capítulo Doce.

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Narra Adele.

Prácticamente no dormí esa noche, por un lado, lo único que hice fue vigilar el sueño de Olivia y por otro lado, me quedé pensando en la llamada de Simón. "Problemas en la empresa" Pero ¿Qué clase de problemas? Pensé. Al final, no le quise contar nada a Olivia como le prometí a Simón, yo necesitaba que ella descansara.

Durante la noche se movió bastante pero pudo conciliar el sueño. Yo me puse de pie en varias ocasiones yendo a la cocina por té para luego mirar por la ventana las oscuras calles, últimamente hacía más frío de lo normal.

¿Qué tan grave podía ser la situación judicial de Simón? Me preguntaba. No era que me importara él como tal pero me importaba lo que le pasara porque afectaba a mi hija, esa llamada me demostró que ya en mí no quedaba rastro del amor que algún día sentí por él, en otro momento muy seguramente hubiera salido despavorida a buscarlo, ahora no me nacía, era mas un tema de curiosidad que cualquier otra cosa. Luego de navegar en mis pensamientos otro nombre se pasó por ellos.

Rich.

Era algo extraño lo que sentía hacia él y me surgieron muchas más preguntas y casi ninguna respuesta después de lo que hizo en el hospital con aquel hombre armado y como se ha comportado con esto de Olivia. Ha estado muy al pendiente, me ha mandado mensajes preguntándome cómo está ella y cómo me siento yo, no puedo negar que me parece un hombre muy simpático y que me hace sentir cosas, pero ciertamente no sé realmente qué es lo que quiere él conmigo y hasta dónde pueda yo corresponderle. Le respondí varios mensajes que tenía pendiente y apagué mi teléfono, restaban dos horas de sueño, iba a intentar aprovecharlas.

Para mí sorpresa, mi subconsciente sabía muy bien lo que hacía y mientras dormía, lo único que se le ocurrió repetir fue la salida que tuvimos hace unos días, vaya maravilla, ¿yo? Soñando con Rich.

Pasadas esas dos horas y luego de reírme de mí misma por el sueño que tuve, lo primero que vi en mi teléfono fue de nuevo, un mensaje de él.

Cate ya se había ido a su trabajo, eso era lo único que me disgustaba de su trabajo, en varias ocasiones tenía que trabajar los sábados. Olivia se despertó, se dio un baño y desayunamos juntas.

Mi teléfono sonó, era el mismo número del que Simón me había llamado la noche anterior. Pidió comunicarse con Olivia. Ella lo puso en altavoz.

— Hija, discúlpame por no estar ahí contigo, surgieron varios problemas pero prometo que apenas se resuelva, te buscaré de inmediato.

— ¿Dónde estás? — Preguntó mientras tapaba su otro oído con la mano intentando escuchar lo que le decía. — Hay mucho ruido.

— Eh... están haciendo unos trabajos de construcción aquí cerca, por eso el ruido, luego vuelvo a llamarte, te amo demasiado, no lo olvides nunca y pórtate bien con tu mamá.

Olivia terminó la llamada y me cuestionó a mí con la mirada, yo levanté mis cejas fingiendo igual sorpresa que ella pero yo no era buena mintiendo, si Simón no lograba decirle lo antes posible o arreglar su situación, yo no iba a ocultárselo mucho tiempo.

La llamada dejó algo cabizbaja a Olivia, para distraerla, le dije que fuéramos hoy a comprar las cosas para el nuevo apartamento, ella me sonrió.

El golpe que tenía en su cara, hoy amaneció con un color más tenue, no se tocó el tema por petición de ella misma y yo lo respeté.

Otra persona que había estado insistentemente llamando había sido Christine, hablaron un par de minutos y la joven le propuso a Olivia una salida en semana a algún café, Olivia aceptó un poco dudosa pues aunque ya le había comentado la situación de Orlando o parte de lo que me contó Simón en contrarreloj en la llamada, ella no quería tener nada cerca que viniera de ese hombre y era completamente entendible, aunque me sentía un poco mal por Christine, ella no tiene la culpa de nada y trató de hacer lo que pudo para evitar esto a toda costa.

Strangers By NatureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora