Viernes.— Adkins, te ves adorable. Debo decir que te luce.
— Lo dices porque no me veías hace días.
— No, de verdad — Lizbeth rió sólo un poco. — Lo digo honestamente.
— Gracias, supongo. No veo la hora de conocerla, me hace mucha ilusión.
— Puedo imaginarlo.
— ¿Estás bien, Liz? Te noto algo cabizbaja.
— La verdad es que no, no lo sé, cargo hoy una tristeza que se asemeja a la nostalgia que no entiendo de dónde viene ni por qué.
— Todos tenemos días así, Liz.
— Es extenuante tener la cabeza en todos lados y en ninguna.
— Ayer fue el cumpleaños de tu mamá, es eso ¿verdad?
— No la llamé, no la felicité por primera vez en toda mi vida. Y es raro porque siento la misma sensación que me deja el hablar con ella, es un vacío, es saber que no le importo, que me odia, que va a pensar siempre que soy su más grande decepción.
— ¿Recuerdas lo que te dije alguna vez?
— Por supuesto, me lo repito siempre, hay personas que duelen igual cuando están o cuando no están pero hacen más daño cuando están.
— Y por más que te hagan falta, es mejor no traerlas de vuelta, Liz.
Lizbeth soltó una carcajada y Adele la miró confundida.
— ¿Te acuerdas cuando te prohibió la entrada a casa? — Lizbeth le dio un codazo en su brazo.
Esta vez fue Adele quien rió.
— ¿Cómo fue que llegó a esa conclusión?
— Le dije que me gustaba una chica.
— Pero tú estabas por ayudarte ¿no? Lógicamente iba a pensar que era yo si nos la pasábamos juntas todo el tiempo. Mi mamá no apostaba un peso por nuestra amistad. Por lo diferentes que somos.
— ¿Yo? ¿Siendo considerada la mala influencia? Qué sorpresa, cuando en realidad eras tú. — Dijo Lizbeth.
— ¿Yo? ¿De que hablas?
— "Vamos a caminar por ahí" me decías y siempre terminábamos metidas en algún pub de mala muerte, mi primera borrachera fue tu culpa, mi primer cigarrillo también fue tu culpa y qué decir del día que me convenciste de tomarnos esa pasta maravilla.
— Éramos jovencitas, había que disfrutar y no me digas que no la pasábamos bien. Luego con la universidad, te diste cuenta que tan mala influencia no soy porque nos graduamos con las mejores notas.
— Me gustaría volver a esos tiempos. ¿A ti no?
— Claro que me gustaría volver a nuestra época de pubs. Aunque tal vez más que todo por las reminiscencias. Lo queramos o no, sólo tenemos tres alternativas:
El ayer, el presente y el mañana.
Y ni siquiera tres porque como dice el filósofo
El ayer es ayer, nos pertenece sólo en el recuerdo:
A la rosa que ya se deshojó, no se le puede sacar otro pétalo. Entonces volver a un tiempo que ya pasó, no traería el mismo sentimiento. Ni las personas que allí estuvieron algún día.
Las cartas por jugar, son solamente dos:
El presente y el día de mañana.
Y ni siquiera dos
Porque es un hecho bien establecido
Que el presente no existe
Sino en la medida en que se hace pasado,
Y ya pasó, como la juventud loca y desenfrenada.
En resumidas cuentas
Sólo nos va quedando el mañana:
Yo levanto mi copa, inexistente en este momento,
Por ese día que no llega nunca
Pero que es lo único
De lo que realmente disponemos y de lo único que necesitamos para ser felices.
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Strangers By Nature
Fanfic"There ain't no gold in this river That I've been washin' my hands in forever" Y es que nunca lo hubo ¿en algún momento nos amamos? Puede que sí pero no soy yo la que debe responder esa pregunta. Un nuevo comienzo nunca es fácil pero tampoco tendría...